Posteado Jue 17 Feb 2011 - 10:31
Verdades y mentiras sobre 'OT 2011'
Se acabó. Los malos augurios se confirmaron y el próximo domingo se celebrará la sexta y última gala de la octava (y probablemente también última) edición de Operación triunfo. La razón: la bajísima audiencia cosechada (17,3% del share fue su máximo; 12%, su mínimo) para un programa con tan elevados costes de producción.
Las reacciones a la noticia se han movido principalmente entre la indiferencia y la celebración con sorna. Los argumentos de sus felices detractores son los habituales: es una fórmula agotada, los participantes hacen karaoke, no es más que otro programa de telebasura, etc.
Pero sus dos millones de indignados seguidores también se han hecho oír con fuerza en las redes sociales (una vía fomentada especialmente en esta edición), porque consideran que les han quitado una extraordinaria fuente de ocio, inofensiva para quien no le prestase atención.
Al fin y al cabo, el tiempo en que la música salida de Operación triunfo formaba parte del día a día del español medio ha quedado muy atrás. Una ojeada al hashtag de Twitter #OTenOTlive, que solicita que el programa siga siendo retransmitido vía Internet, da una medida de la reacción.
¿A qué ha sido debido este fracaso? A continuación, verdades y mentiras que se han vertido para explicar el batacazo.
Los realities han perdido interés para la audiencia. VERDADERO.
Los datos de Gran hermano, el programa más longevo y de mayor éxito global, han caído casi a la mitad desde el estreno del programa, y las cadenas han ido apostando por otros formatos como las series de ficción de producción propia. Se trata de una tendencia internacional, pero comparar a Operación triunfo con programas como Mujeres y hombres y viceversa no es justo en absoluto. OT es un programa musical de mejor o peor gusto. Y si debe compararse con algo debería ser con X-Factor, franquicia que en el Reino Unido acaba de cumplir su séptima temporada de éxito arrollador.
El cásting era erróneo. FALSO.
De hecho, ha sido de largo el más atinado de todas las ediciones. Por una vez, los concursantes se distinguían entre sí sin problemas y en el elenco había de todo. Guapísimas aspirantes a popstars (Niccó y Alexandra), un vozarrón (Moneiba), un galán de extrarradio (Nahuel), una indie desorientada (Roxxio), un posadolescente fascinante (Jefferson), un heavy de postal (Naxxo)…
La impresión general es que los concursantes representaban a una nueva España joven y urbana, que ha usado Internet toda su vida y pronuncia bien el inglés. Y que entraron en la academia con un nivel altísimo, como demuestra esta actuación de la Gala 1. Poca gente ha bailado en la televisión española como Niccó este Single ladies.
Pilar Rubio no es Jesús Vázquez. VERDADERO.
Pilar Rubio tenía una papeleta difícil y empezó mal y desorientada. Aunque fue mejorando, nunca pareció sentirse cómoda y demostró una evidente falta de chispa necesaria para levantar un programa de estas características.
Los concursantes cantaban mal. FALSO.
Salvo excepciones puntuales, el nivel vocal de las pocas actuaciones del programa ha sido bastante alto, sobre todo si se compara con las anteriores ediciones. Parece queMireilla, Javián, Juan Camus, José Galisteo y tantos otros están muy lejos en la memoria. Además, nos ha dejado una de las mejores actuaciones de la historia del programa, este Show me how you burlesque de Moneiba. ¿Alguna vez Rosa o Chenoa han hecho algo así, incluso después de dejar el programa?
Las canciones escogidas no eran las adecuadas para los concursantes. FALSO.
Quizás acuciados por las bajas audiencias, a medida que el programa fue evolucionando se fueron escogiendo canciones que cada vez más encajaban como anillo al dedo a las características de cada concursante, dejando atrás aquellos absurdos argumentos de que un artista debe cantar “lo que le echen”. A veces, de tan obvias molestaron a los cantantes, como cuando este Baby, de Justin Bieber, fue adjudicado a Jefferson.
Las canciones escogidas no eran las adecuadas para la audiencia. VERDADERO Y FALSO.
Sería terrible pensar que el público español no estaba preparado para una edición que indiscutiblemente ha tenido el mayor nivel de calidad y de contemporaneidad en los temas interpretados. En OT 2011 ha sonado Lady Gaga, Cee Lo Green, Bruno Mars y Beyoncé, y también clásicos de Michael Jackson y de Manuel Alejandro. Pero quizás no se ajuste, por desgracia, a la realidad de un público español acostumbrado al pop-rock cantado en castellano.
El jurado no ha estado a la altura. VERDADERO.
La elección de Fernando Argenta como jurado demostró ser un gran error que intentaron subsanar con la inclusión de José Antonio Abellán, y las batallitas de “yo conocí a Ray Davies en su tiempo” fueron sustituidas por las de “conozco a Justin Bieber antes que nadie y es un gran artista”.
El fugaz papel de Rafa Sánchez de La Unión como nuevo Risto Mejide (“digo lo que la gente piensa y no se atreve a decir”) tampoco cuajó, por no hablar del cuarto sillón que en principio iba a ocupar un artista conocido y que solo sirvió para que el cantante de Melocos se retratara y para que Soraya dejara pasar una oportunidad por primera vez en su vida por culpa de una sinusitis.
Noemí Galera y Eva Perales, aunque mucho mejor en su papel, tampoco contribuyeron con sus discutibles opiniones. Eva Perales llegó a decir a Josh que tenía demasiada personalidad y eso el público “a veces no lo entiende”.
Faltaba ritmo. VERDADERO.
Especialmente en las dos primeras galas, claves para que el público se enganche, la realización dejó bastante que desear. La notable mejora de los últimos programas fue lastrada por un exceso de actuaciones de artistas consagrados de escaso interés.
Con sus virtudes y sus defectos, es posible que esta edición de OT se recuerde como un programa de culto a la altura de fracasos menos sonados como los de Popstars o Confianza Ciega. Razones no faltan. Desde las caras de sufrimiento de Geno, que han dado hasta para una línea de camisetas, hasta frases memorables como ese “te has ido más al porro que a la raya” que una profesora le dedicó a ella misma. Pero es incluso más probable que haya sido completamente olvidada dentro de seis meses. ¿Qué más da? Después de todo es pop, mamá.
http://blogs.elpais.com/pop-etc/2011/02/verdades-y-mentiras-sobre-ot-2011.html