En un centro comercial, se agachaba tras sus víctimas y enfocaba la ropa interior con su invento
La Fiscalía de Málaga ha pedido la apertura de juicio oral contra un hombre que, usando un bolígrafo con cámara incorporada, realizó presuntamente 115 grabaciones de partes íntimas de mujeres en un concurrido centro comercial de la capital. Poco después, al ver que su modus operandi resultaba sospechoso se compró una agenda, recortó las hojas y metió dentro un móvil que también podía grabar, siguiendo presuntamente con la actividad.
El Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía pide para el encausado un año de prisión por un supuesto delito contra la intimidad y la propia imagen, y una multa de tres meses con una cuota diaria de doce euros por el ilícito de tenencia de pornografía infantil, tras hallarse varios vídeos de menores en sus ordenadores. Asimismo, reclama el pago de las costas del proceso.
Según consta en la calificación fiscal, sobre las 18.00 horas del 6 de septiembre de 2009, A. J. G., «guiado por un ánimo libidinoso, y empleando un bolígrafo en cuyo interior se aloja una cámara de vídeo y un dispositivo para grabar durante unos segundos, se introdujo en un centro comercial de la capital».
Modus operandi
Acto seguido, y colocándose detrás de las mujeres que vestían con falda, «se agachaba y enfocaba con el bolígrafo su ropa interior, grabando unos 115 vídeos de corta duración», relata el responsable de la acusación pública. En ninguna de las imágenes se apreció la existencia de menores de edad.
«Como quiera que la postura para enfocar con el bolígrafo-cámara era bastante sospechosa, el acusado, para no llamar la atención, guiado por el mismo ánimo, compró un libro-agenda al que le recortó sus páginas con la forma de un móvil Nokia con cámara de fotos y vídeo, y a la pasta dura de la libreta le practicó un agujero por donde entraba la luz y permitía al objetivo de dicha cámara captar las imágenes del exterior, sin que las personas advirtieran la presencia del artilugio», relata el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, al que tuvo acceso La Opinión de Málaga. El documento ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga.
Con el «libro-cámara», como lo define la Fiscalía en su escrito, «se acercó a diversas señoras que vestían con falda en el establecimiento, y colocando el libro en el suelo, les grabó la ropa interior que llevaban», añade.
Sin embargo, una de las víctimas se dio cuenta de lo que ocurría y se lo contó al vigilante jurado de la gran superficie, quien retuvo al encausado hasta que la Policía Nacional llegó a la zona. Los agentes le intervinieron los dos aparatos. «El acusado reconoció los hechos y se prestó a colaborar con las fuerzas de seguridad, facilitándoles a los agentes, por medio de su mujer, los ordenadores que usa en su domicilio», señala.
Una vez analizados los PC, se encontraron dos vídeos; «examinados, éstos resultaron contener escenas de pedofilia, aunque no han sido compartidos con otros usuarios», precisa.
En otro disco duro de una computadora propiedad del procesado, se encontraron en el protocolo de intercambio de archivos P2P, concretamente en un directorio, 15 archivos de vídeo obtenidos con cámara oculta, «que guardan relación con los hechos investigados». En ellos, siempre según la tesis del fiscal, puede observarse la ropa interior de varias mujeres. Las imágenes fueron creadas el 27 de julio de 2009.
La Fiscalía de Málaga ha pedido la apertura de juicio oral contra un hombre que, usando un bolígrafo con cámara incorporada, realizó presuntamente 115 grabaciones de partes íntimas de mujeres en un concurrido centro comercial de la capital. Poco después, al ver que su modus operandi resultaba sospechoso se compró una agenda, recortó las hojas y metió dentro un móvil que también podía grabar, siguiendo presuntamente con la actividad.
El Servicio de Criminalidad Informática de la Fiscalía pide para el encausado un año de prisión por un supuesto delito contra la intimidad y la propia imagen, y una multa de tres meses con una cuota diaria de doce euros por el ilícito de tenencia de pornografía infantil, tras hallarse varios vídeos de menores en sus ordenadores. Asimismo, reclama el pago de las costas del proceso.
Según consta en la calificación fiscal, sobre las 18.00 horas del 6 de septiembre de 2009, A. J. G., «guiado por un ánimo libidinoso, y empleando un bolígrafo en cuyo interior se aloja una cámara de vídeo y un dispositivo para grabar durante unos segundos, se introdujo en un centro comercial de la capital».
Modus operandi
Acto seguido, y colocándose detrás de las mujeres que vestían con falda, «se agachaba y enfocaba con el bolígrafo su ropa interior, grabando unos 115 vídeos de corta duración», relata el responsable de la acusación pública. En ninguna de las imágenes se apreció la existencia de menores de edad.
«Como quiera que la postura para enfocar con el bolígrafo-cámara era bastante sospechosa, el acusado, para no llamar la atención, guiado por el mismo ánimo, compró un libro-agenda al que le recortó sus páginas con la forma de un móvil Nokia con cámara de fotos y vídeo, y a la pasta dura de la libreta le practicó un agujero por donde entraba la luz y permitía al objetivo de dicha cámara captar las imágenes del exterior, sin que las personas advirtieran la presencia del artilugio», relata el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, al que tuvo acceso La Opinión de Málaga. El documento ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga.
Con el «libro-cámara», como lo define la Fiscalía en su escrito, «se acercó a diversas señoras que vestían con falda en el establecimiento, y colocando el libro en el suelo, les grabó la ropa interior que llevaban», añade.
Sin embargo, una de las víctimas se dio cuenta de lo que ocurría y se lo contó al vigilante jurado de la gran superficie, quien retuvo al encausado hasta que la Policía Nacional llegó a la zona. Los agentes le intervinieron los dos aparatos. «El acusado reconoció los hechos y se prestó a colaborar con las fuerzas de seguridad, facilitándoles a los agentes, por medio de su mujer, los ordenadores que usa en su domicilio», señala.
Una vez analizados los PC, se encontraron dos vídeos; «examinados, éstos resultaron contener escenas de pedofilia, aunque no han sido compartidos con otros usuarios», precisa.
En otro disco duro de una computadora propiedad del procesado, se encontraron en el protocolo de intercambio de archivos P2P, concretamente en un directorio, 15 archivos de vídeo obtenidos con cámara oculta, «que guardan relación con los hechos investigados». En ellos, siempre según la tesis del fiscal, puede observarse la ropa interior de varias mujeres. Las imágenes fueron creadas el 27 de julio de 2009.