De los 30 jugadores de aquella campaña también figuran Silva, Jesús Gámez y Salva, pero su continuidad está en el aire
Juan Ramón Muñiz comenzará una segunda etapa al frente del Málaga que diferirá en casi todo de aquellos primeros días de noviembre de 2006, después de aceptar la propuesta de Fernando Sanz para ocupar la vacante de Marcos Alonso. La plantilla que dirigirá desde el 9 de julio puede contar con un solo superviviente de aquel grupo del que se hizo cargo, el guardameta Arnau.
En sólo dos años el grupo del Málaga ha sufrido una amplia reestructuración. La mayoría de los componentes de aquel vestuario de escasa calidad que estuvo a punto de descender a Segunda B -y probablemente de desaparecer- no continuó en el proyecto que quería confeccionar Muñiz con la intención de tratar de estar entre los mejores de Segunda. Luego, a la postre, el equipo permaneció ininterrumpidamente en las posiciones de cabeza.
De los treinta jugadores que empleó Muñiz como miembros de hecho de la plantilla -no se cuenta, por ejemplo, a Truchado, Kiko, Alcalá o Plata, con apariciones esporádicas- abandonaron la entidad nada más concluir la temporada los cuatro afectados por el expediente de regulación de empleo (OJ Morales, Romero, Chengue Morales y Manu), y Molinero, Schurrer, Armando, José Mari, Edgar, Ristic, Couñago, Jonatan, Ernesto, Perico, Ador y Gascón. Con anterioridad lo hicieron Saúl, al que se le dio la baja, y César, cedido al Gimnastic y después vendido al Racing.
Caras nuevas
La siguiente etapa, la que se cerró con el ascenso, comenzó con un sinfín de caras nuevas. La cesión de Popo al Atlético de Madrid B y la posterior de Stosic al Racing de Ferrol hicieron que Muñiz sólo se quedara con diez futbolistas de la campaña anterior. Este reducido grupo estaba integrado por dos guardametas, Arnau y Goitia; cuatro defensas, Jesús Gámez, Silva, Jesule y Valcarce; tres centrocampistas, Sandro, Antonio Hidalgo y Calleja, y un delantero, Salva, que había jugado los últimos seis meses en el Levante.
Esta decena quedó reducida a su vez a la mitad con motivo del ascenso a Primera. Jesule concluyó su contrato, Hidalgo se decantó por una oferta mejor (del Zaragoza), Valcarce y Sandro optaron por la retirada y aceptaron los puestos ofrecidos por Sanz en el organigrama del club (delegado y miembro de la secretaría técnica, respectivamente), y Silva acabó cedido en el Xerez, donde ha vivido su segundo éxito consecutivo.
La lista de 'supervivientes' ha quedado aún más reducida en las últimas semanas con la marcha de Goitia al Betis y de Calleja a Osasuna. De este modo, y a la vista de la situación de otros jugadores, no debe descartarse que Arnau sea el único que se mantenga en la plantilla. Jesús Gámez todavía pertenece al club, aunque es sobradamente conocido el interés por él del Valencia, el Sevilla y otros conjuntos europeos; Salva puede ser repescado por Muñiz, y Silva regresa tras su cesión en el Xerez, aunque no parece contar para el futuro.
Juan Ramón Muñiz comenzará una segunda etapa al frente del Málaga que diferirá en casi todo de aquellos primeros días de noviembre de 2006, después de aceptar la propuesta de Fernando Sanz para ocupar la vacante de Marcos Alonso. La plantilla que dirigirá desde el 9 de julio puede contar con un solo superviviente de aquel grupo del que se hizo cargo, el guardameta Arnau.
En sólo dos años el grupo del Málaga ha sufrido una amplia reestructuración. La mayoría de los componentes de aquel vestuario de escasa calidad que estuvo a punto de descender a Segunda B -y probablemente de desaparecer- no continuó en el proyecto que quería confeccionar Muñiz con la intención de tratar de estar entre los mejores de Segunda. Luego, a la postre, el equipo permaneció ininterrumpidamente en las posiciones de cabeza.
De los treinta jugadores que empleó Muñiz como miembros de hecho de la plantilla -no se cuenta, por ejemplo, a Truchado, Kiko, Alcalá o Plata, con apariciones esporádicas- abandonaron la entidad nada más concluir la temporada los cuatro afectados por el expediente de regulación de empleo (OJ Morales, Romero, Chengue Morales y Manu), y Molinero, Schurrer, Armando, José Mari, Edgar, Ristic, Couñago, Jonatan, Ernesto, Perico, Ador y Gascón. Con anterioridad lo hicieron Saúl, al que se le dio la baja, y César, cedido al Gimnastic y después vendido al Racing.
Caras nuevas
La siguiente etapa, la que se cerró con el ascenso, comenzó con un sinfín de caras nuevas. La cesión de Popo al Atlético de Madrid B y la posterior de Stosic al Racing de Ferrol hicieron que Muñiz sólo se quedara con diez futbolistas de la campaña anterior. Este reducido grupo estaba integrado por dos guardametas, Arnau y Goitia; cuatro defensas, Jesús Gámez, Silva, Jesule y Valcarce; tres centrocampistas, Sandro, Antonio Hidalgo y Calleja, y un delantero, Salva, que había jugado los últimos seis meses en el Levante.
Esta decena quedó reducida a su vez a la mitad con motivo del ascenso a Primera. Jesule concluyó su contrato, Hidalgo se decantó por una oferta mejor (del Zaragoza), Valcarce y Sandro optaron por la retirada y aceptaron los puestos ofrecidos por Sanz en el organigrama del club (delegado y miembro de la secretaría técnica, respectivamente), y Silva acabó cedido en el Xerez, donde ha vivido su segundo éxito consecutivo.
La lista de 'supervivientes' ha quedado aún más reducida en las últimas semanas con la marcha de Goitia al Betis y de Calleja a Osasuna. De este modo, y a la vista de la situación de otros jugadores, no debe descartarse que Arnau sea el único que se mantenga en la plantilla. Jesús Gámez todavía pertenece al club, aunque es sobradamente conocido el interés por él del Valencia, el Sevilla y otros conjuntos europeos; Salva puede ser repescado por Muñiz, y Silva regresa tras su cesión en el Xerez, aunque no parece contar para el futuro.