En el último partido ante el Almería se observó que había trozos de hierba que se levantaban con suma facilidad y eso inquietó a dirigentes, técnicos y futbolistas. El club se ha puesto manos a la obra y ha intensificado los trabajos de cuidado del verde de Martiricos.
El estado del césped en estos momentos dista de ser el ideal. Por ello se están haciendo labores específicas de recuperación de la hierba, pinchado y resiembra. El viernes ante Osasuna el terreno de juego no estará en las mejores condiciones, pero en La Rosaleda confían en que el campo vuelva a estar del todo recuperado después del parón liguero. Tras recibir a Osasuna, el césped estará más de tres semanas sin acoger un partido, lo que permitirá su mejora y puesta a punto.
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