El secretario general del PSOE-A sostiene que José Antonio Griñán será el candidato en 2012 «Mis 19 años de gobierno se deben juzgar desde una perspectiva histórica», indicó el ex presidente
Agradecimiento. Esta es la palabra que más repitió ayer Manuel Chaves durante la que será su última rueda de prensa en la Casa Rosa, sede de un Gobierno que él ha presidido durante 19 años ininterrumpidos.
El ex presidente de la Junta, y actual vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, eludió valorar su etapa al frente del Ejecutivo andaluz. Entiende que deben ser otros los que juzguen, desde una perspectiva histórica, el papel que ha desempeñado como mandatario andaluz durante estas casi dos décadas.
Pasado y futuro se entremezclaban en las preguntas y respuestas de un Chaves sereno que no se resistió a recurrir al símil que más le agrada a la hora de expresar la ilusión ante un nuevo reto: «estoy como un niño con zapatos nuevos».
Chaves reconoció que estuvo unos diez días sopesando la oferta de José Luis Rodríguez Zapatero. La decisión era difícil. La analizó junto a su familia, los responsables del PSOE-A y sus más estrechos colaboradores en el Consejo de Gobierno.
Lo que estaba sobre la mesa superaba los límites de escudriñar los pro y los contra que conllevaba su regreso a la política nacional. Tocaba decidir su sucesión al frente de Andalucía. Chaves confesó ayer que José Antonio Griñán no fue el único nombre que se barajó, aunque defiende de forma rotunda que era la mejor opción. «Dejo a Andalucía en muy buenas manos, porque José Antonio Griñán será un gran presidente», sentenció ayer Chaves.
Seguridad
El ex presidente andaluz avala su tesis en la seguridad y confianza que ofrece Griñán, tan necesarias en una época de crisis económica. En este sentido, recordó las magníficas relaciones que mantiene su sucesor con sindicatos y empresarios.
Dentro de este capítulo de elogios a Griñán, recordó que se trata de una persona brillante y con muchos conocimientos. Demasiados piropos para un presidente de transición, podría pensarse. Pero los planes de Chaves, que se mantendrá hasta 2012 como secretario general del PSOE-A, son otros: desea que Griñán sea el candidato socialista a la Presidencia de la Junta en 2012. «Y creo que lo será», apostilló.
Una mujer
Ante esta contundencia, los informadores le recordaron que durante la última campaña electoral, él mismo comentó que le gustaría que su sustituto fuese una mujer. «Pues no ha sido así». Una lacónica respuesta que cierra las puertas, al menos de momento, a María del Mar Moreno, una opción de futuro que cuenta con el beneplácito de parte del PSOE federal.
Chaves defiende que su partido no afronta con vértigo este proceso de sucesión. «El que siente vértigo soy yo», bromeó. Reconoció que lleva tiempo sopesando el cambio de ciclo en el PSOE andaluz, ya fuera para 2012 o para más adelante.
Vaticina un relevo tranquilo. Defiende que su partido está muy cohesionado en Andalucía. Y se produce alguna distorsión, él estará ahí para tutelar este proceso, porque Manuel Chaves seguirá siendo secretario general del PSOE-A hasta después de las próximas elecciones autonómicas.
¿Podrá compaginar sus responsabilidades como vicepresidente tercero del Gobierno de España con su liderazgo orgánico?
Sí, rebate sin vacilar. Para ello dice contar con un gran equipo. Destaca al vicesecretario general, Luis Pizarro y al secretario de Organización, Rafael Velasco. Dos verdaderos báculos en los que Chaves se ha apoyado en los últimos años para dirigir a la amplía y siempre díscola familia socialista.
A la hora de hacer inventario de su longeva estancia en la Casa Rosa (antes, Palacio de San Telmo), Chaves recuerda con orgullo que constituyó y presidió el primer Parlamento paritario de España. La igualdad entre sexos ha sido una de sus banderas. «He aprendido mucho de las mujeres andaluzas, de su esfuerzo y sacrificio», recalcó.
A Chaves le cuesta decantarse por alguno de los innumerables momentos buenos y malos que ha vivido al frente de la Junta. Una de sus penas es no poder inaugurar la red de tren de alta velocidad que unirá toda Andalucía entre 2013 y 2015. Aunque no siente pena por ello, porque está seguro que lo hará Griñán.
Otro afán que se queda en la cuneta es el de el 'pleno empleo'. «Me hubiera gustado que las políticas de empleo que hemos puesto en marcha hubieran dado un resultado más rápido», abunda.
Mensaje para el PP
Su marcha a la política nacional ha provocado ya numerosas reacciones en los partidos de la oposición. Javier Arenas, sin ir más lejos, anuncia que presentará una iniciativa al Parlamento pidiendo elecciones anticipadas en Andalucía.
Es la única vez que Chaves frunció el ceño ayer. Dejando claro que no quería entrar en polémicas, recomendó a los responsables populares que se leyeran con más detenimiento tanto la Constitución española como el Estatuto de Autonomía. ¿El motivo? Arenas ha puesto en duda la legitimidad con la que Griñán gobernará hasta 2012.
