La víctima, de 65 años, acudió al centro de salud con la tensión disparada y desde allí fue trasladado al hospital Su hija pide a la Fiscalía que investigue por qué le dejaron irse a casa, mientras el Clínico insiste en que ya estaba estabilizado
Lo que comenzó con una revisión rutinaria de glucosa acabó en muerte inesperada. Y todo en menos de 24 horas. El protagonista de esta historia, un malagueño de 65 años, acudió el pasado martes 14 de abril al centro de salud de San Miguel, en Torremolinos, a hacerse unas pruebas. Al tomarle la tensión, los médicos le alertaron de que la tenía muy alta (según su hija, rondando niveles de 22-18), por lo que le derivaron a las urgencias del ambulatorio. Al ver que no respondía al tratamiento, su familia decidió trasladarle al Hospital Clínico donde recibió el alta sobre las 3.30 de la madrugada, «con la tensión arterial controlada», subrayan fuentes del complejo sanitario. Cuatro horas después, el enfermo falleció en la cama de su casa. Su hija, desconcertada, pide ahora junto al Defensor del Paciente que la Fiscalía de Málaga investigue si hubo imprudencia médica y depure responsabilidades.
«Impotente e indignada», la hija de la víctima intentaba ayer buscar una explicación a un episodio que no logra asimilar. «Lo que no entiendo es que mi padre se fuera del hospital por su propio pie, habiéndole visto un especialista, y que a las cuatro horas nos lo encontrásemos muerto. Alguien tiene que ser responsable», argumentó.
Al respecto, explicó que su padre estuvo casi todo el día del martes en las urgencias del centro de salud, donde intentaron bajarle la tensión «poniéndole unas pastillas debajo de la lengua», relató. Tras mandarle a casa y hacerle volver en tres ocasiones le realizaron un electrocardiograma. Finalmente, sobre las 19.00 horas los facultativos le aconsejaron que acudiese al hospital para ser visto por un especialista.
No se medicaba
Fuentes del Clínico indicaron que el paciente entró en urgencias a las 21.43 horas, «aquejado de tensión arterial alta». Según el parte médico, sufría hipertensión desde hacía seis años, pese a que no mantenía «ningún tratamiento para controlarlo», apuntaron.
Desde el complejo sanitario aseguraron que el enfermo fue atendido «con carácter urgente y preferente» a las 22.09 horas por un médico y a las 22.15 horas se le empezó a administrar la medicación específica. En este sentido, el hospital subraya que se actuó «de forma correcta», que se le hicieron las pruebas complementarias que correspondían (electrocardiograma, analítica general completa y radiografía), «con resultados dentro de límites normales» y que, además, le facilitaron medicación «que consiguió controlar la tensión». Desde el complejo recalcan que en el momento de darle el alta no había ningún criterio para ingresarle ni mantenerle en urgencias, ya que su tensión estaba ya estabilizada.
Versiones contradictorias
Su versión, no obstante, no coincide con la facilitada por la hija del fallecido, quien sostiene que su padre recibió el alta «con la tensión alta, pero con el argumento tranquilizador del médico que le dijo que su cuerpo estaba acostumbrado a esa tensión», destacó.
Para aclarar lo sucedido, esta joven de 28 años ha trasladado su caso a la asociación el Defensor del Paciente, que ayer solicitó a la Fiscalía que abra una investigación de oficio por presunta negligencia. Eso sí, no culpa al médico que le atendió, «porque es humano». A su juicio, las responsabilidades recaen en la propia sanidad andaluza, que tacha de «tercermundista». «Si las urgencias no estuvieran saturadas mi padre no estaría muerto», dijo.
http://www.diariosur.es/20090417/malaga/fallece-hombre-cuatro-horas-20090417.html
Lo que comenzó con una revisión rutinaria de glucosa acabó en muerte inesperada. Y todo en menos de 24 horas. El protagonista de esta historia, un malagueño de 65 años, acudió el pasado martes 14 de abril al centro de salud de San Miguel, en Torremolinos, a hacerse unas pruebas. Al tomarle la tensión, los médicos le alertaron de que la tenía muy alta (según su hija, rondando niveles de 22-18), por lo que le derivaron a las urgencias del ambulatorio. Al ver que no respondía al tratamiento, su familia decidió trasladarle al Hospital Clínico donde recibió el alta sobre las 3.30 de la madrugada, «con la tensión arterial controlada», subrayan fuentes del complejo sanitario. Cuatro horas después, el enfermo falleció en la cama de su casa. Su hija, desconcertada, pide ahora junto al Defensor del Paciente que la Fiscalía de Málaga investigue si hubo imprudencia médica y depure responsabilidades.
«Impotente e indignada», la hija de la víctima intentaba ayer buscar una explicación a un episodio que no logra asimilar. «Lo que no entiendo es que mi padre se fuera del hospital por su propio pie, habiéndole visto un especialista, y que a las cuatro horas nos lo encontrásemos muerto. Alguien tiene que ser responsable», argumentó.
Al respecto, explicó que su padre estuvo casi todo el día del martes en las urgencias del centro de salud, donde intentaron bajarle la tensión «poniéndole unas pastillas debajo de la lengua», relató. Tras mandarle a casa y hacerle volver en tres ocasiones le realizaron un electrocardiograma. Finalmente, sobre las 19.00 horas los facultativos le aconsejaron que acudiese al hospital para ser visto por un especialista.
No se medicaba
Fuentes del Clínico indicaron que el paciente entró en urgencias a las 21.43 horas, «aquejado de tensión arterial alta». Según el parte médico, sufría hipertensión desde hacía seis años, pese a que no mantenía «ningún tratamiento para controlarlo», apuntaron.
Desde el complejo sanitario aseguraron que el enfermo fue atendido «con carácter urgente y preferente» a las 22.09 horas por un médico y a las 22.15 horas se le empezó a administrar la medicación específica. En este sentido, el hospital subraya que se actuó «de forma correcta», que se le hicieron las pruebas complementarias que correspondían (electrocardiograma, analítica general completa y radiografía), «con resultados dentro de límites normales» y que, además, le facilitaron medicación «que consiguió controlar la tensión». Desde el complejo recalcan que en el momento de darle el alta no había ningún criterio para ingresarle ni mantenerle en urgencias, ya que su tensión estaba ya estabilizada.
Versiones contradictorias
Su versión, no obstante, no coincide con la facilitada por la hija del fallecido, quien sostiene que su padre recibió el alta «con la tensión alta, pero con el argumento tranquilizador del médico que le dijo que su cuerpo estaba acostumbrado a esa tensión», destacó.
Para aclarar lo sucedido, esta joven de 28 años ha trasladado su caso a la asociación el Defensor del Paciente, que ayer solicitó a la Fiscalía que abra una investigación de oficio por presunta negligencia. Eso sí, no culpa al médico que le atendió, «porque es humano». A su juicio, las responsabilidades recaen en la propia sanidad andaluza, que tacha de «tercermundista». «Si las urgencias no estuvieran saturadas mi padre no estaría muerto», dijo.
http://www.diariosur.es/20090417/malaga/fallece-hombre-cuatro-horas-20090417.html