ActualidadMÁLAGA C.F.
Otra vez la varita mágica de Duda
La prodigiosa zurda del portugués fue el único argumento ofensivo del equipo Situado en la derecha para jugar a pierna cambiada, Apoño fue el gran beneficiado de su repertorio de envíos
Duda agradece a la afición los aplausos recibidos al ser cambiado. :: SALVADOR SALAS
SERGIO CORTÉS scortes@diariosur.es | MÁLAGA..-
Que se recuerde, ayer fue la primera vez que Duda fue despedido con una ovación de gala, con el público de La Rosaleda en pie y coreando su nombre. El portugués, que suele ser muy poco expresivo en sus gestos, agradeció el cariño de esa afición que nunca lo tuvo precisamente entre sus ídolos. De nuevo la varita mágica del luso, su prodigiosa zurda, sostuvo al Málaga en ataque.
Hace ya tiempo que la punta de velocidad de Duda comenzó a diluirse. Probablemente ya tenga bastante con seguirle los pasos a su hija pequeña de poco más de año y medio, la malagueña de pura cepa que ha traído la revolución a la casa. El portugués, que nunca fue un extremo a la vieja usanza y que desbordaba al lateral de turno más por su calidad que por su rapidez, cada vez está más fresco en lo que debe estar cuando un futbolista frisa la treintena: en ideas y lucidez.
Cuatro años después de verse arrinconado por un trío de pésimos dirigentes y uno y medio de ser recibido injustamente con pitos (cuando decidió volver a casa pese a otras ofertas muy superiores), Duda comienza a recoger el cariño del público. Porque ni siquiera se valoró su papel la pasada temporada, cuando jugó casi toda la segunda vuelta con serios problemas físicas por lealtad al club, al presidente y, sobre todo, al entrenador. Luego, como él ya sabía, el Mundial de Sudáfrica pasó casi de largo. Estaba agotado y con un sinfín de goteras.
Retorno precipitado
El retorno de Duda también fue precipitado. Todos en el seno del equipo tenían asumido que todavía estaba demasiado limitado, al borde de una recaída, pero el portugués no estaba dispuesto a esperar más. Arancha, su mujer, puede dar fe de ello. Sin fútbol, sin el gusanillo de los partidos, el portugués no tiene el más mínimo reposo en casa.
Ayer Duda volvió a sacar su varita mágica. Todas las acciones de la primera parte llevaron su sello. A los pocos minutos el portugués intercambió su posición con Apoño y se situó en la derecha para jugar a pierna cambiada. Desde ahí martilleó al Athletic y, aunque en alguna ocasión le cerró el pasillo a Jesús Gámez, el luso hizo que el centrocampista de La Palmilla apareciera constantemente en el segundo palo. Salvo el remate de Rondón, que llegó en un centro del lateral derecho y con la izquierda, el resto de las oportunidades nacieron de la mágica zurda del luso.
Duda no solo se limitó a servir el balón desde los flancos. También le buscó las cosquillas al cancerbero del Athletic. Un centro envenenado en el minuto 24, con el consiguiente bote, dejó a Iraizoz en evidencia, pero Apoño envió el balón muy alto. Y cuando se cumplía la media hora lanzó el esférico al primer palo para intentar sorprender al vasco, que hubo de emplearse a fondo. Con más o menos refuerzos, con uno u otro entrenador. ya nadie duda de Duda. El reconocimiento es unánime.
GRANDE DUDA