Posteado Lun 31 Ago 2009 - 10:02
PEDRO LUIS GÓMEZ.-
NI los más optimistas. Pero el Málaga de Fernando Sanz ya nos tiene acostumbrado a las sorpresas agradables, y ayer La Rosaleda vivió, bajo un sofocante calor, una de esas jornadas que se recordarán mucho tiempo, porque no siempre se golea a un grande, y el Atlético lo es, y menos en un partido inaugural con un equipo cargado de jugadores nuevos. Excepcional el partido, con el santo de cara, sin duda, pero con un equipo que nos puede deparar grandes tardes si sigue por la senda de la humildad y del trabajo, algo de lo que estoy seguro con Muñiz en el banquillo. El Málaga machacó a un Atlético que una vez más demostró su tremenda vulnerabilidad atrás y sin embargo no pudo hacer lo mismo con su innegable potencial ofensivo. Pero el Málaga, tácticamente, ahogó al rival, y lo hizo sin que se enterara Abel, quien deberá visualizar el vídeo un par de veces para darse cuenta del jaque mate que le dio Muñiz. El Málaga goleó y La Rosaleda fue uan fiesta. No importaba el impresionante calor (sólo unos inútiles sentados en un despacho con aire acondicionado en Madrid pueden organizar un partido en agosto en Málaga a las cinco de la tarde), porque la fiesta seguía por las calles tras el vapuleo. Excelente el equipo, con sobresalientes para Juanito y Gámez, y un debut que ni soñado por su familia de Manu, con gol incluido. Forestieri es un pelotero que nos va a durar muy poco desgraciadamente, y Duda da una distinción de calidad que sólo Manolo Jiménez es incapaz de apreciar. Disfrutamos mucho, y además hay motivos para ser optimistas, eso sí, siempre que no creamos que lo tenemos todo ganado. Mientras, de todas formas, que nos quiten lo bailado ayer...