Desde hace dos décadas, solo en una de las múltiples veces que el equipo se jugó algo en Martiricos en la última jornada no logró su objetivo, ya fuera dependiendo de sí mismo o con ayudas de terceros
Hay quien teme ahogarse en la orilla. Que el Málaga no sea capaz de rematar la faena este domingo porque le tiemble el pulso y porque sus perseguidores sí hagan las cosas bien. Sin embargo, La Rosaleda no es espacio para temer. Lo dice la historia. En las últimas décadas, cada vez que Martiricos ha tenido que decidir la suerte blanquiazul en las jornadas finales, sonrió. Y dio igual que el equipo dependiera de sí mismo o necesitara recurrir a la calculadora y los transistores. De hecho, a través de ellos están compuestos los mejores recuerdos de la era reciente, en la que el malaguismo se abonó a los encajes de bolillos. He aquí un pequeño desglose de ellos, un bofetón de optimismo para los más agoreros.
1TEMPORADA 09/10: ENTRE DUDA Y ALEXIS
No hay que remontarse mucho en el tiempo para sentir en el pellejo los rigores del miedo. La puerta de entrada del jeque Al-Thani en el Málaga tenía como condición innegociable sellar la permanencia, aunque en ese momento solo lo sabía Fernando Sanz, quien se retorcía en su butaca presidencial. Era la última jornada de la temporada y venía el Real Madrid de Pellegrini todavía con alguna opción de ganar la Liga, aunque supeditada a un resbalón del Barcelona en su campo. No ganar, algo no muy difícil, obligaba a mirar hacia Pamplona, el Camp Nou y Mestalla. Duda abrió el marcador y los goles del Barcelona fueron hundiendo al Valladolid y relajando a los blancos en La Rosaleda. Los resultados acompañaban, pero a poco de inaugurarse el segundo tiempo Van der Vaart trajo el miedo. La dependencia de los otros marcadores era total, sobre todo si al Tenerife le daba por ganar en Valencia. No solo no llegó ese tanto, sino que un paisano, Alexis, trajo la tranquilidad con un cabezazo postrero. Es el último gran sufrimiento, el cual no se espera revivir en muchos años.
2TEMPORADA 07/08: ANTONIO 'HIDALGOL'
Lo que iba para un ascenso meteórico se convirtió en una agonía en el tramo final. El Málaga pasó de arrasar a llegar en reserva y la Real Sociedad, con acusaciones cruzadas de compra de partidos, le echó el aliento en el cogote hasta el final. La suerte es que el equipo, también dirigido por Juan Ramón Muñiz, pudiera depender solo de su resultado en Martiricos frente un Tenerife que no tenía objetivos en liza. Había mucho miedo, especialmente tras el 3-1 que el Hércules transformó en un 4-6 semanas antes. Antonio Hidalgo, el máximo goleador del ascenso, puso calma con un tanto en cada tiempo. Nino recortó distancias, después no dio tiempo para agonizar porque lo hizo ya con el tiempo de descuento casi cumplido. La Rosaleda estalló de alegría. De hecho, lo hizo invadiendo el césped antes de que Pino Zamorano decretara el final. El premio tan peleado durante nueve largos meses llegó.
3TEMPORADA 06/07: UN EMPATE MUY FELIZ
A diferencia de otros precedentes, esta vez La Rosaleda echó el cable en la penúltima jornada. Al Málaga le bastaba un punto ante un Cádiz que no se jugaba nada para evitar la catástrofe de caer a la Segunda División B, que habría puesto muy difícil la supervivencia económica. Aun así, los amarillos complicaron la vida a los 66 minutos con un gol del paraguayo Acuña. Hasta cuatro antes del 90 no llegó la igualada. La hizo Antonio Hidalgo, llamado a conseguir tantos históricos, aunque mucho de colaboración tuvo en el Chengue Morales, quien se la puso para empujarla en boca de gol. La importancia quedó clara con la reacción de Fernando Sanz, quien perdió los nervios en el palco y agredió a un seguidor que se pasó todo el partido increpándole.
4TEMPORADA 02/03: EL FILIAL TAMBIÉN
La época de Joaquín Peiró y Juande Ramos fue bastante feliz. De hecho, en ese tiempo fue más factible mirar hacia las posiciones europeas que hacia el descenso. Pero existe otro precedente milagroso en Martiricos, aunque éste con mucho menos público. Lo protagonizó el filial de Antonio Tapia en la liguilla de ascenso a Segunda División. Un gran final permitió a sus pupilos (Calatayud, Juan Rodríguez, Juanma, Nacho, Geijo, Paco Esteban, Manolo) clasificarse. Real Unión y Gramenet eran los favoritos en el grupo que le tocó. De hecho, ambos se enfrentaron en la última jornada con opciones. El que ganara subía. Los blanquiazules, irregulares en sus partidos, esperaban una carambola para ascender. Tenían que tumbar al Lanzarote y esperar un empate en Irún. Geijo, Adan y Juan Rodríguez (de penalti) hicieron el único trabajo que estaba en sus manos. Con el partido en el alargue, desde la grada llegó la noticia de que Alvero había empatado en el minuto 89 en el Stadium Gal. No fue una celebración masiva, pero sí un estallido de alborozo en las entrañas de La Rosaleda para una hornada que saltaba en dos años de Tercera a Segunda.
