Los mayores elogios para Tapia se producen precisamente en el mismo momento del campeonato en que fue destituido en 2006
Lo que mal empieza, mal acaba. El refranero volvió a ser premonitorio aquel 27 de agosto de 2005. Había estallado el 'caso Duda' y el avión con destino Vigo tuvo que ser desviado hasta La Coruña. La expedición llegó al hotel elegido cerca de las doce de la noche. Ese mismo día Antonio Tapia conversó con su mujer. Sus sensaciones no eran ni mucho menos buenas. Cinco meses y tres días después recibía la notificación de su despido. «Algún día volveré y espero tener más suerte», le dijo resignado a sus íntimos. Había pasado la jornada 21. Tres años después, precisamente en el mismo momento del campeonato, el fuengiroleño recibe los mayores elogios dentro y fuera de Málaga por el juego del equipo en San Mamés.
Aquella destitución parece lejana en el tiempo debido a las numerosas vicisitudes por las que ha pasado el Málaga recientemente, pero apenas hace tres años. Tapia estaba sentenciado incluso el día antes del partido con el Espanyol. Manolo Hierro ya se había ofrecido a tomar las riendas del equipo y el presidente, Serafín Roldán, se lo comunicó a los consejeros.
El fuengiroleño se sentía cuestionado desde antes incluso del comienzo de la temporada. Los acontecimientos forman parte de la intrahistoria del club, pero no eran más que la consecuencia del pulso interno entre Carlos Rincón y Manolo Hierro. Este último planificó por primera vez el equipo, pero el otro cerró cualquier vía para mantener a futbolistas relevantes.
El mismo día en que el Málaga viajó a Vigo, ya con la confirmación por la mañana de que no podía contar con Duda por su negativa a renovar, Tapia fue muy claro cuando conversó con su mujer. Tenía la impresión de que no tenía futuro en el Málaga. Dicho de otro modo, le iban a poner mil y una trabas para impedir su labor.
Dinero de su bolsillo
El 'caso Duda' afectó sobremanera a Tapia, que incluso llegó a proponerle a los entonces responsables del club, Antonio Mendoza y Manolo Hierro, poner dinero de su bolsillo para desbloquear el conflicto. Trataba de evitar que se fracturara el grupo, al margen, claro está, de contar con uno de sus futbolistas más desequilibrantes, Apenas pudo contar con el portugués durante un mes. En el primer partido el Málaga cayó con el Espanyol, pero en los tres siguientes sumó siete puntos. Las dos victorias se produjeron a domicilio, en Bilbao y Palma de Mallorca.
Tapia se marchó por la puerta de atrás después de haber dejado varios registros importantes. Pero aquel 'Algún día volveré' se produjo mucho antes de lo que esperaba. Le sorprendió la llamada de Fernando Sanz, ahora como presidente, pero no el apoyo de su antecesor, Juan Ramón Muñiz. Desde el primer día se afanó en acabar con algunos tópicos. «Mi ilusión es que La Rosaleda disfrute con el juego del equipo», fue su llamativa declaración de intenciones el día de la presentación. Ese objetivo se ha cumplido paulatinamente hasta quedar certificado en el partido en Bilbao, el primero televisado en abierto para toda España. Paradójicamente, en la jornada 21, la misma de su destitución.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-02-05/jornada-tres-anos-despues-20090205.html
Lo que mal empieza, mal acaba. El refranero volvió a ser premonitorio aquel 27 de agosto de 2005. Había estallado el 'caso Duda' y el avión con destino Vigo tuvo que ser desviado hasta La Coruña. La expedición llegó al hotel elegido cerca de las doce de la noche. Ese mismo día Antonio Tapia conversó con su mujer. Sus sensaciones no eran ni mucho menos buenas. Cinco meses y tres días después recibía la notificación de su despido. «Algún día volveré y espero tener más suerte», le dijo resignado a sus íntimos. Había pasado la jornada 21. Tres años después, precisamente en el mismo momento del campeonato, el fuengiroleño recibe los mayores elogios dentro y fuera de Málaga por el juego del equipo en San Mamés.
Aquella destitución parece lejana en el tiempo debido a las numerosas vicisitudes por las que ha pasado el Málaga recientemente, pero apenas hace tres años. Tapia estaba sentenciado incluso el día antes del partido con el Espanyol. Manolo Hierro ya se había ofrecido a tomar las riendas del equipo y el presidente, Serafín Roldán, se lo comunicó a los consejeros.
El fuengiroleño se sentía cuestionado desde antes incluso del comienzo de la temporada. Los acontecimientos forman parte de la intrahistoria del club, pero no eran más que la consecuencia del pulso interno entre Carlos Rincón y Manolo Hierro. Este último planificó por primera vez el equipo, pero el otro cerró cualquier vía para mantener a futbolistas relevantes.
El mismo día en que el Málaga viajó a Vigo, ya con la confirmación por la mañana de que no podía contar con Duda por su negativa a renovar, Tapia fue muy claro cuando conversó con su mujer. Tenía la impresión de que no tenía futuro en el Málaga. Dicho de otro modo, le iban a poner mil y una trabas para impedir su labor.
Dinero de su bolsillo
El 'caso Duda' afectó sobremanera a Tapia, que incluso llegó a proponerle a los entonces responsables del club, Antonio Mendoza y Manolo Hierro, poner dinero de su bolsillo para desbloquear el conflicto. Trataba de evitar que se fracturara el grupo, al margen, claro está, de contar con uno de sus futbolistas más desequilibrantes, Apenas pudo contar con el portugués durante un mes. En el primer partido el Málaga cayó con el Espanyol, pero en los tres siguientes sumó siete puntos. Las dos victorias se produjeron a domicilio, en Bilbao y Palma de Mallorca.
Tapia se marchó por la puerta de atrás después de haber dejado varios registros importantes. Pero aquel 'Algún día volveré' se produjo mucho antes de lo que esperaba. Le sorprendió la llamada de Fernando Sanz, ahora como presidente, pero no el apoyo de su antecesor, Juan Ramón Muñiz. Desde el primer día se afanó en acabar con algunos tópicos. «Mi ilusión es que La Rosaleda disfrute con el juego del equipo», fue su llamativa declaración de intenciones el día de la presentación. Ese objetivo se ha cumplido paulatinamente hasta quedar certificado en el partido en Bilbao, el primero televisado en abierto para toda España. Paradójicamente, en la jornada 21, la misma de su destitución.
http://malagacf.sur.es/noticias/2009-02-05/jornada-tres-anos-despues-20090205.html