El Málaga cierra una etapa
En su importante visita a un rival directo, el Sporting, será la última ocasión en la que no pueda disponer de sus ya cinco refuerzos invernalesArnau ocupará plaza en la portería al sufrir ayer Rubén fractura de muñeca, y Apoño regresa a la lista y al once
PEDRO LUIS ALONSO ENVIADO ESPECIAL plalonso@diariosur.es | GIJÓN..-
El caprichoso calendario ha querido que el Málaga vuelva a iniciar otro año jugando en El Molinón. Si en 2010 fue un 3 de enero (2-2 el marcador final), la cita se anticipa veinticuatro horas esta vez. Independientemente de que sea feliz o triste para el equipo su resultado esta tarde en Gijón, esta visita clave del calendario supondrá un antes y un después en el proyecto. El duelo contra el Sporting será el último choque oficial en el que Pellegrini no podrá disponer de sus refuerzos invernales, de momento cinco (Sergio Asenjo, Demichelis, Camacho, Maresca y Baptista), y se entiende por ello que cierra una etapa, calamitosa en lo deportivo e ilusionante en cuanto a la pujanza de la entidad.
Todo año nuevo encierra un propósito de enmienda respecto a los errores del anterior, pero la realidad es que el Málaga encara este partido con lo puesto. A las ausencias de los cinco refuerzos, aún fuera de plazo para jugar, hay que sumar un último contratiempo, una fractura en la muñeca derecha de Rubén, lo que le hará ser baja al menos dos meses. Esto llevará a Arnau a ser titular hoy y obligó a que viaje como suplente uno de los seis jugadores que está negociando su salida, Galatto (los otros son Iván, Edu Ramos, Juanito, Luque y Edinho).
Tampoco viaja Sebastián Fernández, que retrasó su regreso en el paréntesis vacacional, lo que puede haber pesado en la decisión final del técnico chileno, fiel a su práctica de citar a diecinueve hombres. La otra gran novedad es el regreso de Apoño, que tras un mes inactivo tras su enésima recaída muscular, no solo vuelve a la lista, sino que jugará.
Una semana más, aunque ya la última, Pellegrini se ha visto ante el dilema de escoger soluciones para que no se descosa su frágil centro del campo, y esta vez la confianza recae en Apoño, escarmentado al fin de la falta de rigor táctico de Sandro Silva. En definitiva, un intento desesperado, porque Apoño puede estar sin ritmo, de que el equipo no quede expuesto a los problemas que han acabado desquiciando a los cinco centrales de la plantilla y a los tres guardametas, hasta el punto de que la plantilla se comió las uvas en posición de descenso.
Los dos peores de 2010
Curiosamente, los contendientes esta tarde en El Molinón son también los dos peores equipos del año 2010 (se totalizan los puntos ligueros del final de la segunda parte de la pasada campaña y el comienzo de esta), como recogió este periódico en un informe en su edición del viernes. Las cifras de uno y otro son estremecedoras. El Sporting lleva ya nueve jornadas sin ganar (desde el 17 de octubre), aunque en realidad solo ha vencido en dos ocasiones (sendos 2-0 locales al Mallorca y el Sevilla). Es también el conjunto menos realizador del torneo, igualado con el Racing y el Deportivo, que han rentabilizado mejor sus trece dianas. La sequía es tal que sus delanteros apenas ven puerta. Barral (sancionado) y Bilic, otrora certeros, siguen sin marcar, y Sangoy suma dos dianas.
En el Málaga los síntomas son otros, pero la gravedad de la situación deportiva es similar. Aunque ofrece otras sensaciones en ataque, lo que lo pierde es su endeblez defensiva. Se fue de vacaciones después de encajar doce goles en sus tres últimas actuaciones (4-1 en Alicante, 0-3 del Atlético y 5-3 en Nervión en la Copa). Sus 35 tantos recibidos en apenas dieciséis jornadas superan con creces el promedio de dos por partido, una pesada carga para salir adelante. No obstante, saldría de la zona de descenso si puntuara hoy y el Almería perdiera en Villarreal mañana. Con apenas trece puntos, la cita es vital ante un rival que suma doce y lo podría superar.
«Este Málaga tiene dos caras», apuntó el técnico local, Manolo Preciado para describir a su rival. Se puso la venda antes de la herida al avisar del peligro de los blanquiazules como visitantes. Más allá de que los resultados no le estén dando para más, fruto de su dependencia de Diego Castro y de las carencias de sus puntas, el Sporting es fiel a su imagen de los últimos tiempos. Se muestra muy intenso en El Molinón e impone un alto ritmo de juego a sus rivales. Sobre esa propuesta parece factible que Pellegrini mantenga la pareja que tan buenos resultados le dio en Sevilla, Rondón-Quincy. Además, puede seguir en la zaga Hélder Rosário.
El equipo no tuvo espacio para la fiesta tras tomarse las uvas, porque ayer por la mañana se ejercitaba en La Rosaleda. La expedición partió por la tarde hacia Gijón en un chárter y se hospedó en el hotel de la cadena NH de la localidad asturiana, muy cerca de El Molinón. Por último, el morbo hoy lo pondrá la presencia en el campo del lateral local José Ángel. El canterano estuvo a punto de ser uno de los fichajes invernales del Málaga, pero tras un acuerdo con el jugador y con el Sporting (previo pago de tres millones), al final la presión popular hizo recular a la entidad gijonesa, a falta de que el futbolista diera un paso adelante para pronunciarse a favor de su salida.
Todo año nuevo encierra un propósito de enmienda respecto a los errores del anterior, pero la realidad es que el Málaga encara este partido con lo puesto. A las ausencias de los cinco refuerzos, aún fuera de plazo para jugar, hay que sumar un último contratiempo, una fractura en la muñeca derecha de Rubén, lo que le hará ser baja al menos dos meses. Esto llevará a Arnau a ser titular hoy y obligó a que viaje como suplente uno de los seis jugadores que está negociando su salida, Galatto (los otros son Iván, Edu Ramos, Juanito, Luque y Edinho).
Tampoco viaja Sebastián Fernández, que retrasó su regreso en el paréntesis vacacional, lo que puede haber pesado en la decisión final del técnico chileno, fiel a su práctica de citar a diecinueve hombres. La otra gran novedad es el regreso de Apoño, que tras un mes inactivo tras su enésima recaída muscular, no solo vuelve a la lista, sino que jugará.
Una semana más, aunque ya la última, Pellegrini se ha visto ante el dilema de escoger soluciones para que no se descosa su frágil centro del campo, y esta vez la confianza recae en Apoño, escarmentado al fin de la falta de rigor táctico de Sandro Silva. En definitiva, un intento desesperado, porque Apoño puede estar sin ritmo, de que el equipo no quede expuesto a los problemas que han acabado desquiciando a los cinco centrales de la plantilla y a los tres guardametas, hasta el punto de que la plantilla se comió las uvas en posición de descenso.
Los dos peores de 2010
Curiosamente, los contendientes esta tarde en El Molinón son también los dos peores equipos del año 2010 (se totalizan los puntos ligueros del final de la segunda parte de la pasada campaña y el comienzo de esta), como recogió este periódico en un informe en su edición del viernes. Las cifras de uno y otro son estremecedoras. El Sporting lleva ya nueve jornadas sin ganar (desde el 17 de octubre), aunque en realidad solo ha vencido en dos ocasiones (sendos 2-0 locales al Mallorca y el Sevilla). Es también el conjunto menos realizador del torneo, igualado con el Racing y el Deportivo, que han rentabilizado mejor sus trece dianas. La sequía es tal que sus delanteros apenas ven puerta. Barral (sancionado) y Bilic, otrora certeros, siguen sin marcar, y Sangoy suma dos dianas.
En el Málaga los síntomas son otros, pero la gravedad de la situación deportiva es similar. Aunque ofrece otras sensaciones en ataque, lo que lo pierde es su endeblez defensiva. Se fue de vacaciones después de encajar doce goles en sus tres últimas actuaciones (4-1 en Alicante, 0-3 del Atlético y 5-3 en Nervión en la Copa). Sus 35 tantos recibidos en apenas dieciséis jornadas superan con creces el promedio de dos por partido, una pesada carga para salir adelante. No obstante, saldría de la zona de descenso si puntuara hoy y el Almería perdiera en Villarreal mañana. Con apenas trece puntos, la cita es vital ante un rival que suma doce y lo podría superar.
«Este Málaga tiene dos caras», apuntó el técnico local, Manolo Preciado para describir a su rival. Se puso la venda antes de la herida al avisar del peligro de los blanquiazules como visitantes. Más allá de que los resultados no le estén dando para más, fruto de su dependencia de Diego Castro y de las carencias de sus puntas, el Sporting es fiel a su imagen de los últimos tiempos. Se muestra muy intenso en El Molinón e impone un alto ritmo de juego a sus rivales. Sobre esa propuesta parece factible que Pellegrini mantenga la pareja que tan buenos resultados le dio en Sevilla, Rondón-Quincy. Además, puede seguir en la zaga Hélder Rosário.
El equipo no tuvo espacio para la fiesta tras tomarse las uvas, porque ayer por la mañana se ejercitaba en La Rosaleda. La expedición partió por la tarde hacia Gijón en un chárter y se hospedó en el hotel de la cadena NH de la localidad asturiana, muy cerca de El Molinón. Por último, el morbo hoy lo pondrá la presencia en el campo del lateral local José Ángel. El canterano estuvo a punto de ser uno de los fichajes invernales del Málaga, pero tras un acuerdo con el jugador y con el Sporting (previo pago de tres millones), al final la presión popular hizo recular a la entidad gijonesa, a falta de que el futbolista diera un paso adelante para pronunciarse a favor de su salida.