Pese a que rivales directos ganaron, puede quedar a un punto del decimoséptimo

Manuel Pellegrini heredó un equipo colista y lo ha devuelto a la dramática posición de farolillo rojo. La situación deportiva comienza a ser peliaguda, a pesar de que aún queden diecisiete jornadas por disputarse. Un botón de muestra: si el Málaga hubiese evitado el gol postrero de Javi Martínez habría aventajado en seis puntos al Zaragoza, entonces colista, pero el gol del Athletic redujo la distancia a cuatro. Tres jornadas después, el cuadro maño ganó en La Rosaleda (1-2) y ya tiene cinco de renta. La única lectura positiva es que perdió el 'goal average', tras el 3-5 en Las Romareda.

Valga esta lectura para comprobar cómo se le ha complicado la permanencia al Málaga, y no tanto por su desfase de puntos para salir de la zona de descenso como por las sensaciones en cuanto al juego. En lo que concierne a lo primero, la desventaja es mínima. Si esta tarde pierde el Osasuna en el Reyno de Navarra ante el Real Madrid, quedará a un solo punto de este equipo, el decimoséptimo, que marca los puestos de permanencia.



Pero cualquier comparativa de este Málaga (con las actuales siglas) con las temporadas precedentes del equipo en Primera lo deja en desventaja. Con veintiuna jornadas es peor que el único que descendió, el de la campaña 2005-2006. A estas alturas también llevaba diecisiete puntos, pero con 24 goles a favor y 33 en contra (-9 en la diferencia), frente a 28 tantos marcados y 47 encajados ahora (-19). Incluso, con catorce derrotas, frente a doce de entonces. Comparado con el Málaga del pasado curso, que acabó la temporada con apenas 37 puntos y sufriendo hasta el último partido por la salvación, aquel equipo llevaba ya cuatro puntos más y había encajado veintiún goles más.

Tampoco invitan al optimismo el triunfo del Sporting (0-4) en Mallorca, que se escapa a cinco puntos, como el Zaragoza, o el del Levante (2-0 al Getafe), para mayor ironía con tantos de ex jugadores como Valdo y Caicedo. De momento las referencias más cercanas para el Málaga son ahora el Almería, también con 17 puntos (-12 en la diferencia de goles), el Levante (18), el Osasuna (18 salvo que puntúe hoy contra el Real Madrid) y el Racing, que mañana recibe al Valencia en El Sardinero (suma 20 y podría llegar a 23).


http://malagacf.diariosur.es/noticias/2 ... 10130.html

Alarma en la Rosaleda

El piloto rojo se ha encendido. El Málaga de los refuerzos invernales es último a falta de 17 partidos para el final. La voz de alarma se abre paso de boca en boca en los graderíos de La Rosaleda tras caer frente al Zaragoza, un excolista crecido en las últimas jornadas. La derrota deja a las huestes blanquiazules sin posibilidad de fallar en las citas clave que quedan este curso. La de ayer era una de ellas y el batacazo fue estrepitoso.

El equipo visitante fue una hormiga. Se hizo dueño del partido de forma paulatina ante la desidia de un Málaga excesivamente confiado en sus nuevas estrellas, que no dieron la talla. Baptista no apareció en la primera mitad, y en la segunda lo hizo esporádicamente, aunque tuvo alguna que otra ocasión de gol.

El Málaga no se pareció en nada al gran equipo que cayó injustamente en Valencia. El conjunto echó de menos al sancionado Apoño, el único futbolista con criterio en el centro del campo para darle buena salida al balón. También Recio tiene dotes para ello, pero ayer solo jugó media hora. Quizás haya llegado el momento de darle más protagonismo al joven centrocampista malagueño, por mucho que el gasto en fichajes haya sido histórico el último mes. Dos de los mejores ayer fueron Stadsgaard y Mtiliga. El lateral había perdido el puesto en favor de Eliseu en la última jornada. Pellegrini podría haber sido más valiente manteniendo al portugués en la zaga en un encuentro vital para el futuro y en el que el Málaga debería haber salido en tromba.

De nuevo el equipo regaló los goles del rival. Asenjo, que salvó varias ocasiones visitantes, erró gravemente en una falta de Lafita al segundo palo. El portero no acertó a coger (o despejar) un centro en los que deberían ser sus dominios. Para colmo, a ningún compañero suyo se le ocurrió tapar esa zona. El 1-2 también fue una dádiva de las huestes locales. Quincy falló un pase fácil y le entregó el balón a un rival. El conjunto visitante montó un contragolpe de libro, con balón para Sinama Pongolle, al que le bastó internarse en el área, regatear con facilidad a Hélder Rosário y cruzar el balón con la zurda ante un Asenjo sorprendido.


http://malagacf.diariosur.es/noticias/2011-01-30/alarma-rosaleda-20110130.html

que asco, esto pinta mal

ufff será porque esta reciente lo de ayer pero para mi pinta peor q el año pasao...