El Málaga tenía que ganar y lo hizo. No estamos en momento para hablar de si se jugó mejor o peor. Lo que importa es que se sumaron tres puntos de oro frente a un pusilánime Getafe
El Málaga cumplió con la necesidad. Tenía que ganar y lo hizo. No estamos en momento para hablar de si se jugó mejor o peor, de si Morales es incapaz de irse de un contrario, de que Juanmi pese a su buena voluntad no tiene gol (falló dos goles que ni un alevín), o de que Tissone, como él mismo reconoce, no es, ni de lejos, Xabi Alonso... Da igual. Lo que importa es que se sumaron tres puntos de oro frente a un pusilánime Getafe cuya séptima plaza en la que empezó el partido demuestra lo mediocre que es la llamada Liga de las Estrellas del tercero para abajo en la clasificación.
Cinco jornadas sin ganar. Schuster más que cuestionado por una afición con la que, sin duda, no ha sintonizado. Los nervios por situaciones como las vividas con Osasuna en la Copa... Tenía una papeleta difícil el Málaga, y sin Santa Cruz, que sigue entre algodones, y con El Hamdaoui ya perdido para la causa (por cierto, si Schuster cree que ha hecho bien con esas declaraciones, se equivoca), Juanmi se vio solo arriba con el sistema preferido por el alemán, el 4-1-4-1 famoso. La duda era: ¿quién metería un gol?Porque para ganar hay que marcar, y eso es un problema casi existencial para este Málaga sin pólvora ninguna, como se vio en al menos tres ocasiones claras de gol en el primer periodo, donde el juego aceptable de los locales ante un mediocre Getafe, romo y sin personalidad, no se vio recompensado ni siquiera cuando un disparo del referido Juanmi se topó de bruces con un poste de Moyá con toda la portería... ¡vacía!
Tras el descanso, el Málaga mantuvo su papel: aseado y pendiente de todo. Hoy por hoy, y con lo que tiene, poco más se le puede pedir al equipo, aunque el miedo recorría los cuerpos de los valientes aficionados que desafiaron la hora, el frío y el pésimo juego de las últimas semanas del Málaga. La pregunta era: ¿cuándo llegará el bajón? Pero la pájara temida y temible que ha llevado al Málaga en poco más de un mes a la zona peligrosa de la clasificación y que tuvo sus puntos álgidos ante Celta, Granada y Osasuna, afortunadamente, no llegó. Un mérito. Posiblemente porque el equipo estuvo ‘sujeto’ en el centro del campo por un Camacho que, con su actuación, deja en evidencia a cualquier entrenador que no lo utilice como titular todas las jornadas. Camacho tapaba las lagunas de Morales, y Tissone intentaba no hacer grandes maravillas ni grandes pifias, conocedor y temeroso de sus limitaciones. Portillo tenía momentos, y Eliseu al menos imponía. La defensa, segura, muy segura, con Weligton primoroso, pero... ¿Quién va a marcar juguemos como juguemos? Juanmi otra vez falló un gol cantado en el área chica, y entonces se divisió la figura de Santa Cruz: el paraguayo, medio lesionado, entre algodones, o a la ‘pata coja’, es mejor que todos los delanteros juntos anoche del Málaga y del Getafe a la vez. Y nada más tocar césped, un tremendo cabezazo suyo hizo que el balón entrara por la escuadra getafeña. El delirio. Llegó. Ahí estaba el gol. ¿Y...?Pues que faltaban 15 minutos, y otra vez la pregunta: ¿cuándo llegará la pifia?Esta vez no fue así. Todos estuvieron mentalizados. Hasta Schuster acertó al poner en liza a Sergi Darder como tercer cambio... El Getafe lo intentó, pero fue muy malo como para merecer nada positivo. El Málaga, lleno de carencias y cargado de limitaciones, lo superó de cabo a rabo, y otra cosa que la derrota hubiera sido injusto para ellos. No hicieron méritos. Ni siquiera al final. Y el Málaga ganó. ¿Quién marcará un gol? Pues Santa Cruz. Ya lo vieron. No hay ninguno más.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-12-15/cumplio-necesidad-201312151019.html