El Málaga CF y el tope salarial
El club blanquiazul está en el filo de los 27,5 millones que tiene de límite para el salario de su plantilla, lo que genera serios problemas.
El control financiero que la Liga ejerce sobre todos los clubes para que no cometan más excesos en sus cuentas obliga al conjunto blanquiazul a dejar salir jugadores en enero para poder reforzarse. Esta circunstancia también provoca que las ampliaciones de contrato esta temporada comiencen a tener efecto ya en la próxima. El club acudirá al mercado siendo casi público lo que puede gastar.
El famoso tope salarial de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), o lo que es lo mismo, el control financiero que la patronal ha impuesto a los clubes de Primera y Segunda División para que no se salgan del camino económico marcado para su viabilidad, tiene sus puntos oscuros y el Málaga CF ya ha comenzado a sufrirlos.
Evidentemente, el objetivo de la Liga es lícito y casi plausible. Velar por la buena sanidad económica de los clubes para evitar desfases como los vividos en épocas pasadas bien merece este control económico. Sin embargo, la letra pequeña es la que pone en jaque a los clubes en general y al Málaga CF en particular.
Antes de arrancar la competición, cada club conoció su tope salarial, que ha sido estipulado por la LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Ese tope salarial que está en boca del malaguismo, ahora que se acerca el mercado de invierno, es el dinero del que dispone cada club para gastarse en los sueldos de su plantilla. El Málaga CF, con un límite de 27,5 millones de euros, es el décimo club de Primera que más dinero puede gastar en su plantel. Pero a día de hoy está al límite, por lo que debe aligerar masa salarial para hacer hueco a futuras incorporaciones.
¿Cómo se calcula el tope salarial? Es la diferencia entre los ingresos que tiene un club, menos sus gastos de estructura. Gastos no deportivos como los desplazamientos, la seguridad, el mantenimiento... Se impone un límite que no rebase el 60% de los ingresos para así ajustarse al Fair Play Financiero.
Ante esta medida, el Málaga CF ya sabe que debe mover ficha cuanto antes. Y el primer movimiento de la partida es, obligatoriamente, dejar salir a varios jugadores. Los menos habituales como Pablo Pérez, Rescaldani o Casado tienen todas las papeletas para salir y así dejar hueco a la ficha de una posible incorporación. Este tope no es límite para pagar el traspaso de un fichaje, sino para pagarle la ficha.
De este modo, el Málaga ya se está moviendo para aliviar su masa salarial, pero acude al mercado con las cartas marcadas. Y es que aunque deje hueco para alcanzar el tope, las finanzas económicas de cada club de Primera ya son públicas, por lo que en la puja por un jugador entre entidades de similar calado ya se sabe el límite hasta donde pueden llegar. Este aspecto ha creado cierto malestar en el seno de la entidad blanquiazul, ya que deberá acudir al mercado casi con su presupuesto para fichar a la vista de agentes, clubes y rivales.
Otra circunstancia que ha trastocado los planes del club es a la hora de afrontar las renovaciones. Y es que el Málaga ha revisado esta temporada el contrato de varios de sus jugadores, como es el caso de Samu Castillejo, Darder y Juanmi. Pero el grueso de sus fichas se verán revisadas a partir del próximo curso, ya que esta temporada, con le límite alcanzado, no puede sobrepasarse. Y es que hecha la ley, hecha la trampa. Y lo que no se puede pagar en esta temporada se puede prorrogar para años venideros.
Sin embargo, un aspecto positivo en ese sentido fue la revisión de contrato de Kameni. El Málaga, con la ficha anterior del camerunés tenía alcanzado el límite salarial. Sin embargo, su rebaja de ficha a la mitad posibilitó la llegada de Amrabat. El club pudo alcanzar los límites que pedía el Galatasaray y la estrella holandesa pudo recalar en Martiricos. Una buena mano en una partida con cartas marcadas.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2014/12/11/malaga-cf-tope-salarial/728677.html
El club blanquiazul está en el filo de los 27,5 millones que tiene de límite para el salario de su plantilla, lo que genera serios problemas.
