Alrededor de setecientas personas han adquirido el abono para media campaña, con lo que la plantilla del Málaga tendrá un apoyo récord
El Málaga no estará solo. Sus jugadores afrontarán con un enorme apoyo casi toda la segunda vuelta para buscar la difícil remontada en la clasificación y obtener así la continuidad un año más en Primera División. La dinámica negativa del equipo, frenada en seco el domingo en Sevilla con el empate a cero, no ha mermado en absoluto el respaldo de la afición, que nuevamente se ha sumado al proyecto durante el periodo invernal.
En torno a setecientas personas han adquirido durante las semanas anteriores el abono de media temporada. El bebé que aparece junto a estas líneas, Pablo Castillo Sánchez, fue el último en incorporarse de forma simbólica a la masa social malaguista. El club puso en marcha la iniciativa con el aliciente de otorgarle relevancia al último compromiso del campeonato, en La Rosaleda frente al Barcelona. No obstante, ha vuelto a quedar a manifiesto que el equipo no va a quedarse solo en la empinada cuesta final.
Goteo continuo
Durante las semanas del plazo fijado para la incorporación de abonados se produjo un goteo continuo. En el seno del club consideran que tal respuesta obedece en un elevado porcentaje a la política de fichajes del club durante el mercado invernal, especialmente a raíz de la llegada del último fichaje, el medio punta internacional brasileño Baptista.
Aunque durante la temporada el Málaga no ha respondido ni por asomo a las expectativas que se habían generado en verano con la compra del club por parte del jeque Abdullah ben Nasser Al-Thani, es incuestionable que los aficionados consideran que la plantilla tiene potencial suficiente para salir a flote en los tres últimos meses de competición y que los futbolistas incorporados elevarán el nivel del grupo.
El decisivo papel de la afición del Málaga no es nuevo. Hace tres temporadas llenó La Rosaleda cada fin de semana para contribuir a la permanencia en Segunda -alejando así el riesgo de desaparición- e hizo lo propio la campaña anterior, cuando el equipo acusaba sus carencias, principalmente en los encuentros en casa. Ahora de nuevo deberá tirar del carro y apoyar sin dobleces a su equipo (como siempre) para evitar un descalabro que además ensombrecería un horizonte que se atisba muy esperanzador por los proyectos de Al-Thani y el grupo NAS para el club y también la ciudad.