El club calcula que sólo unas 1.200 de las 2.700 entradas vendidas el domingo ante el Recreativo fueron adquiridas por seguidores locales
Aunque no lo parezca, los resultados positivos del Málaga no cuentan con el esperado tirón entre los aficionados. Los dirigentes se mostraron el domingo muy sorprendidos, porque esperaban que el estadio La Rosaleda presentara una entrada de gala. Sin embargo, sólo fue la cuarta esta temporada pese a que el conjunto dirigido por Antonio Tapia aspiraba a afianzarse en los puestos de la Copa de la UEFA e incluso escalar hasta el último de la Liga de Campeones (el cuarto de la clasificación), objetivo este último que se habría cumplido con un triunfo frente al Recreativo.
El apoyo y la cuantía de la afición del Málaga han sido históricamente motivo de debate. Cuando el club contaba con la denominación de Club Deportivo era habitual que tuviera más abonados cuando se codeaba con los mejores en Segunda División que en plena lucha por la supervivencia en la élite. La cifra se disparaba cuando se consumaba el enésimo retorno a Primera, aunque la temporada siguiente descendía a pesar de que se había alcanzado la permanencia.
Esa tendencia se mantuvo con el club actual. La cifra se disparó con la esperada vuelta del equipo de la capital a la máxima categoría, pero al año siguiente disminuyó considerablemente, lo que sorprendió al entonces presidente, Fernando Puche. Algunos lo achacaron a la actitud pasiva de los futbolistas en la última jornada para no verse obligados a jugar la Intertoto, certamen de clasificación para la UEFA ya desaparecido. Otros, no obstante, insistieron una vez más en que esa era la dinámica habitual.
Núcleo leal
¿Tiene una buena afición el Málaga? ¿Es fiel, pero corta? Siempre han sido las dos cuestiones a discutir. En los últimos años, fuera cual fuera la situación, el equipo sí contó con un núcleo de seguidores muy leal. La irrupción del grupo Malaka Hinchas, la permanencia del Frente Bokerón y la creación de diversas peñas con una tremenda iniciativa han garantizado un respaldo mayoritario, incluso en encuentros a domicilio que requerían un largo desplazamiento.
El Málaga siempre contó, incluso tras el descenso, con unos 20.000 abonados. Eso sí, resulta muy llamativo que cuando el panorama era desolador -con el conjunto al borde del descenso a Segunda B y la casi irremediable desaparición- los malagueños respondieron a la llamada del club (meriendas y degustaciones aparte) para tratar de llevarlo en volandas y evitar otro descalabro.
La fidelidad de los seguidores malaguistas es incuestionable. El relevo generacional ha traído consigo una nueva hornada de adeptos que excluyen de antemano ser de uno de los 'grandes' cuando tradicionalmente el primer equipo era el Real Madrid o el Barcelona. Hoy por hoy, es imposible ver a un solo espectador en La Rosaleda con la equipación de estos conjuntos, y las gradas se han poblado de camisetas blanquiazules o con los colores de la bandera de la capital (verde y morado). Y todo ello, sin olvidar que ese sentimiento malaguista se inculca a los niños desde muy pequeños y también ha calado en un sector, el femenino, hasta hace bien poco alejado de los campos de fútbol.
Lejos de lo esperado
Aun así, la entrada en La Rosaleda el pasado domingo fue de 23.468 espectadores, muy lejos de lo esperado. La cifra de localidades vendidas en taquillas a aficionados del Málaga fue muy escasa, porque se calcula que en torno a mil quinientas fueron a parar a los seguidores del 'decano' llegados desde Huelva que poblaron las dos esquinas de Tribuna. El recuento resulta complicado, pero se da por hecho que además de las 1.300 remitidas al Recreativo un buen número de onubenses se desplazaron por su cuenta en vehículos particulares, y no en excursiones organizadas.
Los cálculos son claros. El Málaga vendió en las taquillas y tiendas oficiales 2.700 entradas y, de acuerdo con las cifras que maneja el club, los aficionados malagueños no abonados que optaron por acudir a La Rosaleda oscilaron entre 1.000 y 1.200. Los dirigentes entienden que la situación económica actual es complicada, pero también consideran que el equipo está a un nivel casi insólito durante la historia. Incluso podría esgrimirse el argumento de los precios, nada baratos para evitar que los socios salgan perjudicados. Pero con esos mismos precios se registraron dos mejores entradas al comienzo del campeonato, contra el Athletic y el Valencia.
Es más, los números incluso no mienten respecto a la presencia de los socios. El domingo faltaron muchos, según el recuento del club. Pese a la merecida etiqueta de revelación, el Málaga no capta nuevos aficionados.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-03-04/malaga-capta-aficionados-20090304.html