Portillo, feliz con la ovación de la afición, manda un mensaje: "Vamos a sacar el equipo de ahí abajo entre todos"
Hay formas y formas de ser héroe en La Rosaleda. El extranjero que lo da todo y se identifica pronto con su equipo gracias a su derroche, como le ha pasado a Sebastián Fernández, el fichaje de renombre al que la afición se entrega desde el principio, caso de Demichelis, o uno de los que más gusta en Martiricos, el canterano que aparece en medio de la oscuridad para sacar al equipo del atolladero. Por ese rol volvió a pasar Portillo, que el domingo contribuyó sobremanera a desatascar al equipo con su entrada en la segunda mitad, que aportó buen juego, profundidad, regate e inteligencia para atacar. Se lo tributó la grada coreando su nombre intensamente. "Me pusieron los vellos de punta", explicó el paleño.
Juega a cuentagotas, pero ya ha vivido dos pretemporadas con el primer equipo y muchas convocatorias. Su fútbol es destacado por todos, pero sus técnicos hasta el momento, Juan Ramón Muñiz, Jesualdo Ferreira y Manuel Pellegrini, no le han dado la continuidad que la afición desea. Suficiente para que responda cuando lo han requerido, algo que se valora efusivamente desde la grada. "Estoy muy orgulloso porque hayan coreado mi nombre. Les quiero decir a los aficionados que muchas gracias por su apoyo y que vamos a sacar al equipo de ahí entre todos", señala al respecto el canterano.
Al término del encuentro ante el Getafe, Manolo no dudó en romper públicamente una lanza en favor de Portillo, nacido en el mismo barrio que él. "Ya he dicho desde hace mucho tiempo que es la gran joya de la cantera del Málaga. Es un espectáculo verle jugar y cómo se entrena", subrayó el lateral. Raro es que un futbolista se pronuncie con esa contundencia, como rara está siendo la participación del centrocampista en el equipo, a pesar de que en estos últimos partidos Pellegrini ha tenido muchas bajas en las bandas. Por eso él no quiere emocionarse pensando en tener continuidad ante el Villarreal: "No sé si jugaré, seguiré trabajando y, si el mister decide ponerme, lo daré todo".
Y, por supuesto, una de las claves de su buen hacer es su humildad, a veces exagerada. Por eso no quiso tener ninguna palabra fuera del guión para lo que hizo a lo largo de sus 45 minutos. "No quiero echarme flores. Todo el equipo hizo un buen partido y no se puede destacar a nadie. No sólo salí yo, también Sebas. Pero no hemos sido sólo nosotros, fuimos todos. Y también aportan los que no estuvieron, porque entre todos tenemos que luchar para conseguir el objetivo", resalta Portillo, un tipo tranquilo que no pudo contener la emoción en el tanto de Rondón en el tiempo de prolongación: "Fue una alegría increíble. Cuando empatamos no sabía ni lo que hacer".
Portillo reconoce que lo hecho en el primer tiempo es demasiada losa para querer remontar luego en la segunda mitad. Sin embargo, prefiere quedarse con la brava reacción que permitió al menos dejar un punto en casa. "La situación era complicada porque el equipo no está bien ahora mismo y encontrarte con un 0-2 al descanso... Pero el equipo supo reaccionar, eso es lo importante. No sé qué pasó, hay que quedarse con lo positivo, que igualamos un partido que teníamos perdido. El punto sirve de bien poco, pero dentro de lo malo es lo mejor que podía pasar. Cómo empatamos nos tiene que ayudar ahora porque, por supuesto, se puede ganar en Villarreal".
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