MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Los bancos han cerrado el grifo de los créditos hipotecarios para todos. Incluso para la adquisición de VPO. Esto ha sido especialmente cruel para los 1.144 adjudicatarios de una vivienda protegida en Soliva y las 900 personas que quedaron en la bolsa de reserva. Han pasado ya dos años y medio del sorteo de estos pisos y el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) todavía está buscando compradores para 270 de estas casas.
En el camino se han podido vender unas 870 VPO de las más de 1.100 disponibles, pero también más de 900 personas han renunciado a su opción de compra por carecer de liquidez suficiente o no cumplir con los requisitos, en el menor de los casos. Posiblemente esa cifra se ampliará de aquí a julio, según adelantó el concejal de Vivienda, Diego Maldonado.
El IMV está apurando los últimos nombres de la bolsa reserva y todo parece indicar que se va a agotar sin que se consigan vender todas las viviendas disponibles. Para dar salida a las VPO que van a sobrar será necesario un nuevo sorteo entre los más de 23.000 malagueños que participaron en el anterior.
El concejal de Vivienda explicó que la fuerte crisis económica se encuentra detrás de la gran mayoría de las renuncias registradas hasta el momento por el IMV. Y es que el alto índice de paro se está cebando con muchos que esperaban la oportunidad de comprar una VPO como única opción de tener una casa. "Al estar sin empleo son muchos los que renuncian a la adquisición porque no tienen recursos para pagar el precio", indica Maldonado, quien apunta que el bajo coste de estos pisos no es suficiente para ser asumido por esta población.
Además se suma un elemento difícil de controlar, como es la negativa de las entidades financieras a conceder créditos hipotecarios por el riesgo a aumentar su morosidad. Pese a que las VPO están subvencionadas por las administraciones y sus precios son más bajos, los bancos siguen siendo reacios a conceder hipotecas. Diego Maldonado reconoce que han hablado con las entidades "que suelen trabajar con el Ayuntamiento y les hemos pedido más flexibilidad, pero insisten en que quieren garantías de los compradores". El edil de Vivienda insistió en que, pese a las gestiones municipales, es la Junta de Andalucía "quien tiene capacidad para negociar con los bancos, aunque no se puede imponer nada".
Nuevo sorteo. El alto ritmo de renuncia a la posibilidad de comprar una VPO ha hecho que el IMV ya esté preparando la posibilidad de un nuevo sorteo. En la actualidad tiene pendientes de vender 270 VPO y para la semana próxima se empezarán a convocar a las últimas 90 personas de la bolsa de reserva. El edil estimó que para finales de julio se habrá terminado el proceso: "Cuando vienen les pedimos los papeles y, entre los que renuncian y los que descartamos porque no cumplen los requisitos, es probable que se queden viviendas sin vender".
La idea es realizar un pequeño sorteo antes de agosto entre los 22.000 aspirantes admitidos y que no fueron seleccionados en la convocatoria a finales de 2006. Consistirá en seleccionar al azar un número de entre los que se quedaron fuera. A partir de ahí se llamará a los correlativos hasta completar la venta de las viviendas.
Eso significará una segunda oportunidad para los que se quedaron sin opción de adquirir una VPO y no han cambiado sus circunstancias, ya que no podrán participar aquellos que ya fueron seleccionados una primera vez y descartados o hayan adquirido una vivienda en este tiempo. Luego vendrá la pelea con los bancos para conseguir una hipoteca.
En el camino se han podido vender unas 870 VPO de las más de 1.100 disponibles, pero también más de 900 personas han renunciado a su opción de compra por carecer de liquidez suficiente o no cumplir con los requisitos, en el menor de los casos. Posiblemente esa cifra se ampliará de aquí a julio, según adelantó el concejal de Vivienda, Diego Maldonado.
El IMV está apurando los últimos nombres de la bolsa reserva y todo parece indicar que se va a agotar sin que se consigan vender todas las viviendas disponibles. Para dar salida a las VPO que van a sobrar será necesario un nuevo sorteo entre los más de 23.000 malagueños que participaron en el anterior.
El concejal de Vivienda explicó que la fuerte crisis económica se encuentra detrás de la gran mayoría de las renuncias registradas hasta el momento por el IMV. Y es que el alto índice de paro se está cebando con muchos que esperaban la oportunidad de comprar una VPO como única opción de tener una casa. "Al estar sin empleo son muchos los que renuncian a la adquisición porque no tienen recursos para pagar el precio", indica Maldonado, quien apunta que el bajo coste de estos pisos no es suficiente para ser asumido por esta población.
Además se suma un elemento difícil de controlar, como es la negativa de las entidades financieras a conceder créditos hipotecarios por el riesgo a aumentar su morosidad. Pese a que las VPO están subvencionadas por las administraciones y sus precios son más bajos, los bancos siguen siendo reacios a conceder hipotecas. Diego Maldonado reconoce que han hablado con las entidades "que suelen trabajar con el Ayuntamiento y les hemos pedido más flexibilidad, pero insisten en que quieren garantías de los compradores". El edil de Vivienda insistió en que, pese a las gestiones municipales, es la Junta de Andalucía "quien tiene capacidad para negociar con los bancos, aunque no se puede imponer nada".
Nuevo sorteo. El alto ritmo de renuncia a la posibilidad de comprar una VPO ha hecho que el IMV ya esté preparando la posibilidad de un nuevo sorteo. En la actualidad tiene pendientes de vender 270 VPO y para la semana próxima se empezarán a convocar a las últimas 90 personas de la bolsa de reserva. El edil estimó que para finales de julio se habrá terminado el proceso: "Cuando vienen les pedimos los papeles y, entre los que renuncian y los que descartamos porque no cumplen los requisitos, es probable que se queden viviendas sin vender".
La idea es realizar un pequeño sorteo antes de agosto entre los 22.000 aspirantes admitidos y que no fueron seleccionados en la convocatoria a finales de 2006. Consistirá en seleccionar al azar un número de entre los que se quedaron fuera. A partir de ahí se llamará a los correlativos hasta completar la venta de las viviendas.
Eso significará una segunda oportunidad para los que se quedaron sin opción de adquirir una VPO y no han cambiado sus circunstancias, ya que no podrán participar aquellos que ya fueron seleccionados una primera vez y descartados o hayan adquirido una vivienda en este tiempo. Luego vendrá la pelea con los bancos para conseguir una hipoteca.