La capital registra nueve robos con intimidación o violencia desde finales de octubre, el último de ellos ayer en una sucursal de Carretera de Cádiz
La historia se repite con una cadencia alarmante. Cada treinta horas, un negocio de la capital se convierte en escenario de un atraco. Desde finales de octubre, Málaga ha sido escenario de una decena de robos con intimidación o violencia. Los ladrones se han cebado especialmente con supermercados y bancos.
Ayer, sin ir más lejos, se produjo el último golpe. Dos jóvenes irrumpieron a las 8.50 horas en una sucursal de Unicaja situada en la avenida Sor Teresa Prat, en el distrito de Carretera de Cádiz, y sustrajeron unos 7.400 euros en efectivo.
Los asaltantes, que actuaron armados con una pistola -resultó ser simulada- y un cuchillo, llegaron a empujar a un cliente que se encontraba en esos momentos dentro de la oficina. Luego se dieron a la fuga a pie en dirección a la zona de Santa Paula, según fuentes policiales.
Los Cuerpos de Seguridad activaron un dispositivo de búsqueda de los dos delincuentes. Una patrulla de la Policía Local que estaba vigilando el mercadillo, y que escuchó por radio el aviso, logró interceptar a dos sospechosos, ambos españoles, de 24 y 27 años. Fueron detenidos y trasladados a la Comisaría Provincial, donde se instruyen las diligencias del caso.
Unas horas antes, en Churriana, un joven de unos 30 años armado con una pistola asaltó un supermercado de la cadena Aldi situado en una vía de servicio de Carretera de Coín. El suceso ocurrió sobre las 21.20 horas del martes. El atracador logró apoderarse de la caja registradora -con unos 400 euros- tras encañonar a la dependienta, que tuvo que ser asistida por una crisis de ansiedad.
Un botín similar fue el que obtuvo otro delincuente en el que asalto a una tienda de ultramarinos regentada por chinos, ubicada en la calle Cuarteles, en pleno centro de la ciudad. El ladrón forcejeó con una dependienta, a la que lesionó, para llevarse el dinero de la recaudación.
Ese mismo día -el lunes- hubo otro robo con violencia en la capital. En este caso tuvo lugar en la barriada de Pedregalejo. Un individuo vestido completamente de verde, que llevaba además un gorro del mismo color, agredió al dueño de un locutorio y le sustrajo un reloj de la marca Rolex, según ha podido saber SUR.
El viernes hubo dos atracos más, aunque en ninguno de ellos los delincuentes lograron hacerse con botín alguno. El primero se produjo por la mañana en una sucursal de Cajasur situada en la calle La Unión, donde irrumpieron dos hombres provistos de armas blancas. Por la tarde, un hombre intentó sin éxito robar en un súper de la calle Martínez Barrionuevo armado con una escopeta.
El miércoles de la semana pasada se produjo otro asalto violento en una tienda de comestibles. Ocurrió en un súper de la calle Joaquín Gaztambide, donde un individuo que portaba una escopeta se llevó el dinero de la caja registradora.
El fin de semana anterior, coincidiendo con la víspera de la fiesta de Halloween, un camarero sufrió un atraco a mano armada. El delincuente se llevó unos 20 euros del bar Tejeringos Nueva Málaga, en la calle Juan Cortés Cortés, tras hacer un disparo al techo del establecimiento.
Por último, el 29 de octubre se produjo otro atraco en un supermercado de la calle Fraile, también en la capital malagueña. En esa ocasión, los empleados lograron retener a los tres asaltantes, que fueron detenidos.
La historia se repite con una cadencia alarmante. Cada treinta horas, un negocio de la capital se convierte en escenario de un atraco. Desde finales de octubre, Málaga ha sido escenario de una decena de robos con intimidación o violencia. Los ladrones se han cebado especialmente con supermercados y bancos.
Ayer, sin ir más lejos, se produjo el último golpe. Dos jóvenes irrumpieron a las 8.50 horas en una sucursal de Unicaja situada en la avenida Sor Teresa Prat, en el distrito de Carretera de Cádiz, y sustrajeron unos 7.400 euros en efectivo.
Los asaltantes, que actuaron armados con una pistola -resultó ser simulada- y un cuchillo, llegaron a empujar a un cliente que se encontraba en esos momentos dentro de la oficina. Luego se dieron a la fuga a pie en dirección a la zona de Santa Paula, según fuentes policiales.
Los Cuerpos de Seguridad activaron un dispositivo de búsqueda de los dos delincuentes. Una patrulla de la Policía Local que estaba vigilando el mercadillo, y que escuchó por radio el aviso, logró interceptar a dos sospechosos, ambos españoles, de 24 y 27 años. Fueron detenidos y trasladados a la Comisaría Provincial, donde se instruyen las diligencias del caso.
Unas horas antes, en Churriana, un joven de unos 30 años armado con una pistola asaltó un supermercado de la cadena Aldi situado en una vía de servicio de Carretera de Coín. El suceso ocurrió sobre las 21.20 horas del martes. El atracador logró apoderarse de la caja registradora -con unos 400 euros- tras encañonar a la dependienta, que tuvo que ser asistida por una crisis de ansiedad.
Un botín similar fue el que obtuvo otro delincuente en el que asalto a una tienda de ultramarinos regentada por chinos, ubicada en la calle Cuarteles, en pleno centro de la ciudad. El ladrón forcejeó con una dependienta, a la que lesionó, para llevarse el dinero de la recaudación.
Ese mismo día -el lunes- hubo otro robo con violencia en la capital. En este caso tuvo lugar en la barriada de Pedregalejo. Un individuo vestido completamente de verde, que llevaba además un gorro del mismo color, agredió al dueño de un locutorio y le sustrajo un reloj de la marca Rolex, según ha podido saber SUR.
El viernes hubo dos atracos más, aunque en ninguno de ellos los delincuentes lograron hacerse con botín alguno. El primero se produjo por la mañana en una sucursal de Cajasur situada en la calle La Unión, donde irrumpieron dos hombres provistos de armas blancas. Por la tarde, un hombre intentó sin éxito robar en un súper de la calle Martínez Barrionuevo armado con una escopeta.
El miércoles de la semana pasada se produjo otro asalto violento en una tienda de comestibles. Ocurrió en un súper de la calle Joaquín Gaztambide, donde un individuo que portaba una escopeta se llevó el dinero de la caja registradora.
El fin de semana anterior, coincidiendo con la víspera de la fiesta de Halloween, un camarero sufrió un atraco a mano armada. El delincuente se llevó unos 20 euros del bar Tejeringos Nueva Málaga, en la calle Juan Cortés Cortés, tras hacer un disparo al techo del establecimiento.
Por último, el 29 de octubre se produjo otro atraco en un supermercado de la calle Fraile, también en la capital malagueña. En esa ocasión, los empleados lograron retener a los tres asaltantes, que fueron detenidos.