El arrestado, que tenía antecedentes, realizaba aumentos de pecho o de nalgas que costaban entre 250 y 500 euros
Usaba silicona líquida, no apta para usos inyectables, utilizando pistolas de uso veterinario
En el domicilio no había ningún aparato para esterilizar a pesar de que las agujas que utilizaba eran reutilizables
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el viernes a un hombre sin titulación médica que presuntamente realizaba operaciones de estética con utensilios de uso veterinario en un piso del barrio del Raval de Barcelona que estaba en condiciones higiénicas deplorables. Según informó hoy la policía catalana, en el domicilio, que era pequeño y estaba sucio, vivían cinco animales domésticos -tres perros, una gato y un loro-.
El detenido realizaba operaciones de aumento de pecho o nalgas que costaban solo entre 250 y 500 euros, por lo que tenía clientes de toda España; de hecho, el día de su detención iba a intervenir a una joven de 29 años que había venido desde Madrid y el domingo tenía cita con otra clienta.
El procedimiento tenía importantes riesgos para la salud, ya que el detenido usaba silicona líquida, no apta para usos inyectables, utilizando pistolas de uso veterinario. En el domicilio no había ningún aparato para esterilizar a pesar de que las agujas que utilizan estas pistolas veterinarias son reutilizables, por lo que existían riesgos importantes de infecciones o transmisión de enfermedades contagiosas.
La investigación policial empezó en febrero a raíz de una denuncia presentada por la Dirección General de Recursos Sanitarios de la Conselleria de Salud, después de que un médico del País Vasco informara de que a una paciente suya le habían hecho una intervención de pecho en Barcelona mediante la inyección de un líquido coloidal. El único dato que pudo dar fue un número de teléfono móvil, que era de prepago y no iba asociado a ninguna persona, lo que dificultó las investigaciones.
Antecedentes
Juan P.L., español de 63 años, que tiene antecedentes por casos similares, ingresó en prisión tras comparecer ante el Juzgado de guardia de Barcelona por un delito contra la salud pública y otro de intrusismo profesional.
En el piso, donde no había ningún registro de las operaciones, los agentes intervinieron 11 botellas de 250 centímetros cúbicos de silicona líquida de uso oral, 107 botellas de 10 mililitros de anestesia local, tres pistolas de inyectar veterinarias de 50 mililitros, 80 agujas hipodérmicas para las pistolas, 12 jeringuillas hipodérmicas de un solo uso de 10 mililitros para la anestesia, dos spray de anestesia local, medicamentos antiinflamatorios, dos navajas de grandes dimensiones, guantes, máscaras y alcohol, entre otros.
Usaba silicona líquida, no apta para usos inyectables, utilizando pistolas de uso veterinario
En el domicilio no había ningún aparato para esterilizar a pesar de que las agujas que utilizaba eran reutilizables
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el viernes a un hombre sin titulación médica que presuntamente realizaba operaciones de estética con utensilios de uso veterinario en un piso del barrio del Raval de Barcelona que estaba en condiciones higiénicas deplorables. Según informó hoy la policía catalana, en el domicilio, que era pequeño y estaba sucio, vivían cinco animales domésticos -tres perros, una gato y un loro-.
El detenido realizaba operaciones de aumento de pecho o nalgas que costaban solo entre 250 y 500 euros, por lo que tenía clientes de toda España; de hecho, el día de su detención iba a intervenir a una joven de 29 años que había venido desde Madrid y el domingo tenía cita con otra clienta.
El procedimiento tenía importantes riesgos para la salud, ya que el detenido usaba silicona líquida, no apta para usos inyectables, utilizando pistolas de uso veterinario. En el domicilio no había ningún aparato para esterilizar a pesar de que las agujas que utilizan estas pistolas veterinarias son reutilizables, por lo que existían riesgos importantes de infecciones o transmisión de enfermedades contagiosas.
La investigación policial empezó en febrero a raíz de una denuncia presentada por la Dirección General de Recursos Sanitarios de la Conselleria de Salud, después de que un médico del País Vasco informara de que a una paciente suya le habían hecho una intervención de pecho en Barcelona mediante la inyección de un líquido coloidal. El único dato que pudo dar fue un número de teléfono móvil, que era de prepago y no iba asociado a ninguna persona, lo que dificultó las investigaciones.
Antecedentes
Juan P.L., español de 63 años, que tiene antecedentes por casos similares, ingresó en prisión tras comparecer ante el Juzgado de guardia de Barcelona por un delito contra la salud pública y otro de intrusismo profesional.
En el piso, donde no había ningún registro de las operaciones, los agentes intervinieron 11 botellas de 250 centímetros cúbicos de silicona líquida de uso oral, 107 botellas de 10 mililitros de anestesia local, tres pistolas de inyectar veterinarias de 50 mililitros, 80 agujas hipodérmicas para las pistolas, 12 jeringuillas hipodérmicas de un solo uso de 10 mililitros para la anestesia, dos spray de anestesia local, medicamentos antiinflamatorios, dos navajas de grandes dimensiones, guantes, máscaras y alcohol, entre otros.