Schuster se abona a soñar en la Copa del Rey con el Málaga: "Como jugador y como entrenador siempre se me ha dado bien". "Aquel 4-0 al Barcelona fue una de mis noches mágicas como entrenador", narra.
Dicen muchos exjugadores que tener a Schuster cabreado enfrente daba miedo. Su lenguaje actual hace mucha gracia, ya que algunas expresiones muy andaluzas afloran de su interior sin siquiera pensarlas. Su dicción es más que correcta: sabe decir lo que quiere con el matiz adecuado en cada frase.
-¿La Copa del Rey sigue siendo posible o ya vuelve a ser coto de los grandes?
-Ahora es más complicado. Por los dos [Barcelona y Real Madrid], o por los tres, porque yo incluyo ya al Atlético de Madrid, que está muy fuerte. Y luego por tener que jugar a ida y vuelta. Es muy complicado hacer algo así. Pero mira, a mi presidente en el Getafe, Ángel Torres, le encantaba la Copa del Rey. Siempre me decía que a ver si hacíamos algo. Por supuesto lo intentábamos porque veíamos que siempre había una posibilidad para un equipo como el Getafe. Y mira, la final fue contra el Sevilla, ni Barcelona ni Real Madrid. Nuestro objetivo no era llegar a la Copa y ganarla, sino decir: 'Vamos a verlo, sin más preocupaciones'. Vas avanzando, de repente llegas a semifinales y te toca el Barça. Y entonces dices: 'Bueno, hemos hecho un buen papel en la Copa'.
-Y eso que se fueron con un 5-2 del Camp Nou y tuvieron que digerir tanta publicidad al gol maradoniano de Messi.
-Nada más salir del Camp Nou, creíamos que podíamos remontar, por las sensaciones que nos dio el encuentro. Sufrimos ese gol fantástico de Messi, que pasó por seis o siete rivales. Le dimos dos capotazos, olé, olé y aplauso al final [risas]. Pero luego fuimos valientes en la segunda parte. Al descanso nos habíamos ido con 3-0 y nos llegamos a poner 3-2, aunque luego nos metieron otros dos. Eso es la Copa, que tiene algo especial, por eso hablamos tanto de ella. Fuimos preparándonos dos semanas pensando que podíamos remontar. Y luego pasó lo que pasó, salió algo espectacular. Era impensable, pero es lo que te da el fútbol. Te sale el partido justo como lo programas, marcando cuando había que marcar. El Barcelona ayudó viniendo más relajado, con Messi quedándose en casa. Llega el 1-0, el 2-0... Y te ves en un momento en que cambiar el chip es difícil. Es lo que pasó. Con el 3-0 el Barcelona ya no pudo cambiar el chip y nos fuimos con ese 4-0, que fue una de mis noches mágicas como entrenador.
-A usted se le daba bien ese torneo como jugador y también como entrenador.
-Sí, la Copa siempre se me ha dado bien. Como jugador y como entrenador, porque en Ucrania también dejé al equipo en la final antes de marcharme. Y en Turquía pasó algo parecido. Por tanto, me parece que es una competición que se me da bien.
-Usted es medio alemán, medio español. ¿Qué sintió en ese Borussia Dortmund-Málaga?
-Yo estuve con Javier Ares haciendo el partido para Onda Cero. Estaban celebrando el 1-2 de Eliseu pero Javier, como todos nosotros, sabiendo de los equipos alemanes, decía que ellos se la iban a jugar el final. Cuando se marcó el 2-2, se hizo el silencio en la radio. Y todos, fuera de micro, decían: 'Nos la van a liar. ¿Cuánto queda, cuánto queda? ¿Diez minutos? Me cago en diez'. Era ese miedo que tienes a los equipos alemanes, que nunca te dejan tranquilo. Parecía una locura que ganando 1-2 en el 90 se te pudiera escapar. Fue tremendo. Yo me quedé callado con el 3-2. Todo el mundo decía que el árbitro, pero yo creo que fue algo increíble. El Málaga estaba tan cerca de una semifinal, de estar entre los cuatro mejores y de pronto quedas fuera, es una locura. Yo me callé, porque, ¿qué vas a decir? Te faltan palabras. Fue una noche muy dolorosa por parte del Málaga. Y además, se lo merecían. Creo que la ida fue para el Dortmund un poco. Willy sacó unos balones que madre mía. Pero en Dortmund el Málaga fue mejor. Sin embargo, esos minutos...
-¿Tiene la sensación de que el Málaga pudo hacer algo más en el tiempo de descuento?
-Después del partido lo piensas y crees que le faltó algo de experiencia en el final. Había que tirarse al suelo, ganar tiempo, tirar el balón fuera del estadio. Bueno, eso en ese estadio no se puede porque es muy alto. No fiarte de que se podía terminar jugando. Porque los alemanes, con esa pared de aficionados que estaba justo en la portería donde atacaban ellos, hacía que cada balón que caía allí te lo empujara la gente. El Málaga le ayudó a dejarles jugar, a permitirles poner balones ahí. Yo como entrenador pensaba en insultar al árbitro y que me echaran, había que parar el partido de alguna manera y ganar otro minuto. O el segundo entrenador, el médico, cualquiera. Aunque, claro, desde fuera es más fácil analizarlo, hay que estar ahí dentro con esos nervios.
-¿Cree que Guardiola se estrellará en el Bayern?
-No lo creo. Ellos han visto que es un auténtico profesional. Pep ha llegado en un momento muy difícil, tras el triplete. A los técnicos nos gusta llegar en el momento peor porque el margen hacia arriba es muy grande. Él no tiene ninguno. Pero creo que no. Por él y por conocer la directiva del Bayern, que es gente de fútbol campeona del Mundo y de Europa entre los que mandan (Hoeness, Rummenigge y Sammer). Han vivido el fútbol como Pep. Pep quiere cambiar algo un poco para aportar su estilo, aunque el Bayern estuvo espectacular el año pasado. Desde el Barcelona no he visto a nadie hacer lo que hizo. Tiene dificultad llegar allí, pero hay mucha experiencia en el club. Si este año no gana el triplete, no pasa nada; si hace doblete, todos contentos. Te digo una cosa: en el Bayern lo más importante para ellos es ganar la Liga. Si lo otro se gana, mejor. Pero para ellos es la Liga lo más importante. El Dortmund se lo pondrá más difícil este año, pero si todo va normal, la ganará en el Bayern. Estoy seguro que llegará lejos en la Champions y de que Guardiola va a estar muchos años allí.
http://www.malagahoy.es/article/malagacf/1599013/yo/me/habria/expulsado/para/parar/descuento/dortmund.html