El control financiero que la Liga ejerce sobre todos los clubes para que no cometan más excesos en sus cuentas obliga al conjunto blanquiazul a dejar salir jugadores en enero para poder reforzarse. Esta circunstancia también provoca que las ampliaciones de contrato esta temporada comiencen a tener efecto ya en la próxima. El club acudirá al mercado siendo casi público lo que puede gastar.
El famoso tope salarial de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), o lo que es lo mismo, el control financiero que la patronal ha impuesto a los clubes de Primera y Segunda División para que no se salgan del camino económico marcado para su viabilidad, tiene sus puntos oscuros y el Málaga CF ya ha comenzado a sufrirlos.
Evidentemente, el objetivo de la Liga es lícito y casi plausible. Velar por la buena sanidad económica de los clubes para evitar desfases como los vividos en épocas pasadas bien merece este control económico. Sin embargo, la letra pequeña es la que pone en jaque a los clubes en general y al Málaga CF en particular.
Antes de arrancar la competición, cada club conoció su tope salarial, que ha sido estipulado por la LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Ese tope salarial que está en boca del malaguismo, ahora que se acerca el mercado de invierno, es el dinero del que dispone cada club para gastarse en los sueldos de su plantilla. El Málaga CF, con un límite de 27,5 millones de euros, es el décimo club de Primera que más dinero puede gastar en su plantel. Pero a día de hoy está al límite, por lo que debe aligerar masa salarial para hacer hueco a futuras incorporaciones.
¿Cómo se calcula el tope salarial? Es la diferencia entre los ingresos que tiene un club, menos sus gastos de estructura. Gastos no deportivos como los desplazamientos, la seguridad, el mantenimiento... Se impone un límite que no rebase el 60% de los ingresos para así ajustarse al Fair Play Financiero.
Ante esta medida, el Málaga CF ya sabe que debe mover ficha cuanto antes. Y el primer movimiento de la partida es, obligatoriamente, dejar salir a varios jugadores. Los menos habituales como Pablo Pérez, Rescaldani o Casado tienen todas las papeletas para salir y así dejar hueco a la ficha de una posible incorporación. Este tope no es límite para pagar el traspaso de un fichaje, sino para pagarle la ficha.
De este modo, el Málaga ya se está moviendo para aliviar su masa salarial, pero acude al mercado con las cartas marcadas. Y es que aunque deje hueco para alcanzar el tope, las finanzas económicas de cada club de Primera ya son públicas, por lo que en la puja por un jugador entre entidades de similar calado ya se sabe el límite hasta donde pueden llegar. Este aspecto ha creado cierto malestar en el seno de la entidad blanquiazul, ya que deberá acudir al mercado casi con su presupuesto para fichar a la vista de agentes, clubes y rivales.
Otra circunstancia que ha trastocado los planes del club es a la hora de afrontar las renovaciones. Y es que el Málaga ha revisado esta temporada el contrato de varios de sus jugadores, como es el caso de Samu Castillejo, Darder y Juanmi. Pero el grueso de sus fichas se verán revisadas a partir del próximo curso, ya que esta temporada, con le límite alcanzado, no puede sobrepasarse. Y es que hecha la ley, hecha la trampa. Y lo que no se puede pagar en esta temporada se puede prorrogar para años venideros.
Sin embargo, un aspecto positivo en ese sentido fue la revisión de contrato de Kameni. El Málaga, con la ficha anterior del camerunés tenía alcanzado el límite salarial. Sin embargo, su rebaja de ficha a la mitad posibilitó la llegada de Amrabat. El club pudo alcanzar los límites que pedía el Galatasaray y la estrella holandesa pudo recalar en Martiricos. Una buena mano en una partida con cartas marcadas.
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2014/12/11/malaga-cf-tope-salarial/728677.html