Pajín declara la guerra a los regalos de las hamburguesas
La guerra contra la obesidad acaba de reabrir una de sus batallas más controvertidas, la del acceso de los menores a la comida rápida. Como tantas otras, la Ley de Seguridad Alimentaria –que está en el Parlamento y cuyo plazo de presentación de enmiendas concluyó el pasado martes– prevé velar por la salud de los españoles por medio de una retaíla de prohibiciones
11 Noviembre 10 - Madrid - Lilián Aguirre Una de las más polémicas es la que se refiere a las máquinas de «vending» en los colegios, otra es la que se refiere a la publicidad de alimentos dirigida a la infancia y la juventud, que «prohíbe la entrega de premios, obsequios, bonificaciones o similares como métodos vinculados a la promoción o venta de alimentos». Así rezaba en el artículo 46 del proyecto de ley.
Prohibición en San Francisco
Y ayer, las palabras de la ministra Pajín vinieron a corroborarlo. A raíz de que las autoridades de la ciudad de San Francisco (California, EE UU) anunciasen que obligarán a las cadenas que venden «comida basura» a retirar los juguetes de los menús infantiles ofrecidos hasta ahora, la ministra afirmó que «España va a seguir la misma línea», si bien no lo hará por la vía de la prohibición, sino por la de la creación de dificultades, según dijo.
La futura normativa de San Francisco, que entrará en vigor a finales de 2011, prohibirá los juguetes en los menús que superen las 600 calorías, en los que más del 35 por ciento de su valor nutricional provenga de grasas y en aquellos que sobrepasen determinados límites de sodio o no incluyan una ración de frutas o vegetales.
Y es que, según la ministra, en España están aumentando los índices de sobrepeso y obesidad entre los adultos y también en la población infantil, ya que uno de cada cuatro niños tiene problemas de exceso de peso.
Atraer la atención del niño
Las cadenas de comida rápida, fundamentalmente las hamburgueserías multinacionales, son las que ofrecen, generalmente, regalos y juguetes cuando se adquieren los menús infantiles. Y ahí es donde la ministra de Sanidad dice que planteará la batalla. Algunas de estas compañías, consultadas por LA RAZÓN, prefirieron no dar su opinión ante las declaraciones de Leire Pajín. El secretario general de Fesnad (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética), Giuseppe Rusolillo, se mostró partidario de «regular el asunto de los regalos o cualquier elemento divertido que se utilice para atraer la atención del niño y para promover su acercamiento frecuente» hacia determinados alimentos «que se pueden tomar, pero que deben consumirse excepcionalmente dentro de una dieta variada», afirmó.
«No soy partidario de que el Estado intervenga tanto en la vida privada del ciudadano», advirtió Rusolillo, «pero cuando se trata de publicitar algo dirigido a los niños, que son vulnerables y pueden ser víctimas del oportunismo», es diferente.
Sin embargo, el representante de los expertos españoles en nutrición no se muestra de acuerdo con la política del Ministerio en otras muchas cuestiones, algunas tan importantes como el documento que contiene las recomendaciones sobre la alimentación en los centros escolares. «Finalmente, hemos logrado ver el documento, lo hemos valorado y hemos hecho algunas aportaciones, dentro de las pocas posibilidades que se nos han dejado, pues ya había sido aprobado por las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial», se lamenta el secretario de Fesnad, que también opina sobre la famosa estrategia Naos con la que el Gobierno pretende acabar con los malos hábitos alimenticios y con la obesidad. « Las estrategias, si no están dotadas de presupuesto y no hay profesionales que las apliquen, se quedan en el aire. Eso pasa con la estrategia Naos, que podría haber sido una estupenda herramienta, la mejor iniciativa en los últimos 20 años, pero no será nada mientras el Gobierno no se ponga las pilas, la dote de presupuesto y acuda a dietistas que expliquen a los ciudadanos qué es lo que están comiendo».
