Pese a los avances sociales en materia de igualdad, apenas uno de cada diez hace las camas, el desayuno, recoge la cocina o ayuda a los niños con los deberes, según un informe
Paridad, igualdad, conciliación... Son algunas de las palabras más cacareadas en la sociedad del siglo XXI; una sociedad que presume de equiparación de derechos entre hombres y mujeres pero en la que, como revelan las tablas, aún quedan muchas asignaturas pendientes para evitar que los conceptos citados anteriormente se queden huecos. El estudio 'Encuesta Social 2007. Una visión de Andalucía', elaborado por el Instituto de Estadística de Andalucía, evidencia que pese a los avances de puertas para adentro las féminas siguen soportando las cargas familiares, tanto de las labores domésticas como del cuidado de niños y ancianos.
Al respecto, el informe -elaborado entre octubre de 2006 y marzo de 2007 con los resultados de entrevistas a más de 2.000 andaluces- recoge que el 43,4% de los hombres de la región consideran que la mujer debe dedicarse principalmente a las tareas del hogar y a la educación de los hijos, aunque este porcentaje se reduce a la mitad (al 22%) cuando los encuestados son menores de 25 años. Un 28% de ellos opina que la «situación ideal» cuando crece la familia es que la madre deje de trabajar, mientras que un 38,8% defiende que se emplee media jornada mientras los niños sean pequeños.
Al respecto, los últimos datos hechos públicos por la delegación provincial del INEM (correspondientes al periodo del informe) ponen de manifiesto que cada vez son más las malagueñas que se acogen a este tipo de contratos para intentar compaginar su vida personal con la profesional. Así, si en 2001 las féminas que tenían jornadas cortas se reducían a 66.483, al cierre de 2006 sumaban 112.760, casi el doble.
Importantes avances
Para Pilar Oriente, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer, el problema es que en los últimos 30 años se han producido importantes avances en materia de igualdad, pero estos cambios siguen sin calar y dejar su poso en la sociedad.
«Hace pocas décadas teníamos que pedir permiso al marido para abrir una cuenta corriente. Hoy, por suerte, el escenario ha cambiado. El 60% de los alumnos universitarios son mujeres y la actitud machista, al menos, ha pasado a ser políticamente incorrecta. El cambio de mentalidad, sin embargo, es lo más difícil», argumenta Oriente, quien opina que es «cuestión de tiempo». Y de educación.
En este sentido, la responsable del IAM, recuerda la importancia de inculcar los valores de corresponsabilidad desde la propia infancia, tanto en el colegio como en casa. «debemos de volcarnos en los más jóvenes para impulsar un futuro diferente», añade.
No en vano, aún queda mucho trabajo por hacer para equiparar los porcentajes de las estadísticas. Así, según la referida 'Encuesta Social' apenas uno de cada diez andaluces hace las camas (un reducido 15,2%), friega habitualmente los cacharros de la comida y recoge la cocina (un 13,3%), ayuda a los niños con los deberes (un 11,7%) o se levanta por las noches a atenderles (un 7,7%).
A la vista de estos resultados, las campañas de concienciación puestas en marcha en estos años por diversos organismos públicos parecen haber hecho poco efecto. Los tópicos, pues, siguen sin superarse, como lamenta Aurora de la Rosa, dueña de Infiltradas, una agencia de comunicación social especializada en campañas que promueven igualdad de género. «La mayoría de los hombres siguen siendo irresponsables en casa. Como mucho bajan la basura. Hemos dado pasos al frente, pero aún queda mucho camino que andar, lo cual debe superarse desde la educación», dice.
Responsabilidad
Concha Campuzano, decana del Colegio Andaluz de Sociólogos, comparte este planteamiento. A su juicio, no hacen falta encuestas, ya que la propia vida cotidiana demuestra que la mujer es al que lleva todo el peso doméstico. «Tienen la responsabilidad asumida y cedida, y ya dan por hecho de que si toca llevar al niño al dentista o ayudarle a preparar un examen es cosa de ellas. La tendencia de las nuevas generaciones es a compartir más esas tareas, pero aún vamos a remolque», plantea.
El problema de esta realidad, como destacan las expertas, son sus efectos secundarios, ya que al no compartir todas estas cuestiones, la mujer se ve «lastrada profesionalmente», indican. «El cargar con las labores de casa no sólo les obliga a renunciar a ser madres (lo que frena la natalidad), sino que afecta a su desarrollo profesional y a su propia salud», apostilla Pilar Oriente.
