El Málaga del equilibrio

El equipo cierra 2008 con las mismas victorias y derrotas, y con 52 goles marcados y 51 encajados



Parafraseando al actual entrenador del Real Madrid, Juande Ramos, pudo ser una victoria, un empate o una derrota. Pero el resultado del último partido del Málaga en 2008 fue precisamente el necesario para no inclinar la balanza. El equipo blanquiazul cerró así, con un empate en El Sardinero, el que bien podría ser llamado 'año del equilibrio'. Paradójicamente, obtuvo los mismos triunfos que derrotas (14) y además esa igualdad se extendió al capítulo goleador, porque casi existe empate entre los tantos marcados (52) y los encajados (51).

El balance del Málaga en el año futbolístico que termina -el próximo compromiso será el 4 de enero, en casa contra el Sporting (17.00 horas, PPV)- parece marcado por el término más empleado en La Rosaleda: equilibrio. A él recurren habitualmente los dirigentes para recordar la necesidad de encontrar la estabilidad del club durante un lustro, y a él recurren también Antonio Tapia y el resto de los miembros del cuerpo técnico para incidir en la importancia de conformar un bloque homogéneo cara a no pasar apuros en Primera División.

Eso sí, 2008 no fue tan productivo como 2007. La soberbia primera parte del campeonato pasado, con aquellos siete triunfos consecutivos en las primeras jornadas, permitió certificar durante el año anterior cifras que se antojan difíciles de superar. El equipo rozó entonces la veintena de victorias (llegó a diecinueve, cinco más que ahora, aunque hay que destacar que jugó dos partidos más) gracias a las once que firmó en la etapa inicial de la segunda campaña que afrontó con Juan Ramón Muñiz en el banquillo malaguista.

Problemas en ataque

Ahora, en 2008, su balance se ha resentido por la irregular segunda vuelta en la categoría de 'plata'. El ascenso compensó los serios problemas en ataque del equipo blanquiazul -debido básicamente a los problemas físicos de sus tres puntales ofensivos, Baha, Hidalgo y, sobre todo, Salva- y la incapacidad para superar la presión y la ansiedad en tres encuentros consecutivos en La Rosaleda en el momento culminante (contra la Real Sociedad y luego consecutivamente contra el Gimnastic y el Hércules).

Aun así, el objetivo de retornar a Primera División se alcanzó con cuatro puntos de ventaja sobre su principal rival, el cuadro donostiarra. Curiosamente, en el primer semestre también tuvo un llamativo equilibrio en su cuenta de resultados: ocho victorias, ocho empates y ocho derrotas. Un papel muy discreto para un firme aspirante a concluir entre los tres mejores de la tabla.

Conviene destacar que el Málaga rizó el rizo en el apartado estadístico. Tanto en la segunda vuelta en Segunda como en el tramo inicial en Primera el balance fue 'capicúa' entre los encuentros en casa y fuera. En Segunda, cinco victorias, cuatro empates y tres derrotas como local y tres victorias, cuatro empates y cinco derrotas como visitante. Y en la élite, hasta el momento, cuatro victorias, dos empates y dos derrotas en La Rosaleda y dos victorias, dos empates y cuatro derrotas a domicilio. De ahí que los 40 partidos se distribuyan en 14 victorias, las mismas derrotas y 12 empates.

Obstáculo

En el aspecto goleador el Málaga también ha bajado el listón respecto a 2007, si bien cabe incluir en este análisis comparativo el detalle de que en el último cuatrimestre ha competido en la máxima categoría, lo que indudablemente supone un serio obstáculo para un equipo modesto.

Si el año anterior el equipo materializó 56 goles, en esta ocasión la cifra se ha quedado en cuatro menos (52, por 51 encajados). Curiosamente, el magnífico rendimiento ofensivo en Primera, con 24 -lo que le vale para ser sexto y codearse con los 'grandes' del fútbol español-, ha supuesto el contrapeso idóneo al pobre bagaje del primer semestre. Entonces, con las referidas limitaciones del equipo, apenas consiguió 28 en 24 partidos. Es decir, en la categoría inferior el promedio fue de 1,16 y en la elite se elevó a 1,5. El mundo al revés.

El Málaga parece haberse contagiado en el terreno del mensaje habitual en los despachos y en los entrenamientos. «Lo importante es el equilibrio», es la máxima en La Rosaleda en estos tiempos. Y el equipo ha cumplido con ella desde el punto de vista estadístico en el año a punto de concluir.

http://malagacf.sur.es/noticias/2008-12-27/malaga-equilibrio-20081227.html

El peso del factor campo



El Málaga cuenta con el aval de una afición fiel, cuya inquebrantable lealtad permitió superar momentos complicados en el segundo trimestre de 2007. Ahora, en 2008, ese apoyo se ha multiplicado y ha constituido un argumento de peso para sacarle el máximo rendimiento al factor campo.

De no haber sido por las tres derrotas consecutivas en la aciaga recta final de la pasada temporada, el Málaga habría firmado un registro excelente en La Rosaleda. Aun así, concluye el año con nueve victorias, seis empates y cinco derrotas. Probablemente sin la afición no habrían llegado triunfos como los conseguidos frente al Elche, Sporting, Getafe u Osasuna.

http://malagacf.sur.es/noticias/2008-12-27/peso-factor-campo-20081227.html

Baha acaba como 'pichichi' y Calleja lo supera en partidos

Pese a su marcha al Zaragoza, Hidalgo es el segundo goleador, con ocho, a cuatro del francomarroquí



El año se cierra con cinco nombres propios en el apartado deportivo: dos entrenadores (Juan Ramón Muñiz y Antonio Tapia, que consiguieron sus objetivos) y tres jugadores (Baha, Calleja e Hidalgo). Esta terna encabeza el listado de un amplio número de protagonistas, primero en el ascenso y después en la holgada situación clasificatoria en la élite, todos ellos componentes de un vestuario sin fisuras en las dos mitades de 2008.

En el balance anual Baha aparece como el máximo goleador del equipo con una docena de tantos, cinco en Segunda y siete en Primera. La marcha de Antonio Hidalgo al Zaragoza facilitó que el francomarroquí le arrebatara esa condición de 'pichichi' blanquiazul, porque el catalán logró ocho en el primer semestre (dos de penalti) y elevó aún más su papel de pieza decisiva en la historia del club. Tiró del carro primero para evitar el descenso y la casi segura desaparición, y después para devolver al equipo a la élite.

Portugueses

En ese grupo de goleadores no puede quedar en el olvido Eliseu, que completa el podio con siete goles, tres en Segunda y los cuatro marcados hasta el momento en Primera. Otro portugués, Duda, sigue su estela con cuatro tantos, igualado con el centrocampista malagueño Apoño, aunque este logró tres de ellos merced a su pleno de aciertos desde el punto de penalti.

En el capítulo de jugadores utilizados lógicamente partían con ventaja los doce futbolistas que permanecieron en la plantilla las dos temporadas. De ellos, Arnau, titular al principio y luego sustituido; Cheli y los lesionados Salva y Rossato han competido en inferioridad de condiciones. El listado lo encabeza Calleja, un ejemplo de regularidad, que participó en 38 de los 40 partidos de Liga disputados. Tras él aparecen Baha (con 37), Weligton y Eliseu (35), Jesús Gámez (34), Apoño (33), Hélder Rosário (32) y Goitia (28).

http://malagacf.sur.es/noticias/2008-12-27/baha-acaba-como-pichichi-20081227.html

Ole ahí !!!! eso es lo suyo que seamos un equipo equilibrado y ya después de eso si se puede ser mejor pues mejor