Una familia media de cuatro miembros y menos de 475 euros al mes para pagar vivienda, comida, luz, agua... Casi 4.000 hogares de la capital se enfrentan a este difícil escenario -sobrevivir con un presupuestos de menos de 16 euros al día-, y que según la edil de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga, María Vitoria Romero, formarían parte de ese 30% de la población andaluza que se sitúa por debajo del umbral de la pobreza. Representan casi el 60% de los 6.600 hogares (21.000 personas) que durante este año han tenido que recurrir a los servicios sociales comunitarios para salir adelante; un 140% más que el año anterior, según Romero.
Hay familias que destinan la mayor parte del presupuesto del que disponen a cubrir la necesidad básica: comer. Cuando los recibos de la luz o el agua se acumulan hasta un límite insostenible o cuando el banco ya no admite más excusas que retrase el pago de la hipoteca, optan por solicitar las ayudas puntuales que los servicios sociales destinan a este tipo de situaciones a través de las 'prestaciones para la convivencia familiar y personas'.
En lo que va de año, el área ha destinado casi un millón de euros para estas solicitudes, que se realizan a través de una convocatoria abierta y que son estudiadas caso por caso. Las prestaciones concedidas para el pago de la luz o el agua suponen el 67% del total concedido; un 16% más que en 2009. Les siguen las destinadas al impago de la vivienda, ya sea una hipoteca o un alquiler y que supone el 21% del total. Por último, están las ayudas concedidas para reformas en el hogar por motivos de salubridad o para adquirir mobiliario básico.
Según Romero, hay otro grupo de familias que optan por destinar sus escasos ingresos a hacer frente a los pagos derivados de la vivienda «pero claro, el día diez o doce del mes ya no tienen para comer y es entonces cuando acuden a nosotros o a organizaciones como Bancosol».
La edil indicó que este año 700 hogares se han convertido en nuevos usuarios de los servicios sociales; es decir, se les ha abierto expediente por vez primera. No obstante, Romero asegura que no todas las familias que se encuentran en situación extrema recurren e los servicios sociales, en muchos casos por vergüenza y también porque antes pueden pedir ayuda a la red familiar: «Recientemente hemos tenido el caso de una pareja que vive quince días en casa de los padres de él y quince días con los padres de ella». Precisamente es la falta de redes de apoyo familiar la que provoca que la crisis esté azotando con mucha más dureza a la población inmigrante: «La crisis golpea cuatro veces más a las familias extranjeras, que ya suponen el 26% de nuestros usuarios».
En paro y sin prestaciones
Por distrito, Cruz de Humilladero ha sido el que más ha crecido en número de usuarios: «La causa es que es la zona en la que mayor número de familias se han visto afectadas por el paro». El distrito sería un ejemplo de lo que se ha dado en llamar 'nueva pobreza' y que se refiere a una población de clase trabajadora, que perdió el empleo en 2008 y que ya ha agotado las prestaciones.
Romero aseguró que las ayudas actuales no dan una solución estructural al problema, por lo que anunció una moción para instar a la Junta de Andalucía a que apruebe la Ley de Inclusión social, «recogida en el Estatuto de Autonomía y que contempla el derecho a una renta mínima para las personas en situación de pobreza».
Hay familias que destinan la mayor parte del presupuesto del que disponen a cubrir la necesidad básica: comer. Cuando los recibos de la luz o el agua se acumulan hasta un límite insostenible o cuando el banco ya no admite más excusas que retrase el pago de la hipoteca, optan por solicitar las ayudas puntuales que los servicios sociales destinan a este tipo de situaciones a través de las 'prestaciones para la convivencia familiar y personas'.
En lo que va de año, el área ha destinado casi un millón de euros para estas solicitudes, que se realizan a través de una convocatoria abierta y que son estudiadas caso por caso. Las prestaciones concedidas para el pago de la luz o el agua suponen el 67% del total concedido; un 16% más que en 2009. Les siguen las destinadas al impago de la vivienda, ya sea una hipoteca o un alquiler y que supone el 21% del total. Por último, están las ayudas concedidas para reformas en el hogar por motivos de salubridad o para adquirir mobiliario básico.
Según Romero, hay otro grupo de familias que optan por destinar sus escasos ingresos a hacer frente a los pagos derivados de la vivienda «pero claro, el día diez o doce del mes ya no tienen para comer y es entonces cuando acuden a nosotros o a organizaciones como Bancosol».
La edil indicó que este año 700 hogares se han convertido en nuevos usuarios de los servicios sociales; es decir, se les ha abierto expediente por vez primera. No obstante, Romero asegura que no todas las familias que se encuentran en situación extrema recurren e los servicios sociales, en muchos casos por vergüenza y también porque antes pueden pedir ayuda a la red familiar: «Recientemente hemos tenido el caso de una pareja que vive quince días en casa de los padres de él y quince días con los padres de ella». Precisamente es la falta de redes de apoyo familiar la que provoca que la crisis esté azotando con mucha más dureza a la población inmigrante: «La crisis golpea cuatro veces más a las familias extranjeras, que ya suponen el 26% de nuestros usuarios».
En paro y sin prestaciones
Por distrito, Cruz de Humilladero ha sido el que más ha crecido en número de usuarios: «La causa es que es la zona en la que mayor número de familias se han visto afectadas por el paro». El distrito sería un ejemplo de lo que se ha dado en llamar 'nueva pobreza' y que se refiere a una población de clase trabajadora, que perdió el empleo en 2008 y que ya ha agotado las prestaciones.
Romero aseguró que las ayudas actuales no dan una solución estructural al problema, por lo que anunció una moción para instar a la Junta de Andalucía a que apruebe la Ley de Inclusión social, «recogida en el Estatuto de Autonomía y que contempla el derecho a una renta mínima para las personas en situación de pobreza».