PD. Hay hombres que esperan que le ponga la comida, y no digo mas
http://www.diariosur.es/20090331/malaga/hombres-colaboran-hogar-cuidado-20090331.html
Paridad, igualdad, conciliación... Son algunas de las palabras más cacareadas en la sociedad del siglo XXI; una sociedad que presume de equiparación de derechos entre hombres y mujeres pero en la que, como revelan las tablas, aún quedan muchas asignaturas pendientes para evitar que los conceptos citados anteriormente se queden huecos. El estudio 'Encuesta Social 2007. Una visión de Andalucía', elaborado por el Instituto de Estadística de Andalucía, evidencia que pese a los avances de puertas para adentro las féminas siguen soportando las cargas familiares, tanto de las labores domésticas como del cuidado de niños y ancianos.
Al respecto, el informe -elaborado entre octubre de 2006 y marzo de 2007 con los resultados de entrevistas a más de 2.000 andaluces- recoge que el 43,4% de los hombres de la región consideran que la mujer debe dedicarse principalmente a las tareas del hogar y a la educación de los hijos, aunque este porcentaje se reduce a la mitad (al 22%) cuando los encuestados son menores de 25 años. Un 28% de ellos opina que la «situación ideal» cuando crece la familia es que la madre deje de trabajar, mientras que un 38,8% defiende que se emplee media jornada mientras los niños sean pequeños.
Al respecto, los últimos datos hechos públicos por la delegación provincial del INEM (correspondientes al periodo del informe) ponen de manifiesto que cada vez son más las malagueñas que se acogen a este tipo de contratos para intentar compaginar su vida personal con la profesional. Así, si en 2001 las féminas que tenían jornadas cortas se reducían a 66.483, al cierre de 2006 sumaban 112.760, casi el doble.
Importantes avances
Para Pilar Oriente, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer, el problema es que en los últimos 30 años se han producido importantes avances en materia de igualdad, pero estos cambios siguen sin calar y dejar su poso en la sociedad.
«Hace pocas décadas teníamos que pedir permiso al marido para abrir una cuenta corriente. Hoy, por suerte, el escenario ha cambiado. El 60% de los alumnos universitarios son mujeres y la actitud machista, al menos, ha pasado a ser políticamente incorrecta. El cambio de mentalidad, sin embargo, es lo más difícil», argumenta Oriente, quien opina que es «cuestión de tiempo». Y de educación.
En este sentido, la responsable del IAM, recuerda la importancia de inculcar los valores de corresponsabilidad desde la propia infancia, tanto en el colegio como en casa. «debemos de volcarnos en los más jóvenes para impulsar un futuro diferente», añade.
No en vano, aún queda mucho trabajo por hacer para equiparar los porcentajes de las estadísticas. Así, según la referida 'Encuesta Social' apenas uno de cada diez andaluces hace las camas (un reducido 15,2%), friega habitualmente los cacharros de la comida y recoge la cocina (un 13,3%), ayuda a los niños con los deberes (un 11,7%) o se levanta por las noches a atenderles (un 7,7%).
A la vista de estos resultados, las campañas de concienciación puestas en marcha en estos años por diversos organismos públicos parecen haber hecho poco efecto. Los tópicos, pues, siguen sin superarse, como lamenta Aurora de la Rosa, dueña de Infiltradas, una agencia de comunicación social especializada en campañas que promueven igualdad de género. «La mayoría de los hombres siguen siendo irresponsables en casa. Como mucho bajan la basura. Hemos dado pasos al frente, pero aún queda mucho camino que andar, lo cual debe superarse desde la educación», dice.
Responsabilidad
Concha Campuzano, decana del Colegio Andaluz de Sociólogos, comparte este planteamiento. A su juicio, no hacen falta encuestas, ya que la propia vida cotidiana demuestra que la mujer es al que lleva todo el peso doméstico. «Tienen la responsabilidad asumida y cedida, y ya dan por hecho de que si toca llevar al niño al dentista o ayudarle a preparar un examen es cosa de ellas. La tendencia de las nuevas generaciones es a compartir más esas tareas, pero aún vamos a remolque», plantea.
El problema de esta realidad, como destacan las expertas, son sus efectos secundarios, ya que al no compartir todas estas cuestiones, la mujer se ve «lastrada profesionalmente», indican. «El cargar con las labores de casa no sólo les obliga a renunciar a ser madres (lo que frena la natalidad), sino que afecta a su desarrollo profesional y a su propia salud», apostilla Pilar Oriente.
PD. Hay hombres que esperan que le ponga la comida, y no digo mas
http://www.diariosur.es/20090331/malaga/hombres-colaboran-hogar-cuidado-20090331.html