El Málaga, que ha cedido 28 puntos en La Rosaleda, es el ejemplo más claro de que el factor campo se extingue
Desde los años 40, la clasificación de cada jornada va complementada por un aditamento carente de valor. Proporciona a los aficionados un punto de reflexión. Sirve para alguna aplicación en la resolución de igualadas de puntuación. Ahora, con la diferencia de goles, que es un factor determinante en el orden posicional, con valor mientras esa diferencia no sea utilizable porque los empatados han dirimido ya sus encuentros.
Con anterioridad, la clasificación contaba con un factor que no afectaba al orden posicional. Era una especie de barómetro, de contenido doble, que se denominaban positivos o negativos. Los positivos estaban en consonancia con los puntos conseguidos fuera de casa, y a los negativos se les presentaba como los puntos perdidos en el propio campo. La diferencia se consideraba el término que establecía el futuro clasificatorio. Normalmente, los que contaban con un saldo positivo abrían cada jornada la clasificación en tanto que los que tenían un saldo de signo menos iban atrás.
Termómetro
Indiscutiblemente, ese termómetro resultaba considerablemente más orientativo que el vigente. Pero lo mandaron a paseo. No tiene otra explicación que la de que antes -cuando no se había hablado de 'galácticos'- todos los inscritos afrontaban el campeonato con ilusiones y ahora los que se hacen ilusiones son simplemente ilusos.
Aunque ya no se utiliza la terminología de positivos y negativos, naturalmente nada prohíbe que puedan seguir utilizándose. Y aprovechando el descanso, vamos a observar como estarían esas clasificaciones. La tabla que retrata cómo responden los equipos contando con el apoyo de sus seguidores demuestra el pasa atrás que ha dado el factor campo. Hablar de 'jugador número 12' es una incongruencia, porque los equipos no encuentran la indispensable solución de los espacios libres. Los hay que cuando actúan con el ambiente a favor no encuentran el camino. Y se recurre a socorridos términos por los técnicos y los críticos: presión, ansiedad, estrés.
El Madrid no ha perdido un solo punto en el Bernabéu. Es mejor que el Barça, que en el Camp Nou cedió cinco. Los peores -lo que equivale a más posibilidades de perder la categoría- se han dejado ante sus hinchas entre 20 puntos el Sevilla y 28 el Málaga. Nuestro equipo nunca fue tan frágil en Martiricos.
La cara buena
La irregularidad de nuestro titular nos presenta su cara buena como visitante. En la veintena de competidores, solo cuatro han rentabilizado mejor sus desplazamientos. Son los cuatro mejores de la división en el último ejercicio. El Barcelona, con 35 puntos, es el líder absoluto. Sumó cuatro más que el Madrid. La tercera plaza es para el Valencia, al que le luce poco haber conseguido únicamente tres menos que el Madrid porque de Mestalla dejó salir 17 puntos. El cuarteto lo completa el Sevilla, al que se le escaparon 20 del Pizjuán. El Málaga, ex aequo, ocupa la quinta plaza. Es decir, aventaja en este aspecto a rivales como Hércules (en nueve puntos), Racing (8), Zaragoza (7), Sporting y Mallorca (6) y Deportivo y Real Sociedad (5).
Antes, con dos puntos por victoria, los positivos (puntos ganados fuera) definían las posibilidades de ocupar las primeras plazas, en tanto que los negativos (puntos no sumados en casa) expresaban las opciones de caer en el foso de la división inferior.
De cualquier forma, el caso del Málaga es, a estas alturas, algo no habitual. No recordamos un caso semejante. Que el quinto mejor de la general a domicilio sea el peor en casa. La conclusión no puede ser otra: el factor campo desaparece.
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2011-03-27/peor-equipo-casa-quinto-20110327.html