Bosch, administrador judicial del Betis, "aconsejó" al entrenador "utilizar otra manera de jugar" si quiere seguir en el banquillo
Que el surrealismo es parte intrínseca del mundo del fútbol es algo que muchos ya conocen. Pero lo que han deparado las últimas horas en el entorno del Real Betis roza lo esperpéntico. Las razones por las que en estos momentos Pepe Mel es entrenador de Primera son dos: es caro despedirlo y ha antepuesto el dinero a sus ideales.
Los verdiblancos, en Ley Concursal, no pueden permitirse una indemnización de unos dos millones para después pagar otro sueldo. Como todo equipo, el cuadro heliopolitano puede destituir a su técnico cuando quiera. Pero según diversas cláusulas del contrato, deponer a Mel puede costar lo equivalente a comprar unas chucherías o la hipoteca de un piso al lado de la Giralda, dependiendo de las circunstancias.
Un ejemplo de este absurdo sería si el Betis no va a un ritmo de 12 puntos cada 10 jornadas. Hay que recordar que se lograron precisamente esa cantidad en los cuatro primeros partidos, pero desde entonces solo ha cosechado un empate. Por ello, los verdiblancos tendrían que sumar once puntos en las siete próximas jornadas para cumplir el objetivo.
Si tras 20 partidos (hasta el 28 de enero) no se alcanzan los 24 puntos, el club únicamente pagaría lo trabajado. El margen de estos siete encuentros se reduce todavía más si se cae en descenso. En dicho caso el cese también se sigue abaratando. De ahí que se vaya a sentar ante Osasuna, ya que es el lugar señalado por los propios dirigentes para ver a los suyos en el pozo de la Segunda.
Pero hay más. El caos judicial que vive la entidad ha desembocado en situaciones que recuerdan etapas pasadas. Mientras el domingo el presidente de la entidad, Miguel Guillén, no daba por hecho la presencia de Mel en Pamplona, este lunes Bosch le desdijo. El administrador judicial de las acciones de Lopera se reunió con el preparador para "aconsejarle" que renovara el sistema de juego. "No es lógico cambiar al entrenador, cuando los jugadores van a ser los mismos", aseveró, además de reconocer que ha conminado a Pepe Mel a "usar otra manera de jugar, no tan atacante".
Es decir, el dirigente haciendo de entrenador. Y éste lo ha aceptado. Ya se sabe: "Poderoso caballero es don dinero". Algo curioso, porque precisamente Lopera hizo algo parecido en el año 2000. Con Fernando Vázquez en el banquillo, el gallego estaba obligado a poner a cuatro o cinco jugadores de la órbita del exmandamás bético sobre el terreno de juego, aunque se perdiera.
Mientras toda esta situación termina, en el Real Betis ya tienen sustituto: Esteban Vigo, que ya lograra el ascenso con Hércules y Xérez. También suena Míchel, amigo íntimo de Gordillo, presidente de honor verdibanco, y que podría bajar su caché para hacerle un favor.
http://www.diariosur.es/rc/20111128/deportes/futbol/obligan-pepe-cambiar-sistema-201111281701.html