Después de invertir 80 millones en el Málaga y remodelar el club y el equipo, Al-Thani apenas pisa la ciudad y dirige la entidad desde Catar, donde se dedica a varios negocios
Cuando uno entra al despacho del presidente del Málaga se encuentra con un sillón negro de piel y un escritorio marrón oscuro, sobrio. También hay un tricornio de la Guardia Civil, un cuadro de la Virgen de la Victoria -la patrona de Málaga- y dos cuadros de los Reyes de España. Todo normal si no fuera porque el presidente y dueño del club, Abdullah Bin Nasser Al-Thani, es musulmán y miembro de la familia real catarí. Poco tiene que ver con las costumbres españolas. "El tricornio se lo regalaron en una feria y no pudo decir que no. También hay otro cuadro allí al fondo, que acaba de llegar. Es una especie de retrato que le envió un aficionado", dice Jesús Núñez, asesor del presidente desde el pasado otoño.
Al-Thani compró el Málaga por unos 50 millones de euros a final de la temporada pasada. Pero no pisa la ciudad desde noviembre. Tres de sus siete coches, eso sí, están guardados en el aparcamiento de La Rosaleda. Uno está cubierto por una lona gris para que no coja polvo. Todos llevan matrícula árabe. Los coches, junto a los caballos (tiene una cuadra de 160) son las aficiones de Al-Thani, El Jeque, como le llaman familiarmente en el club. "Es una persona cercana a pesar de su timidez y con un gran sentido del humor. Eso sí, es un hombre muy discreto", dice Jesús Núñez. Nada que ver, por ejemplo, con la imagen de Ali Syed, el dueño del Racing, que ha llenado las páginas de todos los periódicos por su forma de celebrar los goles en el palco. A Al-Thani, 44 años, se le ha visto en el palco en los primeros partidos de Liga, en casa y también fuera. Se quedó en Málaga desde julio hasta septiembre para luego regresar a Catar, donde es dueño de una empresa con ramas en más de 30 países que se dedica a la exportación de azulejos y mármoles, y a la gestión de hoteles y restaurantes, entre otras cosas. En su primer día en el club se presentó a todos los empleados uno por uno y les ofreció un curso de inglés gratis.
Pocos presidentes de otros clubes, sin embargo, le conocen, porque solo ha acudido a dos comidas con directivas. "Es un rollo para él por el tema del idioma y porque casi nadie habla inglés y se siente muy incómodo", explica José Carlos Pérez, 17 años en el Málaga y uno de los consejeros. Al-Thani lleva el club desde la distancia. "Manuel Pellegrini y yo no le conocemos personalmente. Nunca hemos comido con él", dice Antonio Fernández, director deportivo del Málaga. El técnico chileno y él llegaron al club más o menos al mismo tiempo, el pasado mes de octubre. Los jugadores tampoco tienen trato con él. En la cena de Navidad, por ejemplo, Al-Thani no estuvo. Mandó las felicitaciones vía teléfono.
El Jeque figura como dueño del club. Incluyó también a uno de sus siete hijos (Sheikh Nasser Bin Abdullah Al-Thani) y a Abdullah Ghubn, su brazo derecho, el director general de todas sus empresas desde hace seis años. Es jordano, estudió márketing y construcción y tiene 31 años. "En el consejo de administración los abogados le aconsejaron que en el organigrama solo figuraran miembros de su familia o personas muy cercanas a él", explica Núñez, asesor del presidente.
Ghubn es quien realmente va y viene de Málaga (más o menos una vez al mes), se reúne con la dirección deportiva y da el visto bueno a las decisiones deportivas. Fue él quien, por ejemplo, pidió tener una charla con los padres de todos los chicos de la cantera a principio de temporada. "Le dijo a los chicos que a cambio de que cumplieran con los objetivos escolares les mejoraría las infraestructuras", cuenta Víctor, uno de los jefes de prensa. Fue Ghubn quien decidió despedir al entrenador fichado en verano, Jesualdo Ferreira. "Después del partido contra la Real Sociedad vino y me dijo: 'Lo tenemos que echar", cuenta José Carlos Pérez. "Y enseguida me preguntó por los entrenadores que estaban disponibles. La primera opción fue Juande, pero liberarle del equipo ucranio costaba más que Mourinho", añade.
¿Y si no está Ghubn? Es Pérez, junto a Francisco Martín Aguilar, quien lleva el club. La que se encarga de la comunicación diaria entre ellos es Oriana Caamaño, asistenta personal de Ghubn y también traductora. "Hablamos a diario. Tanto Al- Thani como Ghubn están al tanto de los movimientos y las decisiones que se toman en el club, hasta de las visitas que recibe el museo del estadio", asegura Caamaño, quien desvela que al Jeque le gusta desayunar en el jardín de su casa: tostadas con mantequilla y mermelada, un yogur y café descafeinado. Al-Thani no concede entrevistas. Solo dio una a la familia real catarí. El Jeque encontró casa en alquiler (un palacete de cuatro plantas con muebles traídos de Catar) en la zona del Limonar y del Parque Clavero, un barrio residencial no muy lejos del centro de la ciudad, en el que se mezclan edificios normales con palacetes de estilo árabe con porches coquetos y jardines con palmeras.
Al-Thani no está casi nunca en Málaga, pero sí su dinero. Compró el club por unos 50 millones (deudas incluidas) y ha invertido unos 30 más. "Más que cualquier presidente en la historia de este club", asevera José Carlos Pérez. "Se han pagado jugadores al contado [nueve fichajes en verano y seis en inverno], se han pagado las primas de hace dos años, se ha remodelado la sala de prensa, el césped [300.000 euros], la megafonía y el acceso de los minusválidos [300.000] y se han adecuado las instalaciones municipales del Estadio de Atletismo Ciudad de Málaga", continúa. Allí se entrena el equipo ya que no tiene ciudad deportiva propia. "Ahora tenemos todo doble... Si antes había cinco camillas, ahora hay 10; si antes había una sala de recuperación y un gimnasio, ahora hay dos. No teníamos pozas para la terapia con hielo, solo barriles. Ahora sí tenemos, y máquinas nuevas. Lo que pedimos se nos compró", cuenta Torrontegui, uno de los masajistas.
El Málaga pasó de tener un presupuesto de 25,7 millones a los 70 de esta temporada. Hace ya un año que Al-Thani pisó por primera vez las instalaciones del club. Era marzo de 2010. Lorenzo Sanz decidió vender el Málaga y contactó con un empresario marbellí de origen árabe amigo del Jeque. Este, aficionado de la Premier y de la Liga, encargó una auditoría de compra supeditada a que el equipo siguiera en Primera. Se salvó. ¿Y qué pasará con el dinero invertido si el equipo baja a Segunda? "Mejor no pensarlo...", deja caer José Carlos Pérez.
Los 'extranjeros' dominan la 'Premier'
- La Premier League es el campeonato europeo donde más habitual es que un extranjero sea dueño de un club. Más de la mitad de los equipos tiene un accionista mayoritario que nació fuera del Reino Unido. Son los siguientes:
- Arsenal (Stan Kroenke, de EE UU, y Alisher Usmanov, de Rusia, controlan más de la mitad de las acciones).
- Aston Villa (Randy Lerner, EE UU).
- Birmingham (Carson Yeung, Hong-Kong).
- Blackpool (Venky's, India).
- Chelsea (Roman Abramóvich, Rusia).
- Fulham (Mohamed Al-Fayed, Egipto).
- Liverpool (New England Sports Ventures, EE UU).
- Manchester City (Mansour bin Zayed, Emiratos Árabes Unidos).
- Manchester United (Malcolm Glazer, EE UU).
- Sunderland (Ellis Short, EE UU).
- West Ham United (Straumur-Burdaras Bank, Islandia).
El dueño del Málaga, el jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani, en una terraza de Puerto Banús, en Marbella, en julio pasado.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/Jeque/distancia/elpepidep/20110328elpepidep_15/Tes