Ni el jeque Al Thani ni el vicepresidente Ghubn han pisado Málaga desde que empezó el presente 2011
Colista de la Liga, con un presidente que ni se sabe cuándo fue la última vez que pisó la ciudad y con un vicepresidente que estuvo todo el verano por aquí, pero que fue empezar el frío y desaparecer. Éste es el paupérrimo panorama en lo deportivo y en lo institucional que presenta el Málaga CF a día 9 de febrero de 2011.
La pregunta es clara, ¿quién manda aquí? ¿Quién puede ponerle las pilas al entrenador y a los jugadores si es que hace falta? ¿Quién debe pegar en la puerta de la Federación o en la de la Liga después del atropello de Rubinos? Los dueños han confiado el día a día a José Carlos Pérez y Paco Martín Aguilar, dos hombres de fútbol de actitud intachable, pero sin galones para tomar decisiones. Y urge tomarlas.
A lo mejor estoy equivocado, pero no me parece serio que un equipo de la Liga BBVA viva al día sin que nadie pueda mover un papel de una mesa a otra de Martiricos sin llamar antes a Oriente para pedir permiso. Con el director general de vacaciones en plena tormenta, con el director de márketing en su casa, con un gabinete de prensa que parece más el de Home English que el de un equipo de fútbol y con los dueños en Qatar (o dónde sea), nadie levanta el brazo para pedir la palabra.
Pero lo mejor es cuando preguntas en el club por los dueños. Para la pregunta ¿cuándo viene Ghubn?, hay dos respuestas distintas. O te dicen que no lo saben o que viene la próxima semana. El problema es que la «próxima semana» nunca llega. Y si preguntas por el jeque... Ahí la respuesta es única: «Ni idea».
Y mientras, el nuevo estadio parado; el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta esperando acontecimientos; y en la LFP y en la RFEF discutiendo asuntos tan importantes como el futuro contrato televisivo o qué se hace con las apuestas. Eso sí, sin nadie del Málaga sentado en la mesa. El panorama, desde luego, es desolador. Pérez y Aguilar se están dejando cada gota de sudor en el día a día, pero ellos no son los que tienen que dar la cara porque ellos no son los que deciden.
No dudo que las empresas del jeque en su tierra serán importantísimas, pero sí le digo a él y a su segundo que ser presidente o vicepresidente del Málaga requiere mucho más cariño y dedicación. Que esto es como lo de la mujer del césar, hay que serlo y también parecerlo.
Repito: ¿quién manda aquí?
http://www.laopiniondemalaga.es/malagacf/2011/02/09/manda/400795.html