"Hay que competir con Madrid y Barcelona... a largo plazo"
Cazorla, que ayer conoció Wembley, pide tiempo para el Málaga: "Tenemos que ser pacientes, las cosas no van como se querría, pero éste es un gran proyecto, espectacular, y construiremos un gran equipo"
José Manuel Olías / Málaga | Actualizado 12.11.2011 - 05:02
Santi Cazorla controla un balón en un rondo ante Puyol, Ramos y Villa.
Santi Cazorla se entrenaba ayer en el césped de uno de los templos del fútbol mundial, el de Wembley. Allí juega hoy con la campeona de Europa y del mundo un amistoso, o algo más que eso, ante Inglaterra. Cazorla se confiesa en una larga entrevista en The Guardian, con Sid Lowe, el periodista inglés que comenta los partidos de la Liga BBVA en LaSexta, corresponsal en España. "Llevo tiempo esperando este partido. Me encanta ver fútbol inglés. Es espectacular verles corriendo desde el primer minuto al último. Nunca he estado en Wembley antes. Es especial, tiene una gran tradición e historia. Todo el mundo en España piensa en ello como uno de los "estadios". Va a ser divertido", admite sobre el momento que vivirá hoy, si Del Bosque lo considera oportuno. Interesa ver la perspectiva que hay de un jugador malaguista en un periódico inglés (considerado serio, no sensacionalista). Es alguien digno de una entrevista larga en él.
Cazorla tocó temas distintos. Habló de su devoción por su paisano Melendi, de que no es un gran lector precisamente y de su apacible vida en Marbella con su vástago. Tras hablar de temas como la lógica frustración por no ser campeón del mundo, por quedarse fuera por aquella lesión, habló en profundidad sobre el Málaga. Por ejemplo, de su salida del Villareal. "La oferta para ir al extranjero no la hubo, hubiera estudiado cualquiera. Estaba abierto. El Málaga fue el club que ofertó más duramente y ellos fueron los primeros y los que pujaron más duramente. Cuando el Villarreal me dijo que me quería vender, escogí Málaga. Era una situación era delicada. O me vendían a mí o a Rossi. Su venta no salió y el Málaga vino a por mí. El Villarreal me habló de las dificultades económicas y dialogué con otros clubes. Si el Villarreal hubiera estado bien, no hubiera ocurrido esto. Estuve siete años allí y no quería irme, no había pensado en ello. De un día para otro me dijeron que tenían que venderme. Así que tenía que irme a un nuevo proyecto. Es excitante, pero no fácil: nueva ciudad, nueva vida, nuevos compañeros... El hecho es que Manuel Pellegrini, con quien trabajé en Villarreal, me quería como pieza fundamental".
Cazorla aborda el cierto aire de desencanto que se respira en Málaga porque el equipo no juega redondo y las expectativas son altas: "Éste es un gran proyecto, espectacular. Hay buena gente aquí y estoy realmente feliz de pertenecer a él. Hay un buen equipo y construiremos uno grande. Es mi trabajo traer creatividad, es lo que entrenador quiere y mi juego natural. Las cosas no van como se querría aún... pero la gente parece actuar como si estuviéramos obligados a competir con Madrid y Barcelona. Y sí, es el objetivo... pero a largo plazo. Pero tenemos que ser pacientes. Hemos hecho errores que nos costaron partidos, especialmente en jugadas a balón parado. A veces nos faltó agresividad. Tenemos que aprender a apretar los dientes y defender, a sufrir. No podemos tener siempre la iniciativa y la posesión. Tenemos que comprender que hay veces que tenemos que cerrarnos".
Por último, Cazorla hace referencia a una cruz con la que debe convivir a diario, sus problemas de espalda: "Fue duro cuando lo tuve y me dejó su marca para toda la vida. Afortunadamente, no me impidió seguir jugando al fútbol pero hay cosas con las que todavía peleo, me molesta. Tengo que hacer ejercicios especiales. Me dijeron que tengo que ser muy cuidadoso: si no trabajo en ello mucho puedo dar pasos atrás. Hago muchísimo trabajo de abdominales. No tanto como Cristiano [risas], pero tengo que hacerlo todos los días, sentadillas, con balones medicinales..."