5TEMPORADA 98/99: ASCENSO 'AL ALBA'
El 30 de mayo de 1999 el Málaga logró su primer ascenso a la élite desde su duro peregrinaje por las divisiones inferiores. Aquel logro estaba en el bote, no peligraba. Solo hacía falta ponerle fecha. Esta consecución ejemplifica la capacidad blanquiazul para aprovechar el primer match ball que le ofrecía La Rosaleda. El resultado es bien conocido. El luego malaguista Luque adelantó al Albacete cuando ni se habían jugado 20 segundos. Posteriormente llegó un ciclón a través de los goles de Bravo, Edgar y Agostinho; luego Gustavo Díaz pondría la incertidumbre. La afición, tal y como se prevé para este domingo, respondió con una convocatoria brutal en el estadio y por las calles de la ciudad antes y después del encuentro.
6TEMPORADA 96/97: ÚNICA FRUSTRACIÓN
En la secuencia de 20 años con carambolas a favor solo ésta representa la decepción. Y más o menos era esperada. El Málaga, bajo el mandato de Federico Beltrán, buscaba por segundo año seguido su asalto a la categoría de plata. Pero la campaña resultó muy irregular. Hubo hasta tres entrenadores distintos y, a pesar de una secuela de un triunfo, dos empates y tres derrotas en los últimos seis partidos, quedaba opción para una carambola en la última jornada. Llegaba un Marbella descendido y se le ganó con facilidad merced a los goles de Basti, Manolo y Monsalvete. Pero la otra premisa necesaria, que el Recreativo perdiera en el campo del Gáldar, no se dio. Los canarios ya no tenían nada que hacer en la competición, aunque dieron guerra. A siete minutos del final, un gol del Decano acabó con las cábalas (0-1). Su autor, un jovencísimo Iván Rosado.
6TEMPORADA 97/98: EL MILAGRO DE GUEDE
Una de las tardes más inenarrables de la historia del club se vivió en el particular milagro de los panes y los peces del Málaga. La carambola para dejar atrás en la liguilla de ascenso a Segunda a Terrassa, Talavera y Beasaín fue de órdago. Los pupilos de Ismael Díaz habían quedado campeones con un gran fútbol y llegaban como favoritos. Tras sufrir para remontar a los vascos (1-2), el conjunto de Gregorio Manzano arrancó un empate de un Martiricos que tenía a gente hasta de pie en las bocanas (1-1). Todo se torció allí en una emboscada (1-0). La visita del Beasaín resultó un bálsamo (4-0) que duró solo una semana, el tiempo en que los de Ismael Díaz se resbalaron, nunca mejor dicho, en el césped sintético del cuadro catalán. Aquel 3-0 convertía en utopía el ascenso, porque había que revertirles la diferencia en el partido de vuelta y confiar en un milagro del Beasaín, último del grupo, ante el Talavera, que lo tenía todo de cara para poner los dos pies en la categoría de plata. Nunca está de más recordar el hattrick de Guede, el gran testarazo de Merino, la polémica en torno a Sergio, el portero del Terrasa aquella tarde. Ese partido fue el punto de inflexión a la hora de enfocar los imposibles en Martiricos.
7TEMPORADA 94/95: GRACIAS PUERTOLLANO
El último ascenso a la Segunda B parecía mascado antes y durante la liga regular. Literalmente, el Málaga de Bravo, Añón y Basti se paseaba por el Grupo IX con goleadas escandalosas. La más sonada, el 14-0 al Garrucha. Kiko Aranda y Toño se hincharon a meter goles. Únicamente faltaba ponerle el lazo a la subida de categoría en la liguilla. Todo comenzó rodado con la goleada en el campo del Puertollano (0-3). Sin embargo, el doble duelo con el Isla Cristina, empate a dos en Martiricos y derrota por 2-0 en Huelva, dejó a los de Antonio Benítez entre la espada y la pared. Otra paliza al Puertollano (6-0) dio impulso para jugar el doble o nada ante el Jerez de los Caballeros, nueva denominación del Cristian Lay, también rival dos años antes para subir a Segunda B en una de las mayores encerronas que se recuerdan (entradas a 5.000 pesetas, lanzamiento de piedras al autobús del Málaga y vehículos de los malagueños). Cumplió in extremis el equipo en suelo extremeño (1-2) y solventó una semana después bajo un chaparrón de verano el segundo envite (3-1). Lo que nadie se esperaba era que el Puertollano, ya sin nada que hacer, le aguantara el 0-0 al Isla Cristina, que tenía todo a su favor para lograr el ascenso.
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