Reto para Muñiz: tendrá el Primera con más bajas

Se vienen como anillo al dedo el Málaga y Muñiz. El técnico, que se ha confirmado en La Rosaleda como experto en planificaciones imposibles, tendrá ahora el más difícil todavía. Los blanquiazules son el equipo de la Liga al que más futbolistas se le han ido hasta el momento. Hay trabajo

Serguei Brovtsyn | 21/06/2009

A Juan Ramón Muñiz, virtual entrenador del Málaga que viene, no le asustan los retos. Lo demostró cuando dio el salto desde el Municipal de Marbella a La Rosaleda para hacerse cargo de un equipo blanquiazul que estaba a la deriva y también cuando aceptó coger las riendas de un Racing de Santander en el que Marcelino había dejado muy alto el listón. Pero, por si no había quedado claro del todo, el asturiano vuelve a apostar fuerte y asumirá la responsabilidad en un proyecto de máxima exigencia. Y es que el de Gijón tendrá que reconstruir el equipo de Primera División que más bajas ha dado hasta el momento con un total de 13 salidas confirmadas. El Málaga es, por delante del Valladolid que tiene nueve bajas o el propio conjunto cántabro (seis), el equipo de la Liga que más despoblado se ha quedado después de una magnífica temporada en la que acabó octavo en la clasificación.

Todo tiene un porqué y en el caso del Málaga, es el dinero. El club que volvió a la élite del fútbol nacional superando el complicadísimo proceso de la Ley Concursal, se nutrió de cesiones para sobrevivir entre los grandes y muchos futbolistas han tenido que regresar a su equipo de procedencia al finalizar el curso 08-09. Además, la impresionante campaña que se llevó a cabo bajo las órdenes de Antonio Tapia hizo que muchos jugadores volviesen a subir su cotización en el mercado y recibiesen ofertas que el club presidido por Fernando Sanz no podía igualar. Así, este mismo verano que tan sólo tiene algunos días de vida, abandonaron la Costa del Sol los prestados Duda, Lolo, Adrián, Barros, Nacho, Adriano o Albert Luque y otros como Goitia, Calleja, Cheli, Rossato o Salva han terminado contrato. Por su parte, Eliseu ha tenido que marcharse por una buena oferta que llegó del Lazio de la Serie A italiana.

Algunos de estos nombres no han abandonado del todo la agenda malaguista, pero de momento dejan un hueco que Muñiz tendrá que esforzarse por rellenar, mientras está atento a los movimientos que se pueden producir a lo largo del parón estival con piezas como Jesús Gámez o Apoño, que tienen un gran cartel en Primera.

Dirección deportiva. No será la primera vez que el asturiano se encargue de renovar prácticamente la mitad de la plantilla. Muñiz ya desplegó toda su capacidad para el trabajo en los despachos cuando, por exigencias del guión, tuvo que asumir también el cargo de director deportivo en el último año del equipo en Segunda. Entonces, sin un euro, trajo a Martiricos 11 fichajes que resultaron decisivos a la hora de conseguir el ascenso. Llegaron a Málaga Hélder, Weligton, Apoño, Baha, Eliseu...

Además, el técnico contará con una base de trabajo para cuando llegue esta semana que entra a su nuevo lugar de trabajo. La secretaría técnica capitaneada por Ricardo Rodríguez y Sandro no se ha parado incluso cuando el equipo dejó de tener entrenador y fruto de su labor es la incorporación, por ejemplo, de Xavi Torres. Por otra parte, se ha avanzado en los frentes de la firma de un portero y se han dado pasos en firme para tener pronto un nuevo lateral izquierdo. De todas formas, la llegada de Muñiz supondrá, sin duda, una inyección de ideas, propuestas y movimientos para completar un proyecto 2009-10 de garantías para los blanquiazules. Todo un reto para el entrenador y para el Málaga.

http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-reto-muniz-tendra-primera/dasftbpri/20090621dasdaiftb_4/Tes

Hoy, si no surgen contratiempos, el Málaga le remitirá un contrato a Juan Ramón Muñiz para su regreso a La Rosaleda. Sólo se producirá cuando el asturiano y los dirigentes del Racing firmen todos los documentos para la desvinculación del entrenador. Y será entonces cuando se plasmen las condiciones económicas para las dos próximas temporadas, curiosamente una cuestión menor en las conversaciones previas.

Hace más de un año Muñiz consideró que se había cerrado un ciclo. La simple sugerencia de que dejara La Rosaleda escoltado o en el furgón policial después de la derrota por 4-6 ante el Hércules -cuando paradójicamente el Málaga continuaba en puestos de ascenso a cuatro jornadas del final- colmó su paciencia. Atrás quedaban innumerables contratiempos, como el fichaje fallido de Tiago Gomes, las dificultades para renovar a Weligton, los problemas en el cobro o las absurdas dudas que surgieron sobre su personalidad cuando Calleja se jugaba la renovación de su contrato.

Aquel día Muñiz le planteó dejar el club. «Me cuesta hacerlo, lo sabes, pero mi ciclo se ha acabado», dijo. Y allí Fernando Sanz, ejerciendo como amigo, no como presidente, lo entendió y lo animó. «Si te sale algo, cógelo». Después fue incluso más claro. «Tampoco yo te puedo garantizar que vaya a estar aquí». El arrebato de sinceridad de Sanz obedecía a su agotamiento y a su firme convicción de que al término de la temporada era aconsejable vender el club. Su cuñado, Luis Yáñez (director general), también se lo decía. «Es mejor irse cuando estás en lo alto de la ola».

Sin ofertas

Muñiz decidió marcharse cuando aún no tenía una sola oferta. Lo había meditado mucho con su mujer -el apego de la familia a Málaga pesaba demasiado- y también con su círculo más cercano, sus mejores amigos. Es más, luego fue la persona que avaló el retorno de Antonio Tapia. «Si buscas a alguien que conozca la casa y que entienda cómo es el proyecto, él es el más adecuado», le explicó a Sanz.

Doce meses después de aquella conversación tras el Málaga-Hércules, cuando ya vislumbraba que Tapia no iba a continuar y que el futuro de Muñiz en el Racing era poco claro, Sanz telefoneó a su amigo para hablar con él de sus reflexiones, pero al final le hizo la pregunta del millón.

En aquella primera conversación entre ambos ni siquiera se habló de dinero, pero sí se produjo un acuerdo. Fue en poco más de un minuto. Igual que cuando se planteó la marcha del club. Aquel «ya hablamos» del final estaba supeditado obviamente a que Tapia decidiera no continuar y a que el propio Muñiz pudiera dejar el Racing. Bastó simplemente con un par de preguntas y un par de respuestas. Desde entonces hasta hoy han pasado muchas semanas. En el caso de su contrato con el Málaga no habrá el más mínimo problema. Sanz y Muñiz lo saben.


Fuente diario sur

Me gusta lo bien que se entienden Sanz y Muñiz, mucha suerte para los dos, que sera la suerte que tengamos nosotros este año

Son 2 hermanos trones sin duda :cheers:

eso es bueno que se entienda, a ver los que nos trae

Creo que sera un buen proyecto