Si alguien creía que las estadísticas de la construcción en la provincia de Málaga ya no podían ser más bajas se equivocaba. El recuento de viviendas proyectadas que realiza cada tres meses el Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga vuelve a sorprender con unos datos que demuestran no solo la permanente caída del sector, que todavía continúa, sino el dramático nivel de agotamiento que padece. Y es que durante el primer trimestre del año solo se ha proyectado la construcción de 221 viviendas en todo el territorio malagueño, frente a las 929 que se visaron en el mismo periodo de 2010, lo que supone un retroceso del 76%.
La cifra es equiparable a la que se registró entre abril y junio del pasado año, cuando se aprobaron 254 pisos. No obstante, supone una cuantía todavía inferior, y muy por debajo de lo que se suele visar en cada trimestre del año. El inicio de 2011 ha sido especialmente pésimo en ese sentido para el mercado inmobiliario, que denota una parálisis casi total por la aguda crisis económica.
El dramatismo de la caída se deja notar en datos como las 43 viviendas que se han visado en la capital desde el pasado mes de enero frente a las 284 del mismo periodo del año pasado, las 21 de Marbella (que en el primer trimestre de 2010 proyectó 73) y las paupérrimas cantidades de cuatro pisos en Benalmádena y Estepona, uno en Fuengirola y ninguno en Manilva.
En la costa oriental el panorama es bastante similar: solo una vivienda visada en Rincón de la Victoria frente a las 72 del mismo periodo del año pasado, seis en Vélez-Málaga y Nerja y dos en Torrox. Por su parte, en los municipios del interior de la provincia cabe destacar que ni una sola localidad supera la decena de pisos supervisados por el Colegio de Arquitectos.
Su decano, Antonio Vargas, se mostró a este periódico totalmente desencantado por los datos. «Podría decirse que el sector inmobiliario está bastante cerca de la muerte en Málaga, pero no podemos permitir que fallezca porque, en los últimos años, la provincia ha estado viviendo sobre todo de él», señaló Vargas. Y es que, según el decano, aunque este brutal retroceso de la producción de viviendas puede haberse acentuado por la entrada en vigor de una ley que reduce la tipología de proyectos que deben ser visados por los colegios de arquitectos, ello no justifica totalmente la nueva caída.
«Los datos siguen siendo malos, porque es una situación generalizada en todo el país. Mientras no haya financiación de los bancos para apoyar los proyectos de los promotores no se puede hacer nada, y mientras tampoco se liberen créditos para comprar las viviendas que están hechas y por vender, seguimos en las mismas», matizó Antonio Vargas. Además, el representante del colectivo de arquitectos llamó la atención sobre el hecho de que esta nueva estadística de viviendas visadas desvela cómo estará el sector de la construcción dentro de un año o año y medio, ya que lo que pasa por el Colegio son los proyectos que tardarán ese tiempo en iniciarse. «Es decir, que esto viene a reflejar que dentro de un año o año y pico seguiremos igual, no hay nada que hacer, eso es lo más dramático», añadió.
Rehabilitación
El decano de los arquitectos malagueños también quiso hacer referencia a la posibilidad apuntada por administraciones públicas como el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía de que la rehabilitación de edificios sirva para paliar la irremediable caída del mercado y lo que ello implica en la destrucción de empleo. «No solo hay que decir que el futuro puede estar en la rehabilitación y quedarse tan contentos, hay que estructurar adecuadamente las ayudas a esa rehabilitación, organizando la demanda y viendo las posibilidades de financiación que, para este tipo de proyectos, podrían ser más asequibles», argumentó Vargas, quien destacó que, de fomentarse las políticas de rehabilitación, al menos habría trabajo para arquitectos, albañiles y algunos promotores que pongan sus miras en este campo.
Los problemas de financiación están dificultando incluso el acceso de las familias a las viviendas de protección oficial, como es el caso de las que promueve el Ayuntamiento de Málaga. La construcción de este tipo de pisos, en teoría más económicos, también está frenada por la crisis. En el primer trimestre del pasado año se visaron 338 VPO para la provincia. En lo que va de año, ninguna.
La cifra es equiparable a la que se registró entre abril y junio del pasado año, cuando se aprobaron 254 pisos. No obstante, supone una cuantía todavía inferior, y muy por debajo de lo que se suele visar en cada trimestre del año. El inicio de 2011 ha sido especialmente pésimo en ese sentido para el mercado inmobiliario, que denota una parálisis casi total por la aguda crisis económica.
El dramatismo de la caída se deja notar en datos como las 43 viviendas que se han visado en la capital desde el pasado mes de enero frente a las 284 del mismo periodo del año pasado, las 21 de Marbella (que en el primer trimestre de 2010 proyectó 73) y las paupérrimas cantidades de cuatro pisos en Benalmádena y Estepona, uno en Fuengirola y ninguno en Manilva.
En la costa oriental el panorama es bastante similar: solo una vivienda visada en Rincón de la Victoria frente a las 72 del mismo periodo del año pasado, seis en Vélez-Málaga y Nerja y dos en Torrox. Por su parte, en los municipios del interior de la provincia cabe destacar que ni una sola localidad supera la decena de pisos supervisados por el Colegio de Arquitectos.
Su decano, Antonio Vargas, se mostró a este periódico totalmente desencantado por los datos. «Podría decirse que el sector inmobiliario está bastante cerca de la muerte en Málaga, pero no podemos permitir que fallezca porque, en los últimos años, la provincia ha estado viviendo sobre todo de él», señaló Vargas. Y es que, según el decano, aunque este brutal retroceso de la producción de viviendas puede haberse acentuado por la entrada en vigor de una ley que reduce la tipología de proyectos que deben ser visados por los colegios de arquitectos, ello no justifica totalmente la nueva caída.
«Los datos siguen siendo malos, porque es una situación generalizada en todo el país. Mientras no haya financiación de los bancos para apoyar los proyectos de los promotores no se puede hacer nada, y mientras tampoco se liberen créditos para comprar las viviendas que están hechas y por vender, seguimos en las mismas», matizó Antonio Vargas. Además, el representante del colectivo de arquitectos llamó la atención sobre el hecho de que esta nueva estadística de viviendas visadas desvela cómo estará el sector de la construcción dentro de un año o año y medio, ya que lo que pasa por el Colegio son los proyectos que tardarán ese tiempo en iniciarse. «Es decir, que esto viene a reflejar que dentro de un año o año y pico seguiremos igual, no hay nada que hacer, eso es lo más dramático», añadió.
Rehabilitación
El decano de los arquitectos malagueños también quiso hacer referencia a la posibilidad apuntada por administraciones públicas como el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía de que la rehabilitación de edificios sirva para paliar la irremediable caída del mercado y lo que ello implica en la destrucción de empleo. «No solo hay que decir que el futuro puede estar en la rehabilitación y quedarse tan contentos, hay que estructurar adecuadamente las ayudas a esa rehabilitación, organizando la demanda y viendo las posibilidades de financiación que, para este tipo de proyectos, podrían ser más asequibles», argumentó Vargas, quien destacó que, de fomentarse las políticas de rehabilitación, al menos habría trabajo para arquitectos, albañiles y algunos promotores que pongan sus miras en este campo.
Los problemas de financiación están dificultando incluso el acceso de las familias a las viviendas de protección oficial, como es el caso de las que promueve el Ayuntamiento de Málaga. La construcción de este tipo de pisos, en teoría más económicos, también está frenada por la crisis. En el primer trimestre del pasado año se visaron 338 VPO para la provincia. En lo que va de año, ninguna.