- Los quintillizos de Málaga, uno de los pocos casos que hay en España, cumplen 18 años y están a punto de acabar el bachillerato. Ya piensan en su futuro laboral
- Sus padres, Marifé y Manuel, siempre han multiplicado por cinco la ropa, los cumpleaños, la vuelta al cole o la comunión
María, David, Manuel, Raquel y Cristina Fernández Mangas. Por este orden nacieron los quintillizos de Málaga el 19 de enero de 1993 en el Hospital Materno Infantil de la capital. Era -y es- uno de los primeros casos en España y la familia pronto se convirtió en el blanco de fotógrafos y cámaras de medios de comunicación de la época. Por entonces vivían en un pequeño piso en la zona de la calle La Unión, de apenas 67 metros cuadrados, el mismo en el que residen en la actualidad con muchos problemas de espacio. «Pasad, bienvenidos», dice su madre, Marifé Mangas, abriendo la puerta principal. «Los chicos se están preparando para la entrevista», apunta. Poco a poco empiezan a salir al salón, en silencio, y se acomodan en el sofá. Saludan educados y no protestan durante la sesión de fotos.
«Son muy buenos chicos, trabajadores y responsables. A veces se pelean pero nada serio. Casi no me creo que mis niños ya tengan 18 años. Han sido tantas cosas las que hemos vivido que se me ha pasado el tiempo volando», explica Marifé mirando cariñosamente a sus retoños. «Pues a mí se me ha hecho largo», interrumpe Manuel Fernández, el cabeza de familia. «Nos ha costado mucho esfuerzo y sacrificio criar a cinco niños a la vez. Aunque con la crisis actual habría sido peor», añade.
Fuera de los focos de los medios, cuando sólo eran unos bebés, estos padres primerizos no daban abasto: «Teníamos que dar 40 biberones diarios, cambiar cientos de pañales e intentar atenderlos a todos, una locura», apuntan. Por el día solían tener ayuda de familiares o vecinos. Lo peor llegaba durante la noche: «Si mi marido trabajaba tenía que ingeniármelas con ellos. La verdad es que no conseguí dormir hasta que cumplieron dos años y medio», resopla.
Múltiplos de cine
Además, Manuel se quedó en paro a los pocos meses del parto. «Afortunadamente en Limasa me ofrecieron un puesto de trabajo con el que hemos podido sacar adelante a la familia», explica muy agradecido. «Date cuenta que teníamos que multiplicar todo por cinco: Reyes, cumpleaños, vuelta al cole o ropa. Todo lo que requerían lo necesitaban a la vez», apostilla. «Pusimos una hucha muchos años antes para los gastos de la comunión. Pese a los inconvenientes, mis niños han sido afortunados».
Los chicos escuchan atentos a sus padres. No interrumpen hasta que se les pregunta por la relación entre los hermanos. Raquel rompe el hielo: «Estamos todos en segundo de Bachillerato. Nos llevamos muy bien y estamos muy unidos. El grupo de amigos que tenemos es común y a veces salimos todos juntos», dice. «Los problemas llegan a la hora de usar el único baño que tenemos», continúa su hermana Cristina. «Tenemos que hacer turnos pero siempre hay peleas y solemos llegar tarde a todos sitios. Es normal con tanta gente», concluye.
Otro asunto conflictivo en esta casa es el uso del ordenador. «No nos peleamos por ver algo en la tele pero sí por conectarnos a Internet», explica ahora David. Raquel matiza: «Todos tenemos que hacer trabajos para el instituto y también queremos conectarnos para hablar con los amigos». Los cinco, como los jóvenes de su misma edad, tienen perfiles de Tuenti, Facebook y están 'enganchados' al Messenger. Para escuchar música a veces también hay polémicas: a las chicas les gusta el flamenco y a ellos grupos «más cañeros» como Sum 41 o Blink 182.
Cinco perfiles
Para conocerlos mejor David intenta definir la personalidad de cada uno de ellos: «Raquel es dispuesta, Manolo extrovertido, María introvertida y Cristina es puro nervio». A él lo etiquetan sus hermanos entre risas: «David es el más serio y pasota pero también se implica en la familia», apostillan.
Entre las aficiones de los cinco ocupa un lugar destacado el baloncesto desde que eran niños. En la estrecha habitación de los chicos infinidad de trofeos y medallas lo atestiguan. Juegan desde pequeños e incluso, años atrás, formaron un equipo. «Por entonces me dijeron que era la primera vez que cinco hermanos destacaban a la vez en un mismo deporte», explica la madre. «Jugaron juntos varios campeonatos en Andalucía».
La entrevista termina con una mirada al futuro de los quintillizos. A Raquel le gustaría estudiar Filosofía. Cristina se plantea ser Trabajadora Social y María un Módulo de Lenguaje de Signos. Los chicos dudan algo más. Manuel podría ser psicólogo mientras que David ha pensado en opositar. El tiempo lo dirá. Lo que sí tienen claro es que quieren seguir siendo una gran familia.
«Manolo es el más simpático, Raquel es la más atenta, David es serio y Cristina tiene mucho nervio»
«Aún no sé a lo que quiero dedicarme; opositar es buena opción pero no lo he decidido»
«Mis padres se han esforzado mucho en criarnos; estamos muy orgullos de ellos»
«No peleamos por la tele pero sí por usar el baño y el ordenador; pese a ello nos llevamos muy bien»
«Estamos muy unidos. Siempre hemos estado juntos y compartimos la misma pandilla»
http://www.diariosur.es/v/20110213/malaga/quinteto-mayoria-edad-20110213.html