Por iniciativa propia Monreal sólo habla durante esta entrevista de "cumplir el objetivo" al referirse a la Champions. Aun consciente de que las actuaciones de Jordi Alba se lo ponen muy complicado, asegura que la esperanza por ir a la Eurocopa "es lo último que se pierde" y que por ello aún no quiere saber de vacaciones. Son los motivos por los que vino este navarro a Málaga, con el que el lunes vuelve a su casa y al que la cara se le ilumina cuando habla de los recuerdos que le trae ese partido y de lo que le espera. Lo que no ha conseguido aún es que todo su entorno cercano sea blanquiazul en el Reyno de Navarra.
-Está como un tiro en este final de temporada.
-Creo que el equipo, en líneas generales, está llegando bastante bien a este tramo final de temporada, en el que nos jugamos mucho. Después de un año bastante duro, con momentos buenos y no tan buenos, pues hemos llegado a este último tramo con posibilidades de meternos en Champions y la verdad es que el equipo está con muchas ganas, mentalizado y luego aparte está bastante bien. Ojalá que al final consigamos cumplir el objetivo.
-Habla del equipo, lo cual le ennoblece, pero la pregunta iba dirigida a usted.
-Estoy contento con el trabajo que estoy haciendo. Desde que el técnico apostó por mí en la jornada séptima de Liga, no he perdido la titularidad. Creo que he estado a un nivel bastante bueno, ayudando al equipo, que es para lo que estamos aquí.
-Sí, pero es que últimamente no para de subir y bajar la banda, como por ejemplo el lunes pasado ante la Real Sociedad.
-Bueno, hay días que sale mejor. El otro día sí que es cierto que se quedaron pronto con uno menos y hay más huecos, más espacios.
-¿Qué tal le está yendo su primera aventura fuera de casa?
-Creo que bien. En líneas generales te diría que muy bien. Desde que llegué aquí los compañeros me acogieron muy bien, la ciudad es muy bonita, el clima es una maravilla y eso al final suma para que la aclimatación sea más fácil. Luego, a nivel deportivo, las cosas han ido saliendo bien, el equipo está cuarto a día de hoy, estoy jugando... No me puedo quejar, no tengo ninguna pega.
-Ahora que ya tiene elementos de juicio más que suficientes, ¿qué es lo que más le ha sorprendido?
-Lo que más me ha sorprendido es el proyecto en sí, cómo ha podido cambiar el Málaga desde el año pasado, que estaba sufriendo para salvarse, y que este año se forma un proyecto, se traen jugadores importantes y ver cómo la gente está súper ilusionada, que el equipo está respondiendo, que el año que viene puede que el Málaga esté en Champions. La verdad es que todo eso es algo que me llama la atención.
-¿Y de entre sus compañeros?
-Pues lo que más me ha sorprendido es el poder compartir vestuario con jugadores muy importantes. Nombres como Ruud van Nistelrooy, Cazorla, Joaquín, Julio [Baptista]. Para mí, compartir vestuario con gente que ha sido tan importante, y que es tan importante, me hace sentirme todavía más importante.
-¿Cómo son?
-Como cualquiera. Son futbolistas conocidos a nivel mundial, que la mayoría de gente los idolatra, pero al final son personas normales y corrientes, de la calle, como cualquiera. Y eso creo que es lo más bonito: gente que, a priori sólo se le ve por la tele, que luego puedas compartir el día a día con ellos, y te das cuenta de que es gente humilde, gente sencilla. Eso es bonito de valorar.
-En los primeros días de la pretemporada me dijo que se sentía un poco retraído. Imagino que eso ya habrá cambiado.
-Sí, al final con el paso del tiempo uno se va soltando. Cuando vienes aquí eres el nuevo, no conoces a la gente, no tienes relación, no tienes trato con muchos compañeros y con el paso de las semanas y los meses vas cogiendo confianza, afinidad y lógicamente te vas encontrando mucho mejor.
-A su hogar es donde vuelve este lunes. Supongo que, aunque sea tópico, esta semana no está siendo igual para usted que las demás.
-Sí que es cierto que el volver a casa, el saber que todo lo que estoy haciendo esta semana, todos los entrenamientos, son para jugar un partido en Pamplona, donde he pasado muchísimos años, donde he tenido momentos muy buenos, hace que vaya a ser un partido especial. Es mi vuelta a casa, en este caso como visitante. Sólo sé lo que es jugar ahí de local y va a ser una experiencia diferente, pero a la vez va a ser muy bonita, porque tengo grandísimos amigos, compañeros ahí en Pamplona y va a ser un partido muy especial para mí.
-¿Ha pensado en qué va a sentir cuando pise el césped del Reyno de Navarra?
-Lo he pensado, pero todavía no me hago a la idea. Prefiero que llegue el momento y a ver cómo surge. Al principio estaré con los compañeros, será lo típico de todos los campos, pero sí que es cierto que cuando ya saltemos, ver cómo la gente, que ahí es una afición muy buena y está muy encima de su equipo y también muy encima de que el equipo contrario no lo pase bien, estará apretándonos y no va a ser nada fácil.
-Como lo pinta, se le va a hacer realmente extraño.
