Solo se autorizará la permanencia de dos personas por paciente en horario de 16:00 a 20:00 para mejorar la privacidad y el descanso de los enfermos


El Hospital Regional de Málaga implanta, a partir de hoy, en sus centros hospitalarios un nuevo plan de visitas con el fin de garantizar el derecho al descanso de los pacientes, y regular su derecho a estar acompañados durante el ingreso hospitalario. El programa ha sido presentado hoy por el director gerente del Hospital Regional de Málaga, Antonio Pérez Rielo, junto con el subdirector de Atención Ciudadana, Jesús Bujalance.

Este plan pretende conjugar el beneficio y derecho de acompañamiento de los pacientes y, al mismo tiempo, respetar el descanso, intimidad, seguridad y confort de los mismos y el desarrollo de la actividad asistencial del propio centro. El nuevo horario se va a implantar en las Unidades de Hospitalización, por lo que están excluidos los servicios de Urgencias, Cuidados Intensivos o Neonatología, que no modifican su situación actual.

Así, el horario de visitas se establece desde las 16:00 hasta las 20:00 horas todos los días de la semana, y solo se autorizará la permanencia de dos personas por paciente durante este tiempo. Fuera de este horario solo podrá permanecer en la habitación el acompañante-cuidador, siempre que el paciente lo desee, que podrá participar de forma activa en el proceso de atención y cuidados.

Las normas contemplan y regulan las pautas a seguir en determinadas situaciones especiales de acompañamiento donde sea preciso una mayor sensibilización y respeto a la intimidad, como en los procesos de agonía.

Con el fin de conseguir la mayor eficacia de la implantación y cumplimiento de estas normas, es necesario aumentar el compromiso y colaboración tanto de profesionales como de ciudadanos a través de la sensibilización y concienciación social, trasladando el mensaje de respeto a los derechos de intimidad, confidencialidad, seguridad, descanso y confort de las personas ingresadas en el centro sanitario.

No obstante, se han implantado nuevas medidas para conseguir un control más efectivo como las tarjetas de identificación para acompañantes y visitas, con lectura electrónica por código de barras, que incorpora el número de cama e iniciales del paciente ingresado, así como la instalación de puertas automáticas en las Unidades de Hospitalización del Hospital General, y en los accesos a las áreas de Urgencias de los tres centros hospitalarios.

Ha sido la propia ciudadanía quien, a través de la vía de reclamaciones y encuestas de satisfacción del sistema sanitario público andaluz, ha manifestado su grado de insatisfacción sobre el horario y elevado número de visitas que impide el adecuado descanso de los pacientes, otorgando una de las puntuaciones más bajas en los indicadores.

Para los responsables de gestión del Hospital Regional de Malaga se hacía necesario revisar, evaluar y actualizar las actuales normas para acompañantes y visitas, para adecuarlas a las necesidades expresadas por los ciudadanos y así, implantar unas normas que regulen y garanticen los derechos de los pacientes.

Estos nuevos criterios sobre visitas y acompañamiento se han aprobado en el seno de la Comisión de Participación Ciudadana, órgano constituido por representantes de asociaciones de pacientes y consumidores, voluntariado y profesionales del centro, y ha contado además con la participación de miembros de las Juntas Facultativa y de Enfermería, así como del equipo directivo.



http://www.malagahoy.es/article/malaga/910572/carlos/haya/implanta/nuevo/programa/visitas/pacientes.html

todo esto dará igual. se seguirán colando las visitas y haciendo lo que les de la gana ya que los que se deben de encargar de los controles de entrada, cuando no estam tomando cafe, estan echandose el cigarrito....

