El Jeque y su mano derecha, Abdullah Ghubn, llevan tiempo sin aparecer por Málaga y los jugadores, a lo mejor, necesitan que alguien baje a galeras a explicarles muchas cosas o a darles ánimos, que los necesitan. Nadie sabe cuándo van a venir y hace unos días tuvo que ir a Qatar el máximo responsable del club en la actualidad, José Carlos Pérez, a solventar varios frentes que están abiertos, entre ellos los económicos. Llegó contento y se espera que todo se traduzca en liquidez. No me gustan las informaciones que comienzan a aparecer sobre deudas a la plantilla y proveedores e impagos de los fichajes. Lo último que ha aparecido llegado desde Buenos Aires, la posible denuncia del River Plate ante la FIFA por el presunto impago del primer plazo del traspaso de Diego Bounanotte.

E speremos que a Manuel Pellegrini le salga bien su jugada, la de reservar jugadores en el Bernabéu para la final de esta tarde. La Rosaleda dictará sentencia al filo de las siete de la tarde para bien o para mal, porque en estos momentos hay diversidad de opiniones con la medida adoptada. La Primera está en peligro, pero queda todavía algún punto donde sujetarse para no caer al precipicio. El Málaga es un sentimiento. Volveré.