La campaña invita a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes a que incrementen las inspecciones en sus respectivos cascos urbanos
Aumento del tiempo de reacción, problemas de visión, incremento de la somnolencia, pérdida de control, excitabilidad o problemas de coordinación... Son sólo algunos de los efectos que provoca la ingesta de alcohol en la conducción, llegando a multiplicar por nueve el riesgo de accidente.
Por este motivo, y teniendo en cuenta que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales, Tráfico inició ayer y mantendrá hasta el próximo domingo una campaña de concienciación y vigilancia de alcohol en la conducción en una época del año en el que el consumo aumenta debido a las comidas y cenas navideñas en las carreteras españolas. Los controles no sólo se realizarán por la noche, sino también en horarios más cercanos a la finalización de las comidas.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles sobre este factor de riesgo, estableciendo más de 1.000 puntos de control para realizar 20.000 controles diarios de alcoholemia a conductores que circulen por carreteras de ámbito DGT de toda España. Como en campañas anteriores, los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes han sido invitados para que se sumen al establecimiento de controles en sus cascos urbanos.
A estos controles se suma la divulgación de una cuña radiofónica que se podrá escuchar en las principales emisoras de radio del 13 al 19 de diciembre en la que se recuerda a los conductores que el alcohol es una de las mayores causas de accidente de tráfico. En 2009, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses realizó análisis toxicológicos a 923 conductores fallecidos en accidente de circulación, de los cuales 277 presentaron una tasa superior a 0,30 gramos por litro. Este dato confirma el aportado por la DGT, de que en al menos un tercio de los accidentes mortales el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante.
La ingesta de alcohol no solo está relacionada con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.
Aumento del tiempo de reacción, problemas de visión, incremento de la somnolencia, pérdida de control, excitabilidad o problemas de coordinación... Son sólo algunos de los efectos que provoca la ingesta de alcohol en la conducción, llegando a multiplicar por nueve el riesgo de accidente.
Por este motivo, y teniendo en cuenta que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales, Tráfico inició ayer y mantendrá hasta el próximo domingo una campaña de concienciación y vigilancia de alcohol en la conducción en una época del año en el que el consumo aumenta debido a las comidas y cenas navideñas en las carreteras españolas. Los controles no sólo se realizarán por la noche, sino también en horarios más cercanos a la finalización de las comidas.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles sobre este factor de riesgo, estableciendo más de 1.000 puntos de control para realizar 20.000 controles diarios de alcoholemia a conductores que circulen por carreteras de ámbito DGT de toda España. Como en campañas anteriores, los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes han sido invitados para que se sumen al establecimiento de controles en sus cascos urbanos.
A estos controles se suma la divulgación de una cuña radiofónica que se podrá escuchar en las principales emisoras de radio del 13 al 19 de diciembre en la que se recuerda a los conductores que el alcohol es una de las mayores causas de accidente de tráfico. En 2009, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses realizó análisis toxicológicos a 923 conductores fallecidos en accidente de circulación, de los cuales 277 presentaron una tasa superior a 0,30 gramos por litro. Este dato confirma el aportado por la DGT, de que en al menos un tercio de los accidentes mortales el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante.
La ingesta de alcohol no solo está relacionada con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.