El conjunto blanquiazul pretende colocarse en el segundo vagón de la Liga, lo más cerca posible del Barcelona y el Real Madrid. El objetivo deportivo del nuevo proyecto de la entidad de Martiricos se centra en consolidar al equipo en las competiciones europeas. El Málaga quiere estar cerca del grupo de equipos que pelean por una plaza en la Liga de Campeones junto al Valencia, Atlético de Madrid, Villarreal, Sevilla y Athletic
Tras una temporada agónica y con final feliz el Málaga se quedó a un solo puesto de cumplir el que había sido el primer objetivo marcado en el nuevo proyecto. El afán de los propietarios después de su primera campaña al frente de la entidad no era otro que colocar al equipo en la mitad superior de la tabla. A la chita callando, la racha postrera de cinco victorias y la igualdad entre muchos conjuntos casi permite alcanzar esta meta, porque Pellegrini dejó al cuadro blanquiazul undécimo.
Lógicamente, ante el nuevo curso, los planteamientos han cambiado. El reto es consolidar al Málaga entre los mejores de la Liga, en el segundo escalón de una categoría cada vez más jerarquizada ante unas diferencias económicas entre las entidades que condicionan más que nunca el aspecto deportivo. En esta nueva tesitura que atraviesa el club de La Rosaleda, con la mejor plantilla de su historia, el objetivo es volver a lograr una clasificación para un torneo europeo, lo que solo se ha logrado en una ocasión, en el verano de 2002, cuando se adjudicó la Intertoto y consiguió el billete para la Copa de la UEFA por una puerta distinta a la principal, la clasificación liguera.
A día de hoy cualquier aficionado percibe que en la Liga hay clases y clases. Hace dos temporadas que al Real Madrid y al Barcelona no hay quien les tosa, con cifras de puntos que se acercan al centenar cada curso, a costa de dejarse muy pocos en el camino. Sus plantillas son la envidia no solo en Europa, sino en el mundo. La diferencia presupuestaria es tal que ningún otro conjunto español aspira a ser una competencia real. El campeón de la 'otra' Liga es el tercero, las dos últimas campañas el Valencia.
El compromiso del Málaga ha de ser incrustarse en la pelea en el segundo vagón, junto al cuadro levantino, Villarreal, Sevilla, Atlético de Madrid y Athletic. En circunstancias normales suele haber algún equipo revelación que completa un buen campeonato, o al menos una notable primera vuelta, aunque luego acabe en cierta cuesta abajo el torneo. Sin embargo, de la lista de doce, todos parten en un claro escalón inferior, ante todo porque su capacidad para fichar no está a la altura del resto: Espanyol, Osasuna, Sporting, Racing, Zaragoza, Levante, Real Sociedad, Getafe, Mallorca, y los recién ascendidos Betis y Rayo Vallecano, a los que se sumó anoche el Granada, tras superar al Elche en el Martínez Valero.
Interés nacional
Los propios medios nacionales empiezan a rendirse a la nueva realidad del Málaga, un club que ha roto moldes en los últimos años en España, bien por ser de los primeros en entrar en un proceso concursal, lo que ahora es una solución extendida en el fútbol profesional, bien por convertirse en la primera edad adquirida por un propietario foráneo con un proyecto sólido y creíble, a diferencia de los precedentes de Piterman, Grinbank, Tinelli o Ali-Syed.
La capacidad del Málaga se asienta en mantener la espina dorsal de la última campaña, con Caballero, Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Eliseu, Duda, Apoño, Recio, Sebastián Fernández, Baptista y Rondón, al que se le suman fichajes de relumbrón como los de Van Nistelrooy y Monreal, más nombres con los que se negocia como Toulalan, Ricardo Álvarez, Joaquín y Mathijsen. No solo un proyecto con esta nómina de jugadores resultaría respetable si no se le suma el prestigio de un entrenador como Manuel Pellegrini, con excelentes resultados en la Liga española.