Una cruzada que se desató hace un año
- En noviembre del año pasado, LA RAZÓN anunció que Sanidad comenzaba su cruzada prohibicionista con los juguetes de las hamburgueserías y las máquinas de los colegios.
- La información destacaba que el Gobierno restringía ciertos alimentos a los jóvenes, al mismo tiempo que permitía la venta libre de la píldora del día después.
Prohibición en San Francisco
Y ayer, las palabras de la ministra Pajín vinieron a corroborarlo. A raíz de que las autoridades de la ciudad de San Francisco (California, EE UU) anunciasen que obligarán a las cadenas que venden «comida basura» a retirar los juguetes de los menús infantiles ofrecidos hasta ahora, la ministra afirmó que «España va a seguir la misma línea», si bien no lo hará por la vía de la prohibición, sino por la de la creación de dificultades, según dijo.
La futura normativa de San Francisco, que entrará en vigor a finales de 2011, prohibirá los juguetes en los menús que superen las 600 calorías, en los que más del 35 por ciento de su valor nutricional provenga de grasas y en aquellos que sobrepasen determinados límites de sodio o no incluyan una ración de frutas o vegetales.
Y es que, según la ministra, en España están aumentando los índices de sobrepeso y obesidad entre los adultos y también en la población infantil, ya que uno de cada cuatro niños tiene problemas de exceso de peso.
Atraer la atención del niño
Las cadenas de comida rápida, fundamentalmente las hamburgueserías multinacionales, son las que ofrecen, generalmente, regalos y juguetes cuando se adquieren los menús infantiles. Y ahí es donde la ministra de Sanidad dice que planteará la batalla. Algunas de estas compañías, consultadas por LA RAZÓN, prefirieron no dar su opinión ante las declaraciones de Leire Pajín. El secretario general de Fesnad (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética), Giuseppe Rusolillo, se mostró partidario de «regular el asunto de los regalos o cualquier elemento divertido que se utilice para atraer la atención del niño y para promover su acercamiento frecuente» hacia determinados alimentos «que se pueden tomar, pero que deben consumirse excepcionalmente dentro de una dieta variada», afirmó.
«No soy partidario de que el Estado intervenga tanto en la vida privada del ciudadano», advirtió Rusolillo, «pero cuando se trata de publicitar algo dirigido a los niños, que son vulnerables y pueden ser víctimas del oportunismo», es diferente.
Sin embargo, el representante de los expertos españoles en nutrición no se muestra de acuerdo con la política del Ministerio en otras muchas cuestiones, algunas tan importantes como el documento que contiene las recomendaciones sobre la alimentación en los centros escolares. «Finalmente, hemos logrado ver el documento, lo hemos valorado y hemos hecho algunas aportaciones, dentro de las pocas posibilidades que se nos han dejado, pues ya había sido aprobado por las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial», se lamenta el secretario de Fesnad, que también opina sobre la famosa estrategia Naos con la que el Gobierno pretende acabar con los malos hábitos alimenticios y con la obesidad. « Las estrategias, si no están dotadas de presupuesto y no hay profesionales que las apliquen, se quedan en el aire. Eso pasa con la estrategia Naos, que podría haber sido una estupenda herramienta, la mejor iniciativa en los últimos 20 años, pero no será nada mientras el Gobierno no se ponga las pilas, la dote de presupuesto y acuda a dietistas que expliquen a los ciudadanos qué es lo que están comiendo».
Una cruzada que se desató hace un año
- En noviembre del año pasado, LA RAZÓN anunció que Sanidad comenzaba su cruzada prohibicionista con los juguetes de las hamburgueserías y las máquinas de los colegios.
- La información destacaba que el Gobierno restringía ciertos alimentos a los jóvenes, al mismo tiempo que permitía la venta libre de la píldora del día después.
http://www.larazon.es/noticia/7463-pajin-se-une-a-san-francisco-en-su-lucha-contra-el-happy-meal