En 15 meses este colectivo se ha reducido en casi un 42%
Sólo el 1% de los jóvenes ni estudian ni trabajan
Jóvenes que no estudian, no trabajan, discuten con sus padres, sólo piensan en salir de fiesta, no se preocupan por su futuro e incluso roban dinero para permitirse sus caprichos. Éste es el estereotipo de la generación ni-ni que tanto se ha podido ver en los 'reality' de televisión. Precisamente por esto, el Instituto de la Juventud (Injuve) ha desarrollado un estudio para conocerlos más de cerca.
El informe, bajo el título 'Desmontando a ni-ni', demuestra cómo este colectivo juvenil está en peligro de extinción. En plena crisis económica, después del verano de 2009, la Encuesta de Población Activa (EPA) cifraba en 136.696 los jóvenes de entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan. Sólo 15 meses después el número ha descendido hasta los 80.358, el 1,06% de la población juvenil.
Lorenzo Navarrete, director de la investigación, relata cómo iniciaron el estudio cuando en 2009 "parecía que una generación de jóvenes estaba perdida". No obstante, confiesa que una vez concluido han comprobado que en realidad "tienen las condiciones para ser una generación protagonista".
Navarrete señala que de esos 80.358, sólo podría considerarse genuinamente miembros de la generación ni-ni a un 25%. Es decir, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan ni tienen voluntad para hacerlo. Muchos se empiezan a replantear su futuro y han tomado las riendas en el asunto. Ejemplo de ello es el aumento de alumnos en Formación Profesional (un 5%) y en la universidad (un 7%), según destacaba el investigador.
Muchos optan por realizar las tareas del hogar
Este estudio cualitativo realizado por el Injuve destaca que muchos jóvenes se han visto sin recursos económicos, lo que acarrea pedir dinero a sus padres para salir con sus amigos y un sentimiento de culpa por depender de su familia. Por ello, la mayoría ha optado por continuar con la formación que abandonaron en un momento de bonanza económica.
El boletín del cuarto trimestre de 2010 de la EPA demuestra cómo la juventud recupera su educación: durante ese año ascendió un 15,27% los jóvenes parados que cursan estudios y descendió un 31,83% el número de inactivos desanimados que no estudian.
Navarrete también reseña que gran parte de la generación ni-ni ha visto cómo se quedaban en la calle sin trabajo después de haber abandonado su formación y se sienten incapaces de retomar sus estudios. En lugar de desesperarse, han pasado a realizar tareas del hogar y bajo el pensamiento de "ya pasará la crisis" se muestran muy receptivos a volver al mundo laboral.
Los padres deberían 'poner límites y exigir resultados'
A pesar de que sea un grupo minoritario de jóvenes y aunque muchos no se puedan considerar pertenecientes a la generación ni-ni ya que manifiestan la voluntad de un proyecto de futuro, lo cierto es que sí existe un colectivo juvenil que todavía mantiene esta tendencia.
Navarrete ha querido aclarar que la generación ni-ni "pura" se da principalmente en jóvenes entre 20-24 años, una vez superada esa edad entienden la necesidad de un trabajo. No obstante, se niegan a estudiar ya que "no sirve para nada" y no buscan trabajo por las altas tasas de paro juvenil (los últimos datos lo cifran en el 32%).
"Están cómodos con su estatus, aunque viven aburridos", destaca Gabriel Alconchel, director general del Injuve. En su opinión, "no van a cambiar mientras tengan el apoyo de su familia" y es que el problema radica en cierta medida en sus padres, quienes deberían "poner límites y exigir resultados".
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/24/espana/1300974202.html
Sólo el 1% de los jóvenes ni estudian ni trabajan
Jóvenes que no estudian, no trabajan, discuten con sus padres, sólo piensan en salir de fiesta, no se preocupan por su futuro e incluso roban dinero para permitirse sus caprichos. Éste es el estereotipo de la generación ni-ni que tanto se ha podido ver en los 'reality' de televisión. Precisamente por esto, el Instituto de la Juventud (Injuve) ha desarrollado un estudio para conocerlos más de cerca.
El informe, bajo el título 'Desmontando a ni-ni', demuestra cómo este colectivo juvenil está en peligro de extinción. En plena crisis económica, después del verano de 2009, la Encuesta de Población Activa (EPA) cifraba en 136.696 los jóvenes de entre 16 y 29 años que ni estudian ni trabajan. Sólo 15 meses después el número ha descendido hasta los 80.358, el 1,06% de la población juvenil.
Lorenzo Navarrete, director de la investigación, relata cómo iniciaron el estudio cuando en 2009 "parecía que una generación de jóvenes estaba perdida". No obstante, confiesa que una vez concluido han comprobado que en realidad "tienen las condiciones para ser una generación protagonista".
Navarrete señala que de esos 80.358, sólo podría considerarse genuinamente miembros de la generación ni-ni a un 25%. Es decir, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan ni tienen voluntad para hacerlo. Muchos se empiezan a replantear su futuro y han tomado las riendas en el asunto. Ejemplo de ello es el aumento de alumnos en Formación Profesional (un 5%) y en la universidad (un 7%), según destacaba el investigador.
Muchos optan por realizar las tareas del hogar
Este estudio cualitativo realizado por el Injuve destaca que muchos jóvenes se han visto sin recursos económicos, lo que acarrea pedir dinero a sus padres para salir con sus amigos y un sentimiento de culpa por depender de su familia. Por ello, la mayoría ha optado por continuar con la formación que abandonaron en un momento de bonanza económica.
El boletín del cuarto trimestre de 2010 de la EPA demuestra cómo la juventud recupera su educación: durante ese año ascendió un 15,27% los jóvenes parados que cursan estudios y descendió un 31,83% el número de inactivos desanimados que no estudian.
Navarrete también reseña que gran parte de la generación ni-ni ha visto cómo se quedaban en la calle sin trabajo después de haber abandonado su formación y se sienten incapaces de retomar sus estudios. En lugar de desesperarse, han pasado a realizar tareas del hogar y bajo el pensamiento de "ya pasará la crisis" se muestran muy receptivos a volver al mundo laboral.
Los padres deberían 'poner límites y exigir resultados'
A pesar de que sea un grupo minoritario de jóvenes y aunque muchos no se puedan considerar pertenecientes a la generación ni-ni ya que manifiestan la voluntad de un proyecto de futuro, lo cierto es que sí existe un colectivo juvenil que todavía mantiene esta tendencia.
Navarrete ha querido aclarar que la generación ni-ni "pura" se da principalmente en jóvenes entre 20-24 años, una vez superada esa edad entienden la necesidad de un trabajo. No obstante, se niegan a estudiar ya que "no sirve para nada" y no buscan trabajo por las altas tasas de paro juvenil (los últimos datos lo cifran en el 32%).
"Están cómodos con su estatus, aunque viven aburridos", destaca Gabriel Alconchel, director general del Injuve. En su opinión, "no van a cambiar mientras tengan el apoyo de su familia" y es que el problema radica en cierta medida en sus padres, quienes deberían "poner límites y exigir resultados".
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/24/espana/1300974202.html