Lluvia y frío. Noche de miércoles, con fútbol en la tele. Dura derrota contra el Estudiantes hace sólo tres días. Falta de sintonía. Undécimo en la clasificación. Un rival, el Manresa, que no atrae. Ese cóctel provocó que el Martín Carpena registrara ante el equipo catalán la peor entrada desde que el Palacio alberga partidos del Unicaja, hace ya 12 temporadas. Oficialmente: 5.100 personas en la cancha. Menos de la mitad del aforo, justo el 46%. O sea, que la mitad de los abonados del club decidieron quedarse en casa. Y 14 personas en el palco de autoridades. Un panorama desolador que, desgraciadamente, no es nuevo.
La semana anterior, en el adiós de la Euroliga contra el Panathinaikos, apenas 5.700 aficionados se acercaron al Carpena. La suma de los dos encuentros se queda en 10.800 espectadores, ni para llenar el remodelado Palacio. El Carpena ha ido perdiendo su encanto. El desapego entre el equipo y la afición es evidente. No existe esa comunión necesaria. Los malos resultados, la ausencias de estrellas y de jugadores que calen en la grada son sólo la punta del iceberg.
La edad media del abonado del club es bastante alta, hay pocas caras jóvenes en el graderío y la ampliación a 11.000 asientos ha abierto aún más la brecha. Lejos de faltar localidades, últimamente sobra plástico azul y gris. El club, consciente de esta problemática surgida ya hace un par de temporadas, trabaja para paliar la desgana de su masa social. Tanto es así, que en sólo una semana ya se han lanzado dos mensajes diferentes, dos lemas para enganchar al público.
Para el encuentro ante el Manresa se reclamó la atención del abonado con la llamada: «Nos jugamos mucho, te necesitamos en el Carpena». Para el vital duelo contra el Bilbao de mañana se ahonda en los sentimientos más primitivos de la afición malagueña: «Despertemos el espíritu de Ciudad Jardín. Nos jugamos mucho, te necesitamos en el Carpena». Todo ello, aderezado con bajada de precios, campañas de 2x1, entradas de niños gratis... Para mañana, sin ir más lejos, todos los abonados tendrán un descuento del 50% en la compra de entradas adicionales. Y las localidades joven e infantil tendrán un descuento del 30% sobre el precio habitual.
Lejos quedan los llenos consecutivos, uno tras otro, del Palacio. Entre la pasada temporada y ésta sólo se ha colgado el cartel de no hay billetes en siete ocasiones
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