-Claro, por eso te digo. Han sido muchos años allí, saltando siempre como local y siempre con el apoyo de la afición. El lunes va a ser al revés, todo en contra para hacérnoslo más difícil. Pero eso es el fútbol. Ya me he hecho a la idea de cómo será y esperemos que hagamos un buen partido también.
-Un buen recibimiento sí que esperará.
-Espero que sí, porque al final he estado 13 años formando parte de Osasuna. Me fui por el proyecto que me ofreció el Málaga pero continúo siguiendo a Osasuna, lo veo todos los partidos, estoy súper encantado de cómo les va este año y guardo mucho afecto y mucho cariño tanto a la afición, como al presidente, los directivos y a todos en general.
-La gente de Osasuna es muy de Osasuna, al menos así ha sido siempre. ¿Hay alguien de su entorno cercano al que no haya convencido de ir con el Málaga?
-¿Qué no haya convencido? No, al final, mis amigos, mis familiares y todos son de Osasuna. Son de ahí, son de Osasuna y van a seguir siéndolo toda la vida. Lo que pasa es que ahora sí que es cierto que compaginan Osasuna con el Málaga. Por la televisión me ven a mí, ven al equipo. En ese sentido, digamos que pueden llegar a ser un poco de los dos, tanto de Osasuna como del Málaga.
-¿Pero el lunes?
-¿El lunes? No, hombre, mi familia me imagino que irá con el Málaga, con el Málaga por mí más que nada. Pero, bueno, luego los amigos seguramente con Osasuna. Estará un poco dividido.
-¿Cuántos mensajes o llamadas está recibiendo estos días por su regreso con otra camiseta a Pamplona?
-Bastantes. Sí que es cierto que al final dejas un montón de amistades, de compañeros. Ahora que vuelvo ahí, me llaman para ver qué tal, a ver cómo estoy llevando mi vuelta, para juntarnos un poco en el hotel a hablar.
-¿Qué le cuentan del partido?
-Más que nada hablamos un poco de cómo estoy y eso. Del partido todavía no hemos hablado, quedan aún varios días. Seguramente, cuando se acerque la hora del partido, algo me dirán, pero de momento no.
-Izco dice que habla con usted.
-Sí, he hablado un par de ocasiones con él. Es un grandísimo presidente, buenísima persona. Me fui con mucho cariño hacia él. Todos los años que he estado siempre se ha portado muy bien conmigo. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia él.
-A usted, que es especialmente prudente, debe resultarle incómodo todo el jaleo de la denuncia de Osasuna por los impagos en el plazo de su fichaje.
-Sí, no es algo bonito, pero intenté estar un poco al margen porque al final de mí no depende. Es una cosa que hay entre ambos clubs, son ellos los que tienen que llegar a un acuerdo y, mira, finalmente parece que ya todo se ha solucionado y eso es lo mejor, que al final haya buenas relaciones entre ambos clubes.
-¿Piensa en la Eurocopa?
-Sí, porque sigo pensando que tengo posibilidades. Soy consciente de que está difícil, porque el bloque ya más o menos está hecho y está muy complicado entrar. Parece que Jordi Alba se ha ganado un puesto ahí, lo cual complica un poco más mi participación, pero, bueno, yo lo que tengo que hacer es seguir trabajando, hacerlo lo mejor posible y ojalá que al final de temporada el seleccionador cuente conmigo. Si no, pues nada.
-El final de temporada es ya.
-Claro, es que no queda nada. Por eso te digo que se sigue porque, de aquí a un mes, ya sale la lista y estamos pendientes.
-¿No tiene nada claro?
-No.
-¿Qué cree a día de hoy?
-No lo sé, tengo esperanzas. Sólo te puedo decir que tengo esperanzas, pero eso no te asegura nada.
-Sí podemos decir, entonces, que las vacaciones aún no las tiene planteadas.
-No, todavía no las tengo planteadas. Estoy esperando un poco a ver lo que pasa. Ojalá me quede sin vacaciones.
-Hablaba de Jordi Alba como su competencia. Pero no deja de ser un único jugador específico para su posición. Quizás sea la polivalencia de otros jugadores lo que le puede cerrar el paso.
-Se suma todo. Se suma que Jordi Alba lo ha hecho muy buen de lateral los partidos que ha estado. Luego también hay varios jugadores, por ejemplo Arbeloa, que te puede cumplir tanto en la derecha como en la izquierda. Eso al final el seleccionador es el que juega un poco al ver si con dos jugadores le es suficiente, o con uno y tener otro que le puede cumplir en un momento puntual y así puede meter más gente ofensiva. En ese sentido él es el que decidirá y seguramente que, haga lo que haga, va a hacer lo correcto.
-¿Sería injusto no ir?
-Creo que no. Al final hay muchos jugadores. Gracias a Dios el fútbol español está en un gran momento.
-¿Sería justo ir?
-Si voy, sí. Creo que todos los que vayan está claro que va a ser por méritos propios, a nadie le van a regalar nada. El que vaya es por méritos propios y es justo que vaya. Y, si no va, es porque hay otros jugadores que están en ese momento mejor y porque el seleccionador lo considera así.