Se respira ambiente de partido grande en el vestuario del Carpena. Si se pierde no será por falta de mentalización ni de consciencia de las necesidades que tiene el Unicaja. Las Palmas espera hoy al equipo de Chus Mateo, que estará más de 48 horas en la capital de las Canarias. La conexión de vuelos hacía aconsejable el desplazamiento esta misma mañana, dos días antes del evento. No lo ve con malos ojos, al contrario, el técnico madrileño para que sus jugadores acaben de mentalizarse. Harán dos entrenamientos completos en el Centro Insular de Deportes (hoy a las 19:00 horas, mañana a las 11:30, horario insular), manera de familiarizarse también con el entorno, las canastas y los lugares.
La última sesión de trabajo en Málaga arrojó un buen pálpito. Blakney está plenamente recuperado de sus molestias en el cuádriceps derecho que le hicieron perderse dos sesiones de trabajo. Hará falta el norteamericano para competir con la bisoña pareja de directores (Bella-Alvarado) de la que dispone Pedro Martínez tras la ausencia de Taurean Green, lo que no les ha impedido ganar ocho de sus nueve últimos partidos. La racha del Unicaja tampoco es nada mala, con seis victorias de ocho. Sucede que las lanzas clavadas por el Lagun Aro y el Power Electronics aún escuecen en el vestuario cajista.
Sobra experiencia en el Unicaja. La mitad de la plantilla tiene 30 años o más. Hay tres campeones del mundo, varios internacionales absolutos más, jugadores que han sido y aún permanecen en la élite europea, otros que han jugado en la NBA... En fin, que hay plena consciencia de la situación. La resolución del caso de Printezis, al que le unía buena relación con varios jugadores de la plantilla, también ha ayudado a potenciar el buen ambiente en la plantilla.
Hay también muchos jugadores cuyo futuro depende lo que suceda de aquí a final de temporada. Fitch, Archibald, Jiménez, Garbajosa, Blakney o Almazán acaban contrato en el mes de junio. En algunos casos la intención del club es continuar con ellos, en otros está decidido que no seguirán. Hay dudas en alguno más, incluso de los que tienen contrato en vigor, como con McIntyre. Y es en partidos como en el del domingo en el Centro Insular, donde la presión acucia y el balón quema, donde se separa el grano de la paja y se comprueba qué jugadores valen bajo máxima presión.
No es un encuentro de play off, pero como si lo fuera. Y los veteranos y las voces autorizadas en el vestuario han hecho piña y conjura para sacar adelante esta situación. Se ha hablado mucho esta semana en las entrañas del Carpena, se ha insistido mucho en la actitud con la que hay que salir al parqué canario, nada de contemplaciones como en las dos últimas salidas. Porque hay mucho en juego. Y nadie es ajeno a ello.
La última sesión de trabajo en Málaga arrojó un buen pálpito. Blakney está plenamente recuperado de sus molestias en el cuádriceps derecho que le hicieron perderse dos sesiones de trabajo. Hará falta el norteamericano para competir con la bisoña pareja de directores (Bella-Alvarado) de la que dispone Pedro Martínez tras la ausencia de Taurean Green, lo que no les ha impedido ganar ocho de sus nueve últimos partidos. La racha del Unicaja tampoco es nada mala, con seis victorias de ocho. Sucede que las lanzas clavadas por el Lagun Aro y el Power Electronics aún escuecen en el vestuario cajista.
Sobra experiencia en el Unicaja. La mitad de la plantilla tiene 30 años o más. Hay tres campeones del mundo, varios internacionales absolutos más, jugadores que han sido y aún permanecen en la élite europea, otros que han jugado en la NBA... En fin, que hay plena consciencia de la situación. La resolución del caso de Printezis, al que le unía buena relación con varios jugadores de la plantilla, también ha ayudado a potenciar el buen ambiente en la plantilla.
Hay también muchos jugadores cuyo futuro depende lo que suceda de aquí a final de temporada. Fitch, Archibald, Jiménez, Garbajosa, Blakney o Almazán acaban contrato en el mes de junio. En algunos casos la intención del club es continuar con ellos, en otros está decidido que no seguirán. Hay dudas en alguno más, incluso de los que tienen contrato en vigor, como con McIntyre. Y es en partidos como en el del domingo en el Centro Insular, donde la presión acucia y el balón quema, donde se separa el grano de la paja y se comprueba qué jugadores valen bajo máxima presión.
No es un encuentro de play off, pero como si lo fuera. Y los veteranos y las voces autorizadas en el vestuario han hecho piña y conjura para sacar adelante esta situación. Se ha hablado mucho esta semana en las entrañas del Carpena, se ha insistido mucho en la actitud con la que hay que salir al parqué canario, nada de contemplaciones como en las dos últimas salidas. Porque hay mucho en juego. Y nadie es ajeno a ello.