El robo del gasoil, que ha afectado a la infraestructura que abastece al aeropuerto, ha provocado un vertido en una zona rural
La subida de los precios del combustible ha situado a las empresas distribuidoras en el punto de mira de los amigos de lo ajeno. Pero, más allá de un 'simpa' en una gasolinera o el robo del tanque de un camión, nunca se habían producido en Málaga sustracciones de carburante a granel. Al menos hasta ahora. Una extracción ilegal en un oleoducto ha provocado la pérdida de más de 120.000 litros de gasoil, según ha podido saber SUR.
La investigación, que ha sido llevada a cabo por la Guardia Civil bajo la dirección de un juzgado de la capital malagueña, comenzó el pasado octubre, cuando los técnicos de la empresa distribuidora detectaron una importante bajada de presión en el oleoducto, que discurre por la provincia y que abastece, entre otras infraestructuras, al aeropuerto. La compañía denunció los hechos ante la sospecha de que pudiera estar produciéndose un robo.
Al revisar las instalaciones, los investigadores, en compañía del personal de la empresa afectada, comprobaron que se había instalado un dispositivo para la extracción ilegal del carburante en un tramo del oleoducto. Mediante este sistema, los delincuentes habrían conseguido sustraer un importante volumen de gasóleo durante un periodo de tiempo que aún está por concretar. Las pérdidas de combustible en la conducción se estiman, como mínimo, en 120.000 litros, aunque esta cantidad todavía está pendiente de las últimas mediciones, por lo que podría variar.
Impacto ambiental
Las pesquisas, que se encuentran muy avanzadas, apuntan a que se habría intentado dar salida a este carburante mediante su venta en el mercado negro. No obstante, una parte del material extraído -se desconoce cuánto- no ha ido a parar a manos de los ladrones, ya que la manipulación de la conducción ha provocado un importante vertido en un paraje de la provincia de Málaga. En este sentido, se está realizado un estudio minucioso para determinar el impacto ambiental del derrame, así como a la limpieza de la zona.
En España existe un antecedente de un vertido derivado de la manipulación de este tipo de infraestructuras. Ocurrió en marzo de 2003 en el oleoducto Rota-Zaragoza. Una perforación en la conducción provocó un derrame de más de 30.000 litros de gasóleo en un paraje del término municipal de Aranjuez, en Madrid, por donde pasa la conducción. Hubo que emplear bombas succionadoras para trasladar el combustible vertido a camiones cisterna para su posterior decantación en tanques de almacenamiento.
Aunque en un primer momento se barajó la corrosión del tubo o una sobrepresión como causa de la fuga, la investigación, que en aquella ocasión también recayó en la Guardia Civil, se inclinó pronto por el robo, ya que en el lugar se encontraron varias piezas y herramientas, como tubos de cobre, que sugerían esta hipótesis.
http://www.diariosur.es/v/20111117/malaga/sustraen-litros-combustible-oleoducto-20111117.html