Desconocidos, sí, pero con mucho fútbol que ofrecer. El Málaga cerró ayer, sobre la bocina, dos incorporaciones de última hora y totalmente desconocidas para los que no son ni «Maldinis» ni Áxel Torres de la vida. Tanto Pedro Morales como Vitorino Antunes son dos jugadores que militan en la segunda fila del fútbol, ajenos a los focos de las grandes ligas y torneos de calado internacional, pero que llegan para ofrecer el mejor de sus rendimientos.
En un breve repaso de ambos, queda claro que apuntaban a un nivel superior en el que hasta ahora militaban. Es, sobre todo, el caso del centrocampista chileno, que llega tras su paso por el Universidad de Chile con más sombras que luces.
Pedro Morales, apodado en su país de origen como «Pokegol» por la fiebre en su momento de los Pokemon en tierras andinas, es un «10» de la vieja escuela, un jugador creador que puede ejercer las funciones de último pasador e incluso con gran acierto a gol. Los más optimistas lo asemejan, por su posición de juego, su ralentización en la creación, visión y golpeo, con Juan Román Riquelme, estrella argentina que ya estuvo a las órdenes de Pellegrini en el Villarreal.
Desde luego Pedro Morales no tiene ni el currículum ni, al parecer, el despliegue del jugador internacional con la albiceleste, pero encaja a la perfección en el juego que el «Ingeniero» despliega.
Morales comenzó su carrera en el Huachipato. Rápidamente dio el salto al Universidad de Chile. Ahí mostró su mayor calidad y poderío con 13 goles en el Clausura, siendo el máximo goleador de su equipo (2007). Su gran actuación en el torneo de promesas de Toulon en Francia le valió para fichar por el Dinamo de Zagreb, donde fue figura hasta el cambio de técnico. Realizó dos grandes temporadas pero no cuajó en la tercera y regresó a Chile, donde tampoco repitió su mejor nivel por discrepancias tácticas con el ahora actual seleccionador de la «Roja», Jorge Sampaoli. Con su selección llegó a jugar 14 partidos internacionales con la absoluta e incluso disputó el Mundial sub´20 en 2005.
La única laguna de Morales que se le reclama es la falta de «sangre» en ciertos momentos: agresividad y competitividad, pero no calidad. Su golpeo desde fuera del área, su desplazamiento en largo y su buen hacer con el balón parecen estar fuera de toda duda y a eso se agarra el Málaga.
Por su parte, Vitorino Antunes es un rápido lateral zurdo que viene a cubrir la difícil baja de Nacho Monreal. El portugués, que militaba en el Paços de Ferreira, que está cuarto en la Superliga lusa, ha alcanzado la madurez futbolística. Este zurdo de largo recorrido, rápido, con vocación ofensiva, buen manejo de balón y buen golpeo en las faltas también suma ciertas carencias en la faceta defensivas, quizás su punto más débil. Marchó joven al Roma, donde no llegó a cuajar su juego. Lecce, Leixoes, Livorno y Panionios fueron sus clubes antes de regresar al equipo donde mostró su mejor fútbol. Este año ha jugado casi todo con el Paços y ha marcado tres goles. Viene rodado, pero no aclimatado...
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