Duda, la única buena noticia en Riazor
El mejor jugador del Málaga la pasada campaña reapareció cinco meses después y como titular Sin alardes, rindió a un nivel aceptable como segundo punta, lo que le permitió gozar de la mejor oportunidad en ataque del equipo
PEDRO LUIS ALONSO plalonso@diariosur.es | MÁLAGA..-
El Málaga fue fiel a sus nefastas estadísticas en Riazor. Perdió, como en catorce de sus dieciocho visitas anteriores; dejó de ganar, como siempre; no marcó, como en siete de sus ocho partidos ligueros anteriores en el feudo coruñés, y se mojó de lo lindo bajo una lluvia generosa. De paso, volvió a la zona de descenso, merced a la contundencia del resultado, un incontestable 3-0.
Así las cosas, la única noticia grata fue la reaparición en partido oficial de Duda. Casi cinco meses después. En efecto, el último choque de competición del centrocampista portugués fue el 25 de junio, en el 0-0 contra Brasil del Mundial (fue titular y sustituido en el minuto 54 por Simao). Una pubalgia, tras una temporada de enorme exigencia física y psicológica, le ha impedido entrar antes en las alineaciones. Se operó a finales de agosto, justo al comienzo de la Liga, y ha vuelto en los plazos previstos.
El portugués ya reapareció en la convocatoria en la jornada anterior, pero no fue el elegido para ninguno de los cambios. Su evolución en los entrenamientos debió de ser muy positiva durante la semana, de modo que ayer jugó de salida. El técnico dejó fuera de la convocatoria a Sebastián Fernández -supuestamente por el cansancio del viaje transoceánico de esta semana, que apenas le impidió trabajar con el Málaga-, y en el banquillo, a Edinho y Quincy.
Aunque Duda jugó en el ataque, en realidad fue un segundo punta, algo más retrasado que Baha, que volvió a ser la referencia en la línea de vanguardia. Quizá se aprovechó de esa circunstancia para gozar de una oportunidad muy clara en el minuto 14, en la que fue la mejor jugada de ataque del Málaga en todo el encuentro. Ninguno de los tres zagueros centrales del Deportivo lo vigilaba y apareció por sorpresa en zona de definición para cabecear un buen centro de Jesús Gámez.
Precisos golpeos
La reaparición de Duda permitió recordar de nuevo la calidad de su golpeo a balón parado. El luso buscó casi siempre el segundo palo en el lanzamiento de los saques de esquina, sin reclamos, pero botó de forma espléndida una falta lateral que casi dio oportunidad a Stadsgaard de empatar el partido (el marcador provisional era de 1-0). El danés cabeceó y obligó a una parada de Aranzubia mostrando grandes reflejos.
Como si estuviera previsto de antemano en la planificación del choque, Duda dejó el partido al mismo tiempo que Baha, a la hora de juego. Como en el ecuador del partido contra el Levante, la pareja de atacantes fue relevada por otra. La duda estriba en conocer si el portugués tendrá sitio en futuros partidos como un volante más o incrustado en el ataque. Puede que la condición física del jugador, aún no la mejor por la inactividad de casi cinco meses, sea la que provocó que jugara más adelantado.
Duda, que también probó fortuna en un disparo desviado desde la frontal en el comienzo del segundo tiempo, tuvo una actuación aceptable en su regreso. Estadísticamente, su partido dio para dieciséis balones perdidos, uno recuperado, un tiro a puerta, otro fuera, una falta recibida, otra cometida, una tarjeta amarilla y un fuera de juego.
El Málaga fue fiel a sus nefastas estadísticas en Riazor. Perdió, como en catorce de sus dieciocho visitas anteriores; dejó de ganar, como siempre; no marcó, como en siete de sus ocho partidos ligueros anteriores en el feudo coruñés, y se mojó de lo lindo bajo una lluvia generosa. De paso, volvió a la zona de descenso, merced a la contundencia del resultado, un incontestable 3-0.
Así las cosas, la única noticia grata fue la reaparición en partido oficial de Duda. Casi cinco meses después. En efecto, el último choque de competición del centrocampista portugués fue el 25 de junio, en el 0-0 contra Brasil del Mundial (fue titular y sustituido en el minuto 54 por Simao). Una pubalgia, tras una temporada de enorme exigencia física y psicológica, le ha impedido entrar antes en las alineaciones. Se operó a finales de agosto, justo al comienzo de la Liga, y ha vuelto en los plazos previstos.
El portugués ya reapareció en la convocatoria en la jornada anterior, pero no fue el elegido para ninguno de los cambios. Su evolución en los entrenamientos debió de ser muy positiva durante la semana, de modo que ayer jugó de salida. El técnico dejó fuera de la convocatoria a Sebastián Fernández -supuestamente por el cansancio del viaje transoceánico de esta semana, que apenas le impidió trabajar con el Málaga-, y en el banquillo, a Edinho y Quincy.
Aunque Duda jugó en el ataque, en realidad fue un segundo punta, algo más retrasado que Baha, que volvió a ser la referencia en la línea de vanguardia. Quizá se aprovechó de esa circunstancia para gozar de una oportunidad muy clara en el minuto 14, en la que fue la mejor jugada de ataque del Málaga en todo el encuentro. Ninguno de los tres zagueros centrales del Deportivo lo vigilaba y apareció por sorpresa en zona de definición para cabecear un buen centro de Jesús Gámez.
Precisos golpeos
La reaparición de Duda permitió recordar de nuevo la calidad de su golpeo a balón parado. El luso buscó casi siempre el segundo palo en el lanzamiento de los saques de esquina, sin reclamos, pero botó de forma espléndida una falta lateral que casi dio oportunidad a Stadsgaard de empatar el partido (el marcador provisional era de 1-0). El danés cabeceó y obligó a una parada de Aranzubia mostrando grandes reflejos.
Como si estuviera previsto de antemano en la planificación del choque, Duda dejó el partido al mismo tiempo que Baha, a la hora de juego. Como en el ecuador del partido contra el Levante, la pareja de atacantes fue relevada por otra. La duda estriba en conocer si el portugués tendrá sitio en futuros partidos como un volante más o incrustado en el ataque. Puede que la condición física del jugador, aún no la mejor por la inactividad de casi cinco meses, sea la que provocó que jugara más adelantado.
Duda, que también probó fortuna en un disparo desviado desde la frontal en el comienzo del segundo tiempo, tuvo una actuación aceptable en su regreso. Estadísticamente, su partido dio para dieciséis balones perdidos, uno recuperado, un tiro a puerta, otro fuera, una falta recibida, otra cometida, una tarjeta amarilla y un fuera de juego.