Otro 4-1 con goles de antología
Las bellas dianas de Eliseu y Recio evocaron un tanteo igual ante el Numancia con dianas de Miguel Ángel y Wanchope
PEDRO LUIS ALONSO | MÁLAGA..-
En ocasiones las goleadas son gemelas. La de ayer del Málaga ante el Racing guarda gran paralelismo con la lograda el 22 de septiembre de 2004 ante el Numancia también en Primera. No solo se reprodujo el marcador, sino que hubo dos goles de antología como los que el aficionado de La Rosaleda pudo presenciar ayer.
En aquella ocasión el Málaga de Manzano se colocó en puestos europeos tras golear a un endeble cuadro soriano. El público se pellizcaba después de ver dos tantos singulares en un lapso de cuatro minutos. En el minuto 4 Miguel Ángel repitió la brillante ejecución que se pudo ver ayer a Eliseu. En un saque de esquina de nuevo de Duda, empaló el disparo sin bote y el balón se coló muy cerca de una escuadra del marco entonces defendido por Núñez.
En el minuto 8 de partido llegó el 2-0 y si aquel tanto era difícilmente mejorable, la maniobra que hizo el costarricense Wanchope lo logró, a criterio de muchos seguidores. El delantero centroamericano le hizo un sombrero a Juanpa y, al tiempo que se revolvía sin dejar caer el balón al suelo, batió al meta uruguayo del Numancia.
Un tanto con trabajo detrás
El gol de ayer de Eliseu recordó al ya mencionado de Miguel Ángel. Como en aquel partido de hace seis años, también supuso el 1-0. El tanto del luso mostró el nivel de conocimiento de la disposición defensiva del Racing en acciones a balón parado. Los once jugadores del cuadro cántabro defendían los saques de esquina en el interior del área, algunos en zona y otros en ajustes a los rematadores más peligrosos, y Lacen no llegó a tiempo de taponar el disparo, la acción más rápida de remate que se podía haber ejecutado desde fuera del área en un córner.
Los resúmenes televisivos anoche no mostraron al completo la acción del 2-0 ayer, una larga jugada que parte desde posición defensiva por medio de Jesús Gámez y en la que intervienen otros jugadores como Duda y Sebastián Fernández, que coloca al final el pase al espacio a Recio. El joven canterano, en su tercer partido en la máxima categoría, definió como los grandes, con una vaselina sobre la salida de Toño que pudo tocar ligeramente un defensa visitante.
En aquella ocasión el Málaga de Manzano se colocó en puestos europeos tras golear a un endeble cuadro soriano. El público se pellizcaba después de ver dos tantos singulares en un lapso de cuatro minutos. En el minuto 4 Miguel Ángel repitió la brillante ejecución que se pudo ver ayer a Eliseu. En un saque de esquina de nuevo de Duda, empaló el disparo sin bote y el balón se coló muy cerca de una escuadra del marco entonces defendido por Núñez.
En el minuto 8 de partido llegó el 2-0 y si aquel tanto era difícilmente mejorable, la maniobra que hizo el costarricense Wanchope lo logró, a criterio de muchos seguidores. El delantero centroamericano le hizo un sombrero a Juanpa y, al tiempo que se revolvía sin dejar caer el balón al suelo, batió al meta uruguayo del Numancia.
Un tanto con trabajo detrás
El gol de ayer de Eliseu recordó al ya mencionado de Miguel Ángel. Como en aquel partido de hace seis años, también supuso el 1-0. El tanto del luso mostró el nivel de conocimiento de la disposición defensiva del Racing en acciones a balón parado. Los once jugadores del cuadro cántabro defendían los saques de esquina en el interior del área, algunos en zona y otros en ajustes a los rematadores más peligrosos, y Lacen no llegó a tiempo de taponar el disparo, la acción más rápida de remate que se podía haber ejecutado desde fuera del área en un córner.
Los resúmenes televisivos anoche no mostraron al completo la acción del 2-0 ayer, una larga jugada que parte desde posición defensiva por medio de Jesús Gámez y en la que intervienen otros jugadores como Duda y Sebastián Fernández, que coloca al final el pase al espacio a Recio. El joven canterano, en su tercer partido en la máxima categoría, definió como los grandes, con una vaselina sobre la salida de Toño que pudo tocar ligeramente un defensa visitante.