Entre el resto de rivales en el segundo peldaño de la Liga la igualdad parece la tónica dominante. Quizás la mayor incógnita se cierna sobre el Athletic, que volverá a competir en Europa y que es el único conjunto sin entrenador definido. Las elecciones presidenciales del próximo 7 de julio marcarán la 'gestión. García-Macua opta a la reelección en pugna con el exjugador de los 'leones' Josu Urrutia. Aunque no siga Joaquín Caparrós, hay una buena base de jugadores liderados por Llorente y Javi Martínez, y la sempiterna hornada joven, con Muniain ya confirmado como algo más que una promesa, el central Ekiza o el único fichaje cerrado hasta ahora, el de Ander Herrera, llamado a asegurar muchos años de buen fútbol en Bilbao. La ventaja en La Catedral es que el Athletic seguirá siendo un equipo reconocible, con pocos cambios en su plantilla, lo que favorece los mecanismos en su juego.
El Valencia defiende trono entre este pelotón de equipos. Acostumbrado a ser tercero, la elevada exigencia que hay en el entorno de este club genera casi siempre sensaciones agridulces al término de la temporada. El club trata de mejorar el dispositivo defensivo, quizás el apartado que peor funcionó la última campaña, con el central francés Rami y el meta brasileño Diego Alves, pero su prioridad en ataque para apuntalar la plantilla, el galo Gameiro, se frustró. Incluso, un rival directo como el Málaga puede 'robar' a Joaquín e Isco, y Aduriz piensa en su marcha. Ha llegado Parejo, y son transferibles Bruno, Miguel, David Navarro, Banega el Chori Domínguez.
El submarino, saturado
En el Villarreal comienzan a pesar tantos años al primer nivel. El club castellonense se la juega este verano con la siempre peligrosa eliminatoria previa de la Champions, que condiciona una parte del presupuesto y el éxito de la temporada. El peso de su filial en Segunda y la necesidad de acertar en su política de altas y bajas obliga a una elevada precisión en las decisiones. La principal incógnita estriba en la continuidad de Rossi, que podría irse al Barcelona. La entidad ha fichado al curtido portero César, en una excepción a su tendencia a incorporar juventud. Suenan por ello Bojan, Botía, Canella y gente solvente en la Liga como Camuñas y Chori Castro. En todo caso, el denominado 'submarino amarillo' mantiene en las últimos años un estilo reconocible, una nota que alienta el optimismo.
El Sevilla ha confiado el proyecto deportivo a Marcelino García Toral, quizás ante la empresa más importante de su trayectoria en los banquillos. El club ha madrugado en los fichajes. Antes del verano ya tenía atados a Trochowski y Manu del Moral, y no se ha demorado en firmar a Coke y ejercer la opción sobre Cáceres. Hay un propósito claro de rejuvenecer una plantilla en la que muchos integrantes habían bajado claramente en sus prestaciones (Dragutinovic, Zokora, Renato, Luis Fabiano). De paso, el técnico asturiano apretará las clavijas a un Jesús Navas clave tras un año muy discreto.
Finalmente, el Atlético de Madrid volverá a ser un equipo imprevisible. Ante las serias limitaciones económicas del club, todo queda a expensas de lo que se ingrese en traspasos. En este sentido, el culebrón del verano va camino de ser el futuro de Agüero, y la posibilidad de aplicar un elevado impuesto sobre su ya de por sí alta cláusula de rescisión. Se da por hecho la salida de De Gea al Manchester United, pero también está en el mercado Forlán. Gregorio Manzano regresa al frente del equipo, la apuesta del nuevo director deportivo, Caminero. Curiosamente, los nuevos ayudantes del técnico de Bailén serán dos recientes exjugadores rojiblancos, Vizcaíno y Baraja. La principal petición de Manzano es un 'diez' clásico, el vértice avanzado del tradicional 'rombo' que dispone en la línea medular en sus equipos. También vuelve al Manzanares Gabi, después de un gran año en el Zaragoza.
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