Tanto en la Constitución como en el Estatuto andaluz se establece que los presidentes, ya sean de la nación o regionales, los eligen los parlamentos. En esta institución, insistió Chaves, es donde radica la voluntad de los andaluces y, por lo tanto, nadie puede poner en duda a Griñán.
www.diariosur.com
Agradecimiento. Esta es la palabra que más repitió ayer Manuel Chaves durante la que será su última rueda de prensa en la Casa Rosa, sede de un Gobierno que él ha presidido durante 19 años ininterrumpidos.
El ex presidente de la Junta, y actual vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, eludió valorar su etapa al frente del Ejecutivo andaluz. Entiende que deben ser otros los que juzguen, desde una perspectiva histórica, el papel que ha desempeñado como mandatario andaluz durante estas casi dos décadas.
Pasado y futuro se entremezclaban en las preguntas y respuestas de un Chaves sereno que no se resistió a recurrir al símil que más le agrada a la hora de expresar la ilusión ante un nuevo reto: «estoy como un niño con zapatos nuevos».
Chaves reconoció que estuvo unos diez días sopesando la oferta de José Luis Rodríguez Zapatero. La decisión era difícil. La analizó junto a su familia, los responsables del PSOE-A y sus más estrechos colaboradores en el Consejo de Gobierno.
Lo que estaba sobre la mesa superaba los límites de escudriñar los pro y los contra que conllevaba su regreso a la política nacional. Tocaba decidir su sucesión al frente de Andalucía. Chaves confesó ayer que José Antonio Griñán no fue el único nombre que se barajó, aunque defiende de forma rotunda que era la mejor opción. «Dejo a Andalucía en muy buenas manos, porque José Antonio Griñán será un gran presidente», sentenció ayer Chaves.
Seguridad
El ex presidente andaluz avala su tesis en la seguridad y confianza que ofrece Griñán, tan necesarias en una época de crisis económica. En este sentido, recordó las magníficas relaciones que mantiene su sucesor con sindicatos y empresarios.
Dentro de este capítulo de elogios a Griñán, recordó que se trata de una persona brillante y con muchos conocimientos. Demasiados piropos para un presidente de transición, podría pensarse. Pero los planes de Chaves, que se mantendrá hasta 2012 como secretario general del PSOE-A, son otros: desea que Griñán sea el candidato socialista a la Presidencia de la Junta en 2012. «Y creo que lo será», apostilló.
Una mujer
Ante esta contundencia, los informadores le recordaron que durante la última campaña electoral, él mismo comentó que le gustaría que su sustituto fuese una mujer. «Pues no ha sido así». Una lacónica respuesta que cierra las puertas, al menos de momento, a María del Mar Moreno, una opción de futuro que cuenta con el beneplácito de parte del PSOE federal.
Chaves defiende que su partido no afronta con vértigo este proceso de sucesión. «El que siente vértigo soy yo», bromeó. Reconoció que lleva tiempo sopesando el cambio de ciclo en el PSOE andaluz, ya fuera para 2012 o para más adelante.
Vaticina un relevo tranquilo. Defiende que su partido está muy cohesionado en Andalucía. Y se produce alguna distorsión, él estará ahí para tutelar este proceso, porque Manuel Chaves seguirá siendo secretario general del PSOE-A hasta después de las próximas elecciones autonómicas.
¿Podrá compaginar sus responsabilidades como vicepresidente tercero del Gobierno de España con su liderazgo orgánico?
Sí, rebate sin vacilar. Para ello dice contar con un gran equipo. Destaca al vicesecretario general, Luis Pizarro y al secretario de Organización, Rafael Velasco. Dos verdaderos báculos en los que Chaves se ha apoyado en los últimos años para dirigir a la amplía y siempre díscola familia socialista.
A la hora de hacer inventario de su longeva estancia en la Casa Rosa (antes, Palacio de San Telmo), Chaves recuerda con orgullo que constituyó y presidió el primer Parlamento paritario de España. La igualdad entre sexos ha sido una de sus banderas. «He aprendido mucho de las mujeres andaluzas, de su esfuerzo y sacrificio», recalcó.
A Chaves le cuesta decantarse por alguno de los innumerables momentos buenos y malos que ha vivido al frente de la Junta. Una de sus penas es no poder inaugurar la red de tren de alta velocidad que unirá toda Andalucía entre 2013 y 2015. Aunque no siente pena por ello, porque está seguro que lo hará Griñán.
Otro afán que se queda en la cuneta es el de el 'pleno empleo'. «Me hubiera gustado que las políticas de empleo que hemos puesto en marcha hubieran dado un resultado más rápido», abunda.
Mensaje para el PP
Su marcha a la política nacional ha provocado ya numerosas reacciones en los partidos de la oposición. Javier Arenas, sin ir más lejos, anuncia que presentará una iniciativa al Parlamento pidiendo elecciones anticipadas en Andalucía.
Es la única vez que Chaves frunció el ceño ayer. Dejando claro que no quería entrar en polémicas, recomendó a los responsables populares que se leyeran con más detenimiento tanto la Constitución española como el Estatuto de Autonomía. ¿El motivo? Arenas ha puesto en duda la legitimidad con la que Griñán gobernará hasta 2012.
Tanto en la Constitución como en el Estatuto andaluz se establece que los presidentes, ya sean de la nación o regionales, los eligen los parlamentos. En esta institución, insistió Chaves, es donde radica la voluntad de los andaluces y, por lo tanto, nadie puede poner en duda a Griñán.
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