La magistrada Purificación Pujol frenó la huelga y dio la razón al G-6, del que se desmarcó el club de La Rosaleda

El fallo no se retrasó un ápice. Muy poco después de las diez de la mañana de ayer, la mayoría de equipos y aficionados al fútbol respiraron más tranquilos: habrá Liga el fin de semana. La competición, tras el parón de las selecciones, no tendrá que detenerse tres semanas, lo que se hubiera convertido en un problema serio ya no solo por la larga inactividad, sino también por la concatenación de dificultades que se darían en el calendario, como aplazar tres semanas el desenlace liguero en Primera.

Sin embargo, al final se impuso la cordura. Tal y como se preveía, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 63 de Madrid, Purificación Pujol, dio la razón al grupo de seis clubes que demandaron a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y suspendió la huelga convocada por la patronal. En su argumentación cita: «Una situación jurídica y práctica concreta, pacífica y aceptada por todos hubiera sido bruscamente alterada y habría provocado un cambio drástico y repentino».

Hay que recordar que la mayoría de clubes profesionales aprobaron el 11 de febrero en asamblea extraordinaria una huelga para este fin de semana. El principal motivo, no producirse un avance significativo en sus negociaciones con el Gobierno para suprimir la obligatoriedad de un partido en abierto, situación que tuvo su origen en la denominada 'ley Cascos' de 1997.

Al final, el conflicto vino a coincidir con la actual discusión en el seno de la LFP por el reparto de los derechos televisivos, que enfrenta a un grupo de clubes de clase media-alta con el Real Madrid y Barcelona y los 'pequeños', los que presuntamente pueden verse favorecidos por el nuevo modelo que podría entrar en vigencia desde la campaña 2012-13.

El denominado 'G-6', que forman el Athletic, Real Sociedad, Atlético de Madrid, Villarreal, Espanyol y Zaragoza, solicitó al juzgado la suspensión cautelar de la medida sobre la huelga aprobada en asamblea, pero también está en clara oposición al resto respecto a la nueva 'tarta' televisiva. En este aspecto el Málaga es el único que va por libre, por su peculiar situación actual, sin problemas económicos y con un proyecto de futuro muy ambicioso.

Si el club de La Rosaleda siguiera en Primera sus intereses cara al nuevo marco de derechos televisivos estarían en la línea de los opositores a la principal propuesta. De ahí que desde la entidad se acogiera con agrado la decisión de la juez. Por un lado, habrá fútbol y el parón no se alargará para frenar la reacción deportiva del cuadro blanquiazul y, por otro, sus intereses también se ven atendidos. Eso sí, en coherencia con su postura de las últimas semanas, no hubo tampoco un comunicado público para ratificar esta postura tan particular.

Alivio generalizado

Cabe recordar que aunque el fondo del asunto, el posible final de los partidos en abierto, afecta de lleno a los intereses económicos de los clubes -muchos de ellos, muy endeudados- la huelga casi no tenía defensores entre los propios jugadores y técnicos de la Liga. Habría supuesto retrasar tres semanas el fin de la competición en Primera, previsto para el fin de semana del 21 y 22 de mayo. Todas las jornadas se habrían pospuesto una semana, pero la última no se hubiera podido trasladar al 28 y 29 de ese mes, ya que se disputará la final de la Champions. Tampoco la semana siguiente, reservada por la FIFA para las selecciones. Al retrasarse al 11 y 12 de junio no habrían estado disponibles jugadores convocados para la Copa América ni los internacionales sub-21 que acudiesen a la fase final del Europeo de Dinamarca.

Por no hablar del problema que se hubiera suscitado cara al Villarreal-Barcelona de la próxima jornada. De haberse aplazado una semana el choque por la huelga, uno de los contendientes habría tenido que disputar dos partidos en 48 horas. Hay que tener en cuenta que el cuadro castellonense jugará el jueves anterior en la Liga Europa, y el azulgrana, el martes posterior en la Champions.

Tras conocerse ayer la sentencia de la juez Purificación Pujol, la LFP emitió un comunicado en el que acataba la resolución judicial y no tardó en fijar los horarios para las dos inmediatas jornadas, aunque los de la primera de ellas ya eran conocidos de hecho por los clubes. «A pesar de las discrepancias internas que en el seno de la LFP han existido respecto a las medidas adoptadas en la asamblea del 11 de febrero de este año, todos los clubes que componen la Liga mantienen las reivindicaciones expresadas al Gobierno y al Consejo Superior de Deportes», afirmó la patronal en su comunicado, que añade: «Pese a la actitud no dialogante de la Administración, a partir de ahora se establecerá una nueva hoja de ruta que permita desbloquear las conversaciones en la búsqueda de soluciones a los diferentes agravios comparativos del fútbol profesional respecto a otros sectores de la economía española».