Abdullah Ghubn pretende reactivar al Málaga como primera medida para cambiar el rumbo tras ser de nuevo el equipo farolillo rojo como consecuencia de la derrota ante Osasuna. El vicepresidente del club llegó el lunes y su actividad está siendo frenética para ponerse al día y buscar las mejores soluciones cara a evitar el descenso. Ghubn tenía muy claro que debía ratificar de una forma inmediata a Manuel Pellegrini en su puesto, lo que hizo en una reunión personal con el chileno en la que le comunicó de una forma directa su confianza y la del propietario para que siga liderando este proyecto.
Cuando ya se apreciaban ciertas posturas discrepantes respecto al entrenador en el entorno más próximo del club, era imprescindible que el propietario se posicionara de una forma concluyente, algo que hizo ayer en este periódico, y también se lo transmitió al propio Pellegrini en las oficinas de Martiricos. Con esta decisión sale reforzado el técnico, que está atravesando por una fase muy complicada de su carrera profesional. Él no acostumbra a ocupar las posiciones bajas de la clasificación, aunque al fichar por el Málaga sabía que era uno de los riesgos a los que se enfrentaba.
La primera fase, finalizada
La primera fase de la reactivació ya la ha superado el vicepresidente malaguista, que pretende motivar al máximo a la plantilla. El propietario, al que representa Abdullah Ghubn, apuesta claramente por el entrenador chileno, pero no solo para acabar esta temporada, sino también para que complete su contrato de otras dos campañas y quizás algo más.
Ahora le tocará el turno a la plantilla, que también cuenta con la confianza de Ghubn y del jeque. El propietario pretende que los futbolistas den el máximo de sus posibilidades en los once partidos que quedan. Será imprescindible para ello que todos remen en la misma dirección y que desaparezca cualquier angustia que exista por la mala clasificación. La presión y la ansiedad deberán desaparecer de la mente de los jugadores para afrontar estos encuentros que quedan con todas las garantías de éxito.
La predisposición de la plantilla, según ha podido saber este periódico, es absoluta, por lo que el esfuerzo del vicepresidente seguramente llegará a buen puerto con máxima facilidad. La conjura se va generalizando con el paso de las horas. Ahora solo queda que las buenas intenciones de todos se conviertan en realidad en forma de puntos, pero ya desde el domingo en Anoeta.
La llegada de Ghubn a Málaga no solo está sirviendo para reactivar al equipo y al cuerpo técnico de una forma rápida, sino que también ha facilitado el establecimiento de un gabinete de crisis de la entidad en toda regla. Todos los responsables del club trabajan ya junto al vicepresidente para encontrar las mejores soluciones. El último en incorporarse fue el director deportivo, Antonio Fernández, que se encontraba en Argentina y se ha desplazado a toda prisa para la capital costasoleña para aportar su granito de arena en una crisis deportiva que se pretende superar desde la entidad.
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