Seguirá todo igual como siempre

No tienen cara ni na

Muchas veces se ven las habitaciones atestadas de gente pegando voces agobiando a los enfermos

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA Trastornos, molestias, quejas, falta de información e incluso discusiones acaloradas. El vestíbulo del hospital Carlos Haya presentaba ayer una estampa singular y poco habitual: decenas de personas esperaban en sillones para poder ver a sus familiares y otros aguardaban pacientemente las colas para lograr los ansiados pases o, para una vez logrados, acceder a la habitación del familiar enfermo.

Por sorpresa
La puesta en marcha del nuevo sistema de restricción de las visitas al complejo Carlos Haya trajo ayer cola, y nunca mejor dicho. La segunda jornada de funcionamiento pilló a los ciudadanos de improviso. El enfado de algunos era monumental, otros aunque entendían la importancia y conveniencia de la medida no podían evitar que ésta les fastidiara, y también los había que pensaban que en el término medio está la virtud, ya que «se ha pasado de que entre todo el mundo libremente y sin límite a tan sólo dos personas y hay enfermos que están bien para recibir visitas», comentaba una ciudadana. Por ejemplo, Mónica Honorato acudió en la tarde de ayer junto a su hermano José María y su padre a ver a un tío enfermo. «Para nosotros es un fastidio porque venimos desde Campillos y además somos tres, así que uno se tendrá que quedar aquí solo esperando», comenta.

Para Josefa Trigueros la situación que se produjo ayer en Carlos Haya era «absurda». «Estoy ahora aquí en la cola esperando el pase y yo donde tengo que estar es con una persona enferma a la que van a operar ya. Ingresó ayer», explicaba a este periódico.

Su acompañante, Pedro Torres, incidía en que estaban perdiendo tiempo. «Ahora hay un horario de visitas de 16.00 a 20.00 horas y estamos aquí en la cola esperando, si lo hubiésemos sabido pues habríamos venido antes», dice. Esta familia considera que el pase se lo deberían haber dado en el momento del ingreso, que fue ayer, y dicen que nadie les dijo nada.

Más molesta aún se mostraba Concepción Salguero. «Mi marido lleva aquí 35 días y le dan el alta mañana y ahora me vienen con lo del pase. A mi me parece mal, que me lo hubieran dado el primer día y no ahora. Es un trastorno. Mi marido tiene una leucemia para que yo esté aquí perdiendo el tiempo», comenta.

Mª del Carmen Ramos ha acudido desde Nerja con dos familiares más para ver a un enfermo. «Pues venimos desde Nerja y ahora me dejan tirada. Yo reivindico mi derecho a entrar a ver a mi hermana. Lo veo bien, pero que no midan a todos los enfermos por igual, porque hay muchos que sí pueden recibir visitas».

Loli entiende la medida y le parece bien porque muchas habitaciones están colapsadas, «pero que ahora sea todo tan riguroso no lo comparto». A Antonia Godinez y Antonia Vida les ha parecido «mal» y apuestan también por una mayor flexibilidad.

Parece que la presencia de la prensa para testar el funcionamiento del sistema no fue bien recibida, ya que pese a que el fotógrafo realizó su trabajo en todo momento desde fuera del edificio se le indicó que no podía permanecer siquiera en la puerta de entrada aunque contara con el consentimiento de los fotografiados y que debía tomar las imágenes desde fuera del complejo.

Yo no estoy de acuerdo con este nuevo sistema. Lo que no se puede permitir es el escándalo y el cachondeo. Pero a lo mejor en una habitación se encuentran 5 o 6 visitas y arman menos escándalo que en una donde haya 2 visitas.

Lo que hay que prohibir es aquel tipo de gente que arma jaleo. Eso son los que habría que coger y expulsarlos del hospital o banearlos jejejeje

Es un tema complicado la verdad

En este tema pagan justos por pecadores. Eso si espero que si el reglamento se va a imponer se imponga a todo el mundo y no haya excepciones de ningun tipo, por que yo con mis ojos he visto y sufrido que el reglamento de visitas en observacion se incumplen con determinadas personas por sus actitudes.

Tienes toda la razón Joseca