La plantilla del Málaga hizo un ejercicio de autocrítica tras el pésimo partido de Soria y asegura que habrá reacción ante el Racing el próximo domingo. Albert luque, Calleja y Apoño, entre los más críticos. Europa se complica, pero no es imposible
El amargo sabor de la derrota perdura tanto tiempo en el paladar que casi hace imborrable los logros cosechados hasta el momento. Dos días después de la dolorosa caída ante el Numancia aún escuecen las heridas abiertas del pésimo papel mostrado ante el colista. El Málaga tocó fondo en Soria y lo hizo con todas las letras y en el peor momento posible de la competición, cuando los errores se pagan muy caros.
Pocas lecturas positivas se pudieron sacar el pasado sábado sobre el césped numantino. No así de las negativas, ya que la incapacidad para reaccionar ante la adversidad nada más comenzar y el bajo rendimiento mostrado en Soria convierten la debacle en la derrota más ‘horribilis’ del notable curso blanquiazul. El ‘palo’ soriano, a tenor de las declaraciones de los protagonistas, es uno de los más fuertes que ha sufrido el equipo esta temporada por las expectativas de victoria y la confianza en alcanzarla.
En la retina de los malaguistas aún perdura el 4-0 encajado en El Calderón en el arranque de temporada, el 1-0 en Almería sin registrar ningún remate a portería contraria o el 6-0 del Camp Nou que desató una pequeña crisis en Martiricos. A todos ellos se les sumó el sábado noche el 2-0 ante el colista en una lista que debería acabar ahí ya que sólo quedan cuatro jornadas hasta el final de temporada.
El pésimo encuentro de los malaguistas no sólo es una apreciación de la prensa o de los aficionados, ya que los propios protagonistas entonaron el ‘mea culpa’ nada más acabar el encuentro y en los entresijos del estadio de Los Pajaritos.
Autocrítica. El presidente Fernando Sanz se desplazó a tierras sorianas para ver en vivo el encuentro y reflexionó en alto al termino del mismo. "Todos estaban enfadados y cabreados. Hablé con ellos en el vestuario y estaban tristes, conscientes de que tendrán que mejorar", apuntó el ‘presi’.
"A mí no me preocupa Europa. Lo que me preocupa es que la semana que viene tenemos que mejorar el juego y la imagen. No es un problema de motivación, simplemente no han salido las cosas", admitió el máximo dirigente blanquiazul.
Otras voces autorizadas del vestuario asumieron los errores. "Hemos estado mal y es fácil de resumir, fue un desastre. No nos metimos en ningún momento. No fue nuestro día. Estamos decepcionados con nosotros mismos. Para entrar en Europa hay que ganarle al último. No lo hicimos", apuntó un Albert Luque que también estuvo desconocido en Los Pajaritos.
Pero quizás la frase más lapidaria fue la entonada por Javi Calleja. El madrileño sentenció la actuación colectiva del equipo con un "ha sido el peor partido de la temporada".
Apoño también se mostró muy autocrítico: "Ellos han echado los cojones en el campo. Hemos dado un pasito atrás, pero todavía quedan cuatro partidos", afirmó con rotundidad el malagueño.
Europa se aleja. De una forma u otra, el equipo se mostró disperso y sin claridad de ideas. El final de temporada puede que se esté haciendo demasiado largo para un equipo que ha hecho un esfuerzo titánico durante todo el curso y que ahora, poco a poco, se diluye si no pone toda su atención.
Pese a todo, el objetivo de ir a Europa está complicado, pero no imposible. Restan cuatro jornadas para el final del campeonato y de los doce puntos en juego, el Málaga necesita sacar al menos nueve. Los 60 puntos son el margen. ¿Imposible?
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009050400_12_256077__Todo-Deporte-culpa-blanquiazul
El amargo sabor de la derrota perdura tanto tiempo en el paladar que casi hace imborrable los logros cosechados hasta el momento. Dos días después de la dolorosa caída ante el Numancia aún escuecen las heridas abiertas del pésimo papel mostrado ante el colista. El Málaga tocó fondo en Soria y lo hizo con todas las letras y en el peor momento posible de la competición, cuando los errores se pagan muy caros.
Pocas lecturas positivas se pudieron sacar el pasado sábado sobre el césped numantino. No así de las negativas, ya que la incapacidad para reaccionar ante la adversidad nada más comenzar y el bajo rendimiento mostrado en Soria convierten la debacle en la derrota más ‘horribilis’ del notable curso blanquiazul. El ‘palo’ soriano, a tenor de las declaraciones de los protagonistas, es uno de los más fuertes que ha sufrido el equipo esta temporada por las expectativas de victoria y la confianza en alcanzarla.
En la retina de los malaguistas aún perdura el 4-0 encajado en El Calderón en el arranque de temporada, el 1-0 en Almería sin registrar ningún remate a portería contraria o el 6-0 del Camp Nou que desató una pequeña crisis en Martiricos. A todos ellos se les sumó el sábado noche el 2-0 ante el colista en una lista que debería acabar ahí ya que sólo quedan cuatro jornadas hasta el final de temporada.
El pésimo encuentro de los malaguistas no sólo es una apreciación de la prensa o de los aficionados, ya que los propios protagonistas entonaron el ‘mea culpa’ nada más acabar el encuentro y en los entresijos del estadio de Los Pajaritos.
Autocrítica. El presidente Fernando Sanz se desplazó a tierras sorianas para ver en vivo el encuentro y reflexionó en alto al termino del mismo. "Todos estaban enfadados y cabreados. Hablé con ellos en el vestuario y estaban tristes, conscientes de que tendrán que mejorar", apuntó el ‘presi’.
"A mí no me preocupa Europa. Lo que me preocupa es que la semana que viene tenemos que mejorar el juego y la imagen. No es un problema de motivación, simplemente no han salido las cosas", admitió el máximo dirigente blanquiazul.
Otras voces autorizadas del vestuario asumieron los errores. "Hemos estado mal y es fácil de resumir, fue un desastre. No nos metimos en ningún momento. No fue nuestro día. Estamos decepcionados con nosotros mismos. Para entrar en Europa hay que ganarle al último. No lo hicimos", apuntó un Albert Luque que también estuvo desconocido en Los Pajaritos.
Pero quizás la frase más lapidaria fue la entonada por Javi Calleja. El madrileño sentenció la actuación colectiva del equipo con un "ha sido el peor partido de la temporada".
Apoño también se mostró muy autocrítico: "Ellos han echado los cojones en el campo. Hemos dado un pasito atrás, pero todavía quedan cuatro partidos", afirmó con rotundidad el malagueño.
Europa se aleja. De una forma u otra, el equipo se mostró disperso y sin claridad de ideas. El final de temporada puede que se esté haciendo demasiado largo para un equipo que ha hecho un esfuerzo titánico durante todo el curso y que ahora, poco a poco, se diluye si no pone toda su atención.
Pese a todo, el objetivo de ir a Europa está complicado, pero no imposible. Restan cuatro jornadas para el final del campeonato y de los doce puntos en juego, el Málaga necesita sacar al menos nueve. Los 60 puntos son el margen. ¿Imposible?
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009050400_12_256077__Todo-Deporte-culpa-blanquiazul