LA LUPA
Un empate muy extraño
E l empate de ayer es extraño por dos razones. Primera, porque el Málaga redondeó una primera parte impecable, en la que se adelantó en el marcador y que llevaba a pensar que el festival de las huestes de Schuster continuaría tras el descanso. El comienzo de la segunda mitad no parecía dictar otro desenlace, pero dos descuidos de la zaga malaguista en sendos saques de esquina le permitieron al Valladolid darle la vuelta al marcador y dejar a su rival tocado durante bastantes minutos. Y en estos dos lances radica la segunda causa del extraño cambio de rumbo que tomó el partido. La línea más firme del conjunto de La Rosaleda hizo aguas de forma incomprensible por partida doble. Solo el golazo de Pawlowski le permitió al Málaga sumar un punto, que se antoja escaso si nos atenemos al 'baño' que le dio el cuadro visitante a su adversario en el primer acto del enfrentamiento.
El Málaga aumentó en uno más su racha de partidos sin conocer la derrota. Ya son cinco los encuentros que el equipo lleva invicto. La otra marca que también mantenía el conjunto de Schuster se vio truncada. Acumulaba tres jornadas sin encajar goles y Caballero recibió dos. El primero, el que rompió la racha, fue un malagueño, como bien dicta la ley de Murphy. Javi Guerra aprovechó una de las escasas ocasiones que tuvo en todo el partido, ya que la firme zaga del equipo de Schuster apenas le dio opciones. Pero el ariete del Valladolid, que ha demostrado con creces su olfato goleador a lo largo de su carrera, aprovechó un descuido de los defensas visitantes tras un córner lanzado por Ebert para marcar de cabeza. Era Tissone el que lo vigilaba en ese lanzamiento, como también era el argentino el que estaba más cerca de Osorio en el 2-1, igualmente de cabeza y a centro del alemán.
Estuvo a punto el equipo de Schuster de permitir que se le echara a perder la siembra de la primera mitad. Los tantos del conjunto local fueron dos mazazos de los que tardó en recuperarse el Málaga, pero lo hizo con ese bello gol de Pawlowski. La jugaba nació en un pase medido de Camacho al área grande, donde el polaco realizó un perfecto control orientado con la derecha que le permitió lanzar un sublime zurdazo que entró como obús en el marco de Mariño.
Fue Santa Cruz el que encauzó la que debió ser victoria de su equipo. El paraguayo respondió a la titularidad que le otorgó Schuster para redondear un gran partido. Cuando parecía que estaba de vuelta todo, el delantero sudamericano ha resurgido de sus cenizas y está cuajando una gran temporada. Juega de espaldas como nadie y es solidario tanto en ataque como en defensa, donde suele despejar varios balones de peligro a lo largo de un partido. Marcó un gran gol tras un desmarque de libro. Ayer jugó por primera vez con El Hamdaoui. El holandés había entrado por Eliseu, y en la veintena de minutos que estuvieron juntos quedó demostrado que Santa Cruz y él no son incompatibles. Por cierto, el ariete titular ayer se quejó amargamente al final de los dos goles encajados a «pelota parada», como dijo. Ante los micrófonos de Canal Plus, declaró: «Eso no es bueno. Hay que repasarlo. No nos puede volver a pasar, porque podíamos haber ganado y no lo hemos hecho». Esperemos que la hasta ahora sólida zaga tome nota de sus deseos.
Schuster introdujo cuatro cambios respecto al partido anterior y el equipo no acusó los movimientos producidos en un once que había cambiado poco en los últimos duelos, lo que demuestra que el entrenador alemán dispone de un plantel muy parejo en el que hay mucha calidad y competencia.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-09-28/empate-extrano-20130928.html