Mismos errores, misma derrota (81-75)
El Unicaja desaprovecha la oportunidad de ganar en Roma con seis minutos desastrosos. A pesar de perder, algunos jugadores cajistas estuvieron más entonados que en anteriores encuentros
Cinco minutos después del final del partido, los operarios del Palalottomatica bajaban del techo de la instalación unas banderolas en las que se recogían los títulos del Virtus Roma, entre ellos el de campeón de Europa. Gran historia y triste presente el del equipo romano que, arropado por poco más de mil espectadores, sin embargo, fue capaz ayer de vencer a un Unicaja demasiado inocente, que repitió el error de Alicante de desinflarse cuando el partido necesita que dé un paso al frente. Tenía el duelo controlado y volvió a sacar esa irregularidad que preside su juego. En el minuto 36 el Unicaja desconectó y entregó el encuentro con un parcial de 11-2. Perdió el equipo de Aíto una gran oportunidad para haberse colocado segundo en la clasificación, aunque obtuvo una notable mejoría de algunos jugadores.
El principal punto de interés en las filas del Unicaja estaba en ver cómo el equipo lograba suplir la baja de Freeland. No era una cuestión de personalizarlo en solo un jugador, sino en todo el equipo, y eso es lo que pareció hacer Aíto. La ausencia del inglés dio más tranquilidad y a la vez mayor presencia a Archibald, aunque eso no se notó en el contundente parcial de 10-0 que encajó el equipo dos minutos. El frío ambiente del Palalottomatica se caló hasta los huesos en el cuadro 'cajista' mientras Archibald se afanaba en intentar despertar a sus compañeros con gritos de «¡Vamos, vamos!».
La línea exterior del Unicaja era un coladero y Djedovic, escolta bosnio cedido por el Barcelona al Roma, penetraba una y otra vez. Aíto cortó la sangría con un tiempo muerto. No hubo caras nuevas tras el mismo, pero si un evidente cambio de actitud que se reflejó en el marcador. El Unicaja enlazó un parcial de 4-15 en cinco minutos, lo que lo llevó a ponerse por delante (14-15, minuto 7). Como en el partido de ida los triples fueron la mejor arma del equipo malagueño, Tripkovic, Blakney y Jiménez anotaron desde la larga distancia.
Con el Unicaja por delante, McIntyre confirmó su regreso a las canchas después de un mes y medio. Y lo hizo entre los abucheos e insultos de los 'tifosi' romanos, que no olvidaban su pasado en el Siena. El primer cuarto se cerró con un engañoso 20-15 a favor de los locales. Engañoso porque daba la sensación de que el Unicaja se haría con el partido en cuanto apretase un poco. Fue lo que sucedió en el segundo acto. Archibald, perfecto e n sus movimientos, lideró la remontada de la mano de Blanco y el Unicaja empataba el partido (26-26, minuto 14) sin excesivos problemas.
Solo las faltas personales condicionaron el juego del equipo malagueño. La segunda de Jiménez provocó el regreso de Printezis. Treinta segundos estuvo el griego en la pista. Aíto no le perdona una y así es difícil que recupere la confianza, como se apreció en dos acciones de la segunda parte en las que pudiendo anotar optó por pasar. A pesar de todo, lo siguió intentando.
Los cambios de defensa sobre Djedovic y los problemas con las faltas eran lo único que condicionaba al Unicaja y daba respiro a un Roma tan previsible como anárquico que logró llegar al descanso con dos puntos de ventaja (42-40).
Sin dueño
El descontrol fue un paso más allá tras el descanso en un mano a mano de los dos equipos por ver cuál de los dos era capaz de anotar más rápido o cometer más errores. A pesar de todo, el Unicaja llegó a ir algún tiempo por delante (56-57, minuto 27), pero seguía sin lograr el impulso necesario para despegarse en el marcador y al último acto se llegó sin novedad alguna y con el Roma siempre en ventaja, lo cual no era un buen síntoma.
Todo pareció cambiar en el arranque del último cuarto, cuando Blakney tomó las riendas del choque para anotar y asistir. El Unicaja encadenó un parcial de 0-9 y se colocó 64-69 con su rival visiblemente tocado. Tras el esfuerzo, Blakney se marchó al banco y la entrada de McIntyre dio un respiro al Roma. El estadounidense es muy bueno, pero todavía no está a su mejor nivel; en cualquier caso, solo necesita tiempo. El que sí aprovechó la oportunidad fue Djedovic para desgracia del Unicaja. El bosnio lideró a su equipo en los momentos clave. Ninguno de sus defensores pudo frenarlo. Lo intentaron Tripkovic, Blanco, Berni y Freire, pero Djedovic penetró una y otra vez entre la defensa del Unicaja. A la insistencia del escolta se unió el desacierto del Unicaja en los minutos finales. Encajó un parcial de 11-2 que lo condenó.
LAS CLAVES
Djedovic, imparable
El bosnio fue una pesadilla para el Unicaja, que no encontró la forma de pararlo. Acabó el partido con 23 puntos y 32 de valoración.
Archibald
Respondió ante la ausencia de Freeland. Logró 18 puntos y fue determinante en defensa y en ataque en varias fases del partido.
Falta de acierto
De nuevo, el equipo falló en el momento clave, como en Alicante, y echó en falta la aportación de Berni y Saúl.
Árbitros: Muhvic (Cro.), Viator (Fra.), Javor (Esl). Bien. Señalaron falta antideportiva a Archibald (min. 39).
Incidencias: Novena jornada de la Euroliga, disputada en el Palalottomatica de Roma ante unos 1.000 espectadores; una veintena de ellos, aficionados del Unicaja.
El Unicaja desaprovecha la oportunidad de ganar en Roma con seis minutos desastrosos. A pesar de perder, algunos jugadores cajistas estuvieron más entonados que en anteriores encuentros
Cinco minutos después del final del partido, los operarios del Palalottomatica bajaban del techo de la instalación unas banderolas en las que se recogían los títulos del Virtus Roma, entre ellos el de campeón de Europa. Gran historia y triste presente el del equipo romano que, arropado por poco más de mil espectadores, sin embargo, fue capaz ayer de vencer a un Unicaja demasiado inocente, que repitió el error de Alicante de desinflarse cuando el partido necesita que dé un paso al frente. Tenía el duelo controlado y volvió a sacar esa irregularidad que preside su juego. En el minuto 36 el Unicaja desconectó y entregó el encuentro con un parcial de 11-2. Perdió el equipo de Aíto una gran oportunidad para haberse colocado segundo en la clasificación, aunque obtuvo una notable mejoría de algunos jugadores.
El principal punto de interés en las filas del Unicaja estaba en ver cómo el equipo lograba suplir la baja de Freeland. No era una cuestión de personalizarlo en solo un jugador, sino en todo el equipo, y eso es lo que pareció hacer Aíto. La ausencia del inglés dio más tranquilidad y a la vez mayor presencia a Archibald, aunque eso no se notó en el contundente parcial de 10-0 que encajó el equipo dos minutos. El frío ambiente del Palalottomatica se caló hasta los huesos en el cuadro 'cajista' mientras Archibald se afanaba en intentar despertar a sus compañeros con gritos de «¡Vamos, vamos!».
La línea exterior del Unicaja era un coladero y Djedovic, escolta bosnio cedido por el Barcelona al Roma, penetraba una y otra vez. Aíto cortó la sangría con un tiempo muerto. No hubo caras nuevas tras el mismo, pero si un evidente cambio de actitud que se reflejó en el marcador. El Unicaja enlazó un parcial de 4-15 en cinco minutos, lo que lo llevó a ponerse por delante (14-15, minuto 7). Como en el partido de ida los triples fueron la mejor arma del equipo malagueño, Tripkovic, Blakney y Jiménez anotaron desde la larga distancia.
Con el Unicaja por delante, McIntyre confirmó su regreso a las canchas después de un mes y medio. Y lo hizo entre los abucheos e insultos de los 'tifosi' romanos, que no olvidaban su pasado en el Siena. El primer cuarto se cerró con un engañoso 20-15 a favor de los locales. Engañoso porque daba la sensación de que el Unicaja se haría con el partido en cuanto apretase un poco. Fue lo que sucedió en el segundo acto. Archibald, perfecto e n sus movimientos, lideró la remontada de la mano de Blanco y el Unicaja empataba el partido (26-26, minuto 14) sin excesivos problemas.
Solo las faltas personales condicionaron el juego del equipo malagueño. La segunda de Jiménez provocó el regreso de Printezis. Treinta segundos estuvo el griego en la pista. Aíto no le perdona una y así es difícil que recupere la confianza, como se apreció en dos acciones de la segunda parte en las que pudiendo anotar optó por pasar. A pesar de todo, lo siguió intentando.
Los cambios de defensa sobre Djedovic y los problemas con las faltas eran lo único que condicionaba al Unicaja y daba respiro a un Roma tan previsible como anárquico que logró llegar al descanso con dos puntos de ventaja (42-40).
Sin dueño
El descontrol fue un paso más allá tras el descanso en un mano a mano de los dos equipos por ver cuál de los dos era capaz de anotar más rápido o cometer más errores. A pesar de todo, el Unicaja llegó a ir algún tiempo por delante (56-57, minuto 27), pero seguía sin lograr el impulso necesario para despegarse en el marcador y al último acto se llegó sin novedad alguna y con el Roma siempre en ventaja, lo cual no era un buen síntoma.
Todo pareció cambiar en el arranque del último cuarto, cuando Blakney tomó las riendas del choque para anotar y asistir. El Unicaja encadenó un parcial de 0-9 y se colocó 64-69 con su rival visiblemente tocado. Tras el esfuerzo, Blakney se marchó al banco y la entrada de McIntyre dio un respiro al Roma. El estadounidense es muy bueno, pero todavía no está a su mejor nivel; en cualquier caso, solo necesita tiempo. El que sí aprovechó la oportunidad fue Djedovic para desgracia del Unicaja. El bosnio lideró a su equipo en los momentos clave. Ninguno de sus defensores pudo frenarlo. Lo intentaron Tripkovic, Blanco, Berni y Freire, pero Djedovic penetró una y otra vez entre la defensa del Unicaja. A la insistencia del escolta se unió el desacierto del Unicaja en los minutos finales. Encajó un parcial de 11-2 que lo condenó.
LAS CLAVES
Djedovic, imparable
El bosnio fue una pesadilla para el Unicaja, que no encontró la forma de pararlo. Acabó el partido con 23 puntos y 32 de valoración.
Archibald
Respondió ante la ausencia de Freeland. Logró 18 puntos y fue determinante en defensa y en ataque en varias fases del partido.
Falta de acierto
De nuevo, el equipo falló en el momento clave, como en Alicante, y echó en falta la aportación de Berni y Saúl.
Árbitros: Muhvic (Cro.), Viator (Fra.), Javor (Esl). Bien. Señalaron falta antideportiva a Archibald (min. 39).
Incidencias: Novena jornada de la Euroliga, disputada en el Palalottomatica de Roma ante unos 1.000 espectadores; una veintena de ellos, aficionados